Esposa falsa de Simón romance Capítulo 170

Sofía le había hablado a Frida de su hermano mayor en una ocasión, lo que reveló entre sus palabras fue que su hermano mayor le trataba con mucha indiferencia y no le daba mucha importancia porque era la hermana menor que habían reconocido más tarde.

En ese momento, Frida consoló a Sofía, pero luego Sofía se puso inexplicablemente irritable.

Ahora que Diego preguntaba, Frida, como amiga de Sofía, naturalmente quería hablar por ella.

Los ojos de Diego se profundizaron levemente y no respondió a sus palabras.

Después de un rato, le preguntó, -¿Entonces sabes todo sobre ella? ¿Ella también sabe todo sobre ti?-

Aunque Frida no entendió el significado de esa pregunta, asintió.

Naturalmente, ella y Sofía no se guardaban secretos.

El interior del coche volvió a quedarse en silencio. Como Diego no habló, Frida no supo qué decirle.

De esa manera llegaron hasta el destino. Cuando el auto se detuvo, Frida miró hacia afuera y le agradeció a Diego, -Gracias por llevarme, señor Diego. Me voy.-

Al terminar de decir eso, Frida abrió la puerta y se inclinó para salir del auto, pero Diego la detuvo de pronto.

-Señorita Frida, ¿puedo agregarte en el WeChat?-

La pregunta de Diego hizo que Frida se quedara estupefacta, e incluso Carmen que estaba al lado no pudo evitar abrir los ojos en grande. Había trabajado con Diego durante tantos años, y nunca lo había visto usar aplicaciones de chat como el WeChat.

Ahora estaba usando ese tipo de aplicaciones por la señorita Frida, ¿pero sabía cómo usarlo?

Frida no esperaba que Diego... Le tomó un tiempo reaccionar, finalmente pensó que probablemente quería preguntarle cosas de su hermana. Por eso Frida le dijo su cuenta de WeChat, sin embargo, Diego le entregó directamente el teléfono, -Agrégalo por mí.-

Frida no tuvo más remedio que cogerlo. Su móvil estaba frío al tacto. Cuando entró en la aplicación, Frida se percató de que era una cuenta nueva creada recientemente. Por temor a ver cosas que no debería ver de su móvil, buscó rápidamente su cuenta de WeChat y después de agregarla, le devolvió el móvil a Diego.

-Ya está, señor Diego.-

-Bien.- Diego asintió y guardó el teléfono.

-Entonces... me iré primero, gracias por lo de hoy.- Frida finalmente se marchó.

Después de que Frida se fue, Carmen miró fijamente a Diego durante mucho tiempo, quiso decir algo, pero no dijo nada.

-¿Tienes alguna pregunta?- Diego le echó un vistazo.

Carmen volvió a su consciencia y tosió levemente, -Señor Diego, ¿sabe cómo usar WeChat?-

Diego hizo una pausa y la miró con frialdad, -Estoy aprendiendo.-

Carmen, -... ¿Necesita que le enseñe?-

-No, manejo todo lo básico.-

Dicho eso, Diego ignoró a Carmen, se reclinó y cerró los ojos para descansar. Entonces Carmen no pudo decir nada más.

Ella solo tenía dudas en su interior, porque la actitud de Diego hacia Frida era demasiado extraña. Era cierto que sus ojos siempre se posaban en Frida, pero en su mirada hacia Frida no había ningún sentimiento de amor de un hombre hacia una mujer, por eso no entendía lo que estaba pasando.

*

Habían pasado unos días, Frida se estaba familiarizando cada vez más con la gestión del centro comercial y poco a poco se acercaba la fiesta de aniversario del Grupo Freixa. El personal de la empresa ya había comenzado los preparativos y, obviamente, los departamentos comunes como el que ella estaba también tenían que ayudar.

Había muchos trabajos duros y difíciles en el espacio de la fiesta, y siempre elegían a algunas personas del departamento para que fueran a echar una mano.

El tiempo pasó muy rápidamente, ya había pasado una semana.

El hecho de ayudar en el espacio de la fiesta no solo incluía echar una mano todos los días, sino que a veces también tenían que exponerse al sol, por eso Estefania y Talía se habían puesto más morenas; no obstante, Frida nunca cogía color, su piel seguía siendo blanca, tierna y atractiva que atraía la envidia de los demás.

Tanto Estefania como Talía estaban muy envidiosas.

Y cuando Carlos comparaba a las tres en su mente, sintió que Frida era aún más asombrosa, así que se tentó más por ella.

De modo que fue al lugar con la excusa de inspeccionar y llamó a Frida.

-Frida, has trabajado muy duro últimamente, ¿verdad?-

Frida mostraba una expresión fría, -Está bien.-

Carlos dio unos pasos hacia adelante, tratando de extender la mano y palmear su hombro, pero antes de que su mano la tocara, Frida retrocedió unos pasos, -Gerente Carlos, ¿me has llamado para algo?-

-Nada importante, solo quería venir a verte, para ver si estás muy cansada o no. Si estás muy cansada, puedes pedirme ayuda, yo... te puedo transferir de regreso a la oficina.-

Frida, -...No hace falta, estoy bien aquí.-

Resultó que aún no se había rendido del todo.

Carlos se sobresaltó, luego suspiró impotente y negó con la cabeza, -Frida, he visto muchas chicas tercas como tú, pero esto solo es el comienzo. Puedes pensar que estos pequeños sufrimientos no son nada, pero ¿y para el futuro? Si sufres así todos los días, o tal vez el sufrimiento sea mucho más que ahora. Entonces, ¿aún podrás soportarlo en ese momento? Una persona astuta debería adaptarse a las situaciones de cada momento. En lugar de lamentar el sufrimiento en el futuro, es mejor que... seas mi amante desde ahora.-

-Seguro que el gestor Carlos está bromeando. A la gente le gusta ir hacia la cima, aunque me han bajado de puesto, en mi mente, sigo anhelando llegar a la cima. Por lo que, realmente no estoy interesada en ti...-

El rostro de Carlos cambió y la señaló con enojo, -¿Acaso crees que puedes volver a la cima? ¿Solo por quien eres ahora?-

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