Frida se recuperaba y apoyaba débilmente el armario junto a ella, intentando calmarse.
-Estoy bien.-
-Pero su cara se ve mal, ¿necesita que llame a alguien por usted?-
Frida no respondía y respiraba hondo para calmarse, al cabo de un rato levantaba la cabeza y le daba a la guía de compras una sonrisa dura, -Gracias por tu preocupación, estoy bien, me voy ahora.-
Frida salía de la joyería bajo los ojos preocupados de la guía de compras.
En el camino, Frida avanzaba sin rumbo fijo, no sabía dónde estaba.
Antes de venir a esta joyería, había estado tratando de consolarse y convencerse a sí misma de que el par de pendientes eran del mismo estilo, de lo contrario no se aparecería en las orejas de Sofía tan casualmente.
Ni siquiera se atrevía a venir a probarlo, pero venía a la joyería finalmente, después de obtener el resultado, se daba cuenta de que no pudiera soportarlo.
Para la reunión, Simón solo podía pedir a Rafael para que la enviara de regreso a la casa de la familia Freixa, pero luego abandonaba la reunión decididamente, y no regresaba toda la noche, hoy Sofía aparecía frente a ella usando el par de pendientes.
¿Qué significaba esto?
Frida se quedaba parada.
Significaba que los dos estuvieron juntos todo el día ayer.
¡Ja!
"Frida, Frida, lo esperaste toda la noche, ¿eres tonta?"
Había llamado a Rafael porque estaba preocupada por Simón.
Ahora lo pensaba, esto era lo que Rafael quería decir ayer, ¡no era de extrañar, no era de extrañar que mirara a ella con piedad en sus ojos!
Resultaba... ella era la única mantenida en la oscuridad.
-Mentiroso.- Frida maldecía en voz baja, tambaleándose hacia adelante.
¡Boom!
Ella golpeaba accidentalmente los brazos de alguien.
-¡Camina con cuidado! ¿No crees que te arruiné? Vete.-
Alguien la regañaba y se alejaba de ella, Frida no veía quién era y no tenía tiempo de disculparse.
Continuaba caminando hacia adelante, y después de caminar unos pasos, accidentalmente chocaba con otro, pero esta vez no tenía suerte, se derribaba y se sentaba en el suelo frío y duro.
-¿Qué te pasa? ¿Siempre golpeaste a otros cuando caminabas? ¿Por qué estás sentada ahí? ¿Estás tratando de chantajear mi dinero?- La persona decía eso y se iba rápidamente, por miedo a que ella la chantajeaba.
Se sentaba en el suelo por un buen rato, tratando de levantarse, pero se daba cuenta de que no tenía fuerzas por todas partes.
Frida estaba tan enojada consiga, no era un asunto importante, ¿valía la pena hacerla sentir tan desanimada?
"Frida, cuando te divorciaste de Kevin y tus padres te abandonaron cruelmente, todavía pudiste soportarlos y ahora también puedes..."
Ella quería levantarse, en ese momento, un par de manos cálidas de repente apoyaban sus brazos y luego la ayudaban a levantarse.
Con sus ojos llorosos, veía una figura alta y delgada que se detenía frente a Frida.
El hombre extendía la mano y le secaba el rabillo del ojo, luego las lágrimas brotaban y los ojos se aclaraban gradualmente, Frida claramente veía a la persona que se secaba las lágrimas.
Óliver la miraba con piedad, la ayudaba a secarse las lágrimas del rabillo de los ojos con mucha suavidad y suspiraba impotente.
-Tonta, lloras así, pero él no puede verlo.-
Cuando se daba cuenta de que necesitaba alejarlo, Óliver ya había retrocedido y luego sonreía, -Afortunadamente, la fiebre se ha ido, o tengo que preocuparme por ti.-
Al escucharlo, Frida decía, -¿Tengo fiebre?-
Tan pronto como hablaba, se daba cuenta de que su voz era demasiado baja y ronca.
Óliver sonreía suavemente sin hablar, pero se levantaba y le servía un vaso de agua, y luego la ayudaba a levantarse, -Primero toma un vaso de agua para hidratar tu garganta, y luego habla después de beber.-
Debido a que tenía la garganta tan seca, ella no se negaba, extendía la mano para tomar la taza y luego bebía.
-No te apresures, bebes despacio, no te ahogues.-
Después de beber el agua, Óliver tomaba la taza con naturalidad y extendía la otra mano directamente a los labios para limpiar las manchas de agua en las comisuras de los labios.
La acción demasiada íntima hacía que Frida frunciera el ceño, y luego inconscientemente quería evitar su toque.
Era solo que los movimientos de Óliver eran demasiado rápidos, ella no tenía tiempo de reaccionar, y mucho menos de alejarlo.
-Realmente tienes fiebre terrible, el médico dijo que tienes un resfriado. Frida, estás demasiado débil, es posible que deba permanecer en el hospital durante unos días.-
Al enterarse de que necesitaba ser hospitalizada, el rostro de Frida cambiaba un poco, -No quiero ser hospitalizada.-
No le gustaba el hospital, por lo que no quería quedarse aquí sin ningún motivo.
Al escuchar su negativa, Óliver la miraba con seriedad, -Tienes que quedarse aquí, estás demasiado débil, y... escuché al médico decir que estás embarazada.-
Al oírlo, los ojos de Frida se agrandaban y lo miraba con asombro.
En un instante, estaba tan turbada, casi asfixiándola.
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