-Ábrela y mira adentro.- Simón vio que por fin ella comenzaba a reaccionar y hacerle caso, se le arquearon garbosamente los labios delgados, e incluso su voz se volvió embelesadora y cautivadora. A lo mejor Rafael tenía razón en eso de que si le hubiera regalado antes, ella habría estado mucho más feliz.
"Efectivamente, a las chicas les gustan estas cosas. Si yo hubiera sabido que ella se dejaba convencer tan fácilmente, debería comprarle más de estas. Tengo que premiarle a Rafael mañana.” Simón pensando profundamente
Frida abrió lentamente la caja bajo su mirada, pero las expresiones en su rostro y los movimientos eran anormales, y abrió la caja pequeña pausadamente como si se comportara de forma automática.
Un par de pendientes de diamantes rosados aparecieron ante sus ojos.
Cuando vio los pendientes de diamantes rosados, Frida pensó por un momento que era posible que se hubiera equivocado, pero los miró más atentamente y descubrió que no era el par anterior.
El modelo anterior era redondo y pequeño, pero este par se veía obviamente más refinado y tenía un diseño muy elegante.
Entonces ella pudo comprender que este hombre los seleccionó cuidadosamente para ella, pero ... lo que tenía entre sus manos le recordó el rostro avergonzado de Sofía llevando aquel par de pendientes.
Se le exaltó la cólera en los adentros.
Simón vio que ella estaba mirando fijamente los pendientes, una sonrisa surgió debajo de sus ojos. Y se inclinó más hacia ella con una voz baja sonando por encima de su cabeza, -¿Te gusta?-
Tan pronto como terminó de hablar, no pudo evitar levantar la mano para señalar el moretón en su frente, -Ahora tienes que aplicarte un poco de crema, ¿no?-
¡Pum!
¡Frida, quien estaba sentada en silencio pero se puso como una furia, de repente tiró con atrevimiento los pendientes y la caja que sostenía entre sus manos!
Su movimiento fue tan repentino que le cogió a Simón de sorpresa.
Solamente se dio cuenta de que ella bruscamente se levantó y tiró la caja con fuerza, golpeó contra la pared, y se cayó, de la cual los pendientes rodaron por el suelo haciendo un sonido bastante claro.
La sonrisa en los labios de Simón se congeló al igual que debajo de sus ojos.
Después de un tiempo, estaba lleno de disgusto mirándole fijamente a Frida.
-¿Sabes qué estás haciendo?-
Las emociones de Frida estaban fuera de control. Después de tirar las cosas, su ira no disminuyó, pero arrugó el entrecejo y se vio más enojada. Le miró a Simón diciendo en tono de burla con una mueca de desprecio.
-Simón, ¿de verdad crees que quiero lo que me regalas?-
Simón frunció el ceño y la miró con desagrado.
-¿No las quieres?-
Frida se burló diciendo, -No, no las quiero, puedes regalárselas a otra mujer, ¡pero yo no las necesito!-
Aquel par de pendientes realmente la enfureció completamente. ¿Por qué le hizo esto? Al principio él le dio los pendientes que ella le gustaba a otra persona, pero ¿ahora fue a comprar unos similares para darle?
"¡Qué! ¡Qué ridículo!” pensando ella.
Frida se burlaba constantemente de sí misma en su mente, ¡y todavía lo encontraba extremadamente ridículo!
Se le desbordó la impulsividad de decir lo que realmente guardaba en su corazón durante mucho tiempo, así que le dijo directamente, -Simón, divorciémonos con anticipación.-
En ese momento, las pupilas de Simón se encogieron instantáneamente y luego se agrandaron.
Agarró la muñeca de Frida y usó más fuerza, -¿Qué?-
-Deberías darle una oportunidad de explicártelo, tal vez le hayas malinterpretado-.
Lo que Naomí le dijo antes todavía resonaba en sus oídos. Frida le miró a Simón, quien había sido mordido por ella con su mano sangrando, pero no estaba enojada con ella. " Qué tal si le doy una oportunidad...” de repente pensando ella
En este momento, Frida se mordió el labio inferior y lo miró con ojos impetuosos.
-¿Por qué estoy alterada, te importa?-
Simón entrecerró los ojos y frunció los labios delgados, -¿Tú qué crees?-
Este hombre le replicó secamente en lugar de responder a su pregunta. Y Frida se sorprendió y no se lo esperó.
Después de un rato ella se burló, -Solo sabes que estoy enfadada, ¿por qué no piensas en lo que has hecho?-
Simón reflexionó un rato, luego se inmutó ligeramente, -¿Qué quieres decir con esto?-
-¿Por qué no te preguntas a ti mismo? Simón, si me divorcio de ti, será por vuestro bien-.
Las cejas de Simón se fruncieron cada vez. ¿Al escuchar el tono con el que le estaba hablando, pensó que ella parecía haberse enterado de lo de Sofía? Pero ... ¿cómo lo supo?
-Aunque yo, Frida, me casé contigo entrando en la familia Freixa en nombre de mi hermana, también tengo dignidad. Si estás enamorado de otra mujer, solamente tienes que decírmelo y me largo para evitar los problemas-.
Cuando dijo esto, Frida sonrió burlándose de sí misma, -Ya tuve un matrimonio fallido y no quiero volver a tenerlo, así que ... esta vez déjame tomar la decisión-.
-No quiero vivir los días de ser abandonada, y no quiero sufrir el desprecio que me han mostrado, incluido tu resquemor y tus groserías. Ya no tengo nada que ver contigo de ahora en adelante.-
Habiendo dicho esto, Simón la interrumpió con una respiración un poco acelerada, -¿Quién te permite tomar tu propia decisión?-
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