Esposa falsa de Simón romance Capítulo 287

Entonces su hermana realmente desapareció.

Pero no podía depender de esta marca de nacimiento para encontrarla, no pudo cumplir lo que prometió a su madre.

Todo lo que su madre deseaba antes de morir era encontrar a esta hermana.

Lo encontró más tarde y llevó a Sofía a la tumba de su madre, pero siempre hubo algo que no encajaba.

No fue hasta que conoció a Frida que supo lo que estaba mal.

Tal vez se equivocó de persona para empezar, Sofía no era la hermana que buscaba, la persona que buscaba era la que tenía delante.

Frida.

Aunque todavía no había suficientes pruebas para estar seguro, aunque toda la investigación de información no había hecho el más mínimo progreso, sin embargo, su corazón estaba como loco asegurando que la persona frente a él era la hermana que había estado buscando todo este tiempo.

A veces se preguntaba si podía estar tan loco, con solo haberla visto una vez empezó a pedirle a Carmen que investigara su información y mirarla fijamente como un pervertido.

Sólo porque la sensación que le daba era como esa persona.

Pero aunque estuviera loco, a estas alturas Diego todavía no quería admitirlo, sentía que sólo quería terminar lo que su madre le había dejado y lo que había estado en su mente desde que era un niño.

Siempre había pasado el tiempo buscando a su hermana.

Durante más de veinte años, incluso después de encontrar a Sofía, sintió que no lo podía superar de verdad.

Aunque toda la información era correcta, pero tenía una sensación de no estar en lo correcto.

-Ya nada, no es nada- Diego apretó sus finos labios, finalmente absteniéndose de preguntar.

¿Y si se asustaba después de preguntar? O tal vez Sofía llegase a enterarse y quedara en alerta.

Frida se quedó sin palabras, ella no es que no entendía la expresión de indecisión de Diego en su cara y del dolor profundo grabado en el fondo de sus ojos, ese tipo de sentimientos que toda su persona emanaba era particularmente complicado, que incluso ella sentada allí pudo sentirlo.

En un principio pensó que él le preguntaría, pero no esperaba que se abstuviese en decirlo.

Frida estaba demasiada curiosa, ¿qué clase de pregunta era tan difícil de decir para él? La curiosidad de Frida había sido completamente despertada por él en este momento y sólo pudo responder -Señor Diego, ¿hay algún... inconveniente?-

Ante sus palabras, los ojos de Diego se posaron en su rostro, mirando entre sus cejas mientras finalmente sonreía con amargura -No es nada, este asunto... es mejor hablarlo otro momento.-

Frida -...-

Parecía que hoy ella no obtendría respuesta.

Frida no lo pensó mucho y sólo pudo asentir -De acuerdo.-

La comida se fue sirviendo poco a poco, pero Diego no tenía apetito para comer, sólo levantó la mano para mirar la hora del reloj y luego dijo -Tengo asuntos importantes que atender en la empresa...-

Frida se apresuró a decir -Entonces, Señor Diego, vaya a ocuparse, tengo que quedarme a comer algo.-

-Bueno.-

Diego se levantó, asintió a Frida y luego se dirigió a la recepción para pagar la cuenta antes de salir del restaurante.

En cuanto se fue, Alma y Jonatán caminaron apresurados a su lado.

-Señora Frida, ¿qué tipo de preguntas le hizo el Señor Diego? Tan misterioso, ni siquiera nos dejó escuchar y vi que su expresión parecía muy complicada cuando se fue, ¿qué había pasado?-

Alma como un bebé curioso haciendo preguntas, Frida cuando la veía en la villa era tan madura, ¿cómo es que al salir al exterior se comporta como un bebé curioso?

Pensando en esto, Frida sonrió ligeramente -En realidad no dijo nada.-

-¿No dijo nada?- Los ojos de Alma se abrieron de par en par -¿Cómo es posible? Le he visto claramente hablando mucho con usted hace un momento, ¿es porque la pregunta es demasiado personal que la Señora Frida no me lo quiere decir?-

Los ojos de Frida se profundizaron de nuevo al pensar en ella.

Por el lado de ella sí era un problema.

No se sabe cuándo se solucionará, Simón dijo que le daría noticias y aún no se las ha dado.

Esa noche, Simón volvió a abrazar a Frida para dormir.

En la oscuridad, la respiración de Frida no era uniforme, el pecho del hombre se movía irregularmente detrás de ella. -¿Qué pasa? ¿Todavía no duermes?-

Frida parpadeó en la oscuridad, de repente se giró y se dejó caer en los brazos de Simón.

Simón se arrimó a ella, la suavidad de la persona que se escondía entre sus brazos, le hizo curvar los labios, sus finos labios cayendo sobre la parte superior de su cabello, -¿Estás con insomnio?-

-Sí...- Frida respondió con una voz aturdida.

Simón se quedó en silencio un momento y de repente llevó su gran mano a la cintura de ella y la acarició suavemente, con una voz tan grave como el sonido de un violonchelo que se toca lenta y sensualmente.

-Ya que no puedes dormir... hagamos algo significativo.-

La persona que permanecía en sus brazos se quedó callada un momento, de repente alargó la mano y le dio un fuerte golpe en el pecho, Simón se ahogó en carcajadas recibiendo el golpe, aprovechando para abrazarla un poco más fuerte. -Sólo digo nada más, ¿por qué te molestas?-

-¡No puedes pensar en ello!- dijo Frida con disgusto.

-¿Ni siquiera puedo pensar en ello?-

-¡No!-

-Qué dominante.- Simón no pudo evitar reírse de nuevo, pero le gustó...

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