Simón apretó los dientes y le miró a esta mujer con los ojos llenos de lágrimas. Cuando ella dijo estas palabras pensó que era una mujer muy detestable, pero ahora vio que andaba triste se empezó a sentir terriblemente mal.
Sus emociones irritables inundaron su mente, Simón no pudo ponerse racional en este momento y no supo qué hacer con ella.
Frida continuó diciéndole, -Esto de divorciarme de ti no es tomar mi propia decisión-.
-Entonces no me vuelvas a mencionar el divorcio.-
Frida se sorprendió un poco y lo miró, -Bueno, pues, dame una explicación, completamente convincente.-
No supo qué le estaba pasando a él mismo. Simón sintió que estaba celosa, por lo que lo estaba obligando a responderle en qué pensaba, pero antes de que ella tomara la iniciativa de contárselo, Simón todavía planeaba mantenerlo en secreto, así que no se lo dijo.
-¿Qué explicación necesitas que te dé?-
Frida curvó los labios y lo miró con una sonrisa amarga, -Hasta ahora, ¿todavía estás reacio a decírmelo directamente? O realmente te gusta eso de salir con dos mujeres, te sientes complacido y tienes una sensación de realización, ¿verdad?-
-¿Qué ...- Simón apretó los dientes, -¿De qué tonterías estás hablando?-
-¿Sabes a quién he visto hoy?-
Simón enarcó las cejas y la miró fijamente esperando sus siguientes palabras.
Frida sonrió, -No solo he visto a Naomí sino que me he topado con Sofía por la mañana.-
Simón no reaccionó al principio, pero después de un pensamiento repentino, sus ojos estaban llenos de extrañeza, -¿Te has topado con ella hoy?-
-Sí, qué coincidencia, ¿no? acabo de verme con ella y vi un par de pendientes de diamantes rosados en sus orejas, que son exactamente iguales al par que he visto en la joyería antes. Y justo ahora me regalaste un par de estos, lo que nunca debiste haber esperado es que aunque son muy similares, soy capaz de distinguirlos.-
Frida puso las cosas claras directamente, y las cejas de Simón se volvieron bien fruncidas.
Quería ocultárselo antes de llegar al fondo del asunto, quién sabía que ella se había visto con Sofía.
Lo de toparse ya fue un lío. Lo peor fue que Sofía se vio con ella llevando este par de pendientes en sus orejas, luego se los vio ... ¿qué pensaría?
-¿Crees que soy yo el que le ha dado a ella los pendientes?-
-Por eso es que ¿reaccionaste tanto cuando abriste la caja?-
Frida le respondió-Si no eres tú, ¿quién más?-
Esta pregunta se hizo con mucha claridad. Frida seguía mirándolo con fin de detectar algo en sus mirdas, pero los ojos de Simón estaban firmes de principio a fin sin ninguna vacilación.
Frida se quedó un poco estupefacta y le escuchó su voz defendiéndose con voz ronca.
-Si te dijera que no, ¿me lo creerías?-
Frida no habló, pero obviamente no lo creyó, si le creyera, no le preguntaría nada de esto, pero ¿que le pasó con esta actitud?
-Obviamente te estoy preguntando, ¿por qué me comienzas a hacer lo mismo a mí al revés? Si no le has dado los pendientes, ¿cómo es posible que lleve los iguales en sus orejas?-
Frida le preguntó histéricamente, y luego se dio cuenta de que se había pasado.
Parecía una mujer tonta que le preguntaba a su marido si todavía la amaba o no.
¿Desde cuándo ella se volvió así?
Pensando en esto, Frida respiró hondo, contuvo la ira que surgía en su corazón y luego volvió la cabeza, -Basta, no tengo porqué molestarme en preguntarte esto, haz lo que quieras-.
Pero no pudo hacer nada con esta mujer.
Cuando escuchó sus palabras llenas de la determinación, Simón de repente se burló, -Ríndete, ya que te casaste conmigo, entonces nacimos predestinados para estar juntos hasta que la muerte nos separe, ¿divorcio? ni lo sueñes. , no te permito que te vayas a ningún lado-.
Al escuchar lo que dijo, los pasos de Frida se detuvieron, y le miró a Simón con incredulidad.
-¿Quién te crees que eres? Todo lo que voy a hacer es rescindir el contrato por adelantado.-
-¿Contrato?- Los ojos de Simón eran profundos y fríos, y su tono de voz se elevó ligeramente, -El contrato está en mis manos, yo soy el iniciador, entonces lo rescindiré cuando quiera.-
Frida, -... ¡Te has excedido-
Simón enarcó las cejas y curvó sus labios con una actitud fría y despiadada, -Desde el momento en que te casaste entrando en la familia Freixa, ya estás destinada a pasar el resto de tu vida conmigo, así que no te vas a poder escapar de mis manos.-
-En cuanto al contrato.- Simón la miró fijamente a la cara, -Si crees que tienes derecho a rescindir el contrato antes de tiempo, entonces puedo decirte la verdad, que yo puedo destruirlo fácilmente.-
Frida, -¿Qué diablos quieres hacer? No te gusto, ¿tienes que atarme a tu lado? ¿Acaso no puedo tomar la decisión de divorciarme de ti yo solamente? Vosotros dos os amáis y yo dejo que hagáis lo que queráis y que paséis la vida juntos, ¿no puedo?.-
De repente, estas palabras hicieron que las miradas de Simón se pusieran serias.
-En mi mundo, solo yo puedo decidirlo todo.-
-Y, ¿cómo que quiero pasar la vida junto con ella?-
Las palabras últimas las dijo Simón con una voz muy baja, por lo que Frida no las escuchó en absoluto sino las anteriores, y estaba muy enojada. E inmediatamente se hizo la desentendida y volvió a su cama a ras de suelo que había improvisado antes.
Al final, se acostó sin cambiarse de ropa, y Frida con rabia se cubrió con la manta la parte superior de su cabeza y le ignoró a Simón.
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