Entonces, el bebé tenía hambre.
Este sentimiento le llegó de forma natural, y después de que Frida se despertara, miró la escena desconocida que tenía delante y se quedó congelada durante mucho tiempo antes de recordar lo que había hecho hoy, ella se frotó los ojos y se levantó, luego miró la casa vacía.
-¿Naomí?-
Nadie respondió, ¿podría ser que Naomí no hubiera vuelto aún? Frida tenía algunas dudas en su corazón y estaba a punto de coger su teléfono móvil para llamar a Naomí.
La puerta de la cocina se abrió de un empujón y Naomí salió con dos platos.
-¿Por fin te has despertado? Date prisa, lávate las manos y prepárate para cenar-.
Frida se quedó atónita, -¿Ya puedes cenar? ¿Cuándo has vuelto?-
-He vuelto hace mucho tiempo, te vi durmiendo como un cerdo así que no te desperté.- dijo Naomí con una sonrisa, luego apoyó el plato que tenía en la mano sobre la mesa, -Frida, no te quedes sentada como una tonta, levántate rápido y lávate las manos para cenar, yo freí las verduras y cociné el arroz, así que ve a buscar el tazones y palillos, tendrás que lavar los platos después-.
Frida, que al principio estaba confundida, volvió a prestar atención cuando dijo eso, mostrando una sonrisa y levantándose, -Sí, por supuesto-.
Luego ella se levantó y fue a la cocina a por los platos y se sentó a cenar con Naomí.
Era la primera vez que Frida comía la cocina de Naomí, y su cocina no estaba mal. Naomí dijo mientras comía, -He cocinado personalmente varios platos para ti, ¿qué te parece? Soy un gran cocinera, ¿verdad?-
-Hmm.-
Los dos no dijeron mucho más durante la comida, sólo se concentraron en llenar sus estómagos, Naomí vio que Frida casi había terminado de comer antes de abrir la boca y le preguntó, -Dijiste que tenías algo que decirme, ¿qué era? No es que tú y Simón han tenido otra pelea, ¿verdad?-
Al escuchar eso, los movimientos de la mano de Frida se detuvieron, luego ella levantó los ojos para mirar a Naomí.
De repente, Frida dejó caer los platos que sostenía y la miró fijamente.
Naomí continuó llenando su boca de arroz, pensando que, efectivamente, había hecho bien en no preguntarle antes de que empezara la comida, o si no, Frida no habría tenido que comer esta comida.
-No tengo a nadie más con quien hablar, no puedo encontrar a nadie más que a ti. Naomí, hay algo sobre lo que quiero pedir tu opinión-.
Después de que Naomí se llenara la boca, recogió su tazón y tomó otro sorbo de sopa, -Adelante-.
Era demasiado duro mantener todo esto solo en su corazón, Frida lo pensó y finalmente habló, -¿Siempre pensaste que Simón y yo podríamos vivir una vida feliz?-
Al escuchar eso, Naomí asintió, -Eso es seguro, sois una pareja, él te gusta y tú le gustas a él, ¿qué más quieres hacer si no quieres vivir una vida feliz?-
-Pero, ¿y si digo que estoy embarazada?-
Naomí se quedó paralizada un momento, pero se apresuró a responder, -¿Qué tiene de malo estar embarazada? ¿No es esto la guinda del pastel? Si le das un bebé, tu posición en la familia estará asegurada, y entonces veremos cómo actuará Sofía-.
Hablando de esto, el corazón de Frida se puso de repente un poco triste mientras bajaba los ojos, su tono sonaba como si se estuviera burlando de sí misma.
-¿Y si te digo que el bebé no es de Simón?-
-Si no lo es... lo que tiene que ver ... con ello-, respondió Naomí con una gran sonrisa, pero se frenó violentamente en medio de la frase, y se quedó sentada mirándola con los ojos muy abiertos.
Sólo después de un largo rato ella se tragó la comida que tenía en la boca de un trago, y luego miró a Frida con torpeza, -Lo siento, parece que me he atascado ahora mismo, ¿podrías repetir lo que acabas de decir?-.
-Eso es, pasó tanto que me pilló desprevenida y cuando me enteré ... ya era demasiado tarde, al principio pensé en abortar pero en el hospital me dijeron que no podía o correría peligro de hemorragia, luego me lo pensé... . el niño era inocente, por eso me quedé con el bebé-.
Naomí tragó con fuerza y de repente habló, -Déjame digerir un rato, tantas cosas a la vez, como que ... no puedo digerir-.
Después de decir eso, Naomí se levantó y fue directamente a su habitación.
Frida miró su esbelta espalda y de repente sintió un poco de tristeza en su corazón.
Después de decir eso, Naomí la habría odiado, ¿verdad? Pensando que era una mujer sucia y molesta.
Después de pensarlo, Frida suspiró, luego se levantó y recogió las cosas de la mesa, empacó y se dirigió a la cocina, le había prometido a Naomí lavar los platos.
Una vez que ella hubiera limpiado todos esos platos, se iría sin decir nada para termonar la molestia de estar aquí.
Frida lavó los platos con bastante rapidez y, cuando terminó, volvió a la sala de estar para recoger sus cosas y prepararse para salir.
Frida acababa de llegar al vestíbulo cuando oyó que la puerta de la habitación se abría con un clic y Naomí salía, entonces Naomí vio por casualidad a Frida que se marchaba y le preguntó, -¿A dónde vas en la medianoche?-
Al escuchar las palabras, los movimientos de Frida dieron un golpe mientras miraba a Naomí, moviendo los labios.
-Yo...-
Naomí entrecerró los ojos con extrañeza hacia ella, tras lo cual vio la bolsa en la mano de Frida y se quedó mirando, -¿Te vas? ¿Qué pasa?-
Frida no pudo decir nada por un momento, pensó que Naomí se odiaba a sí misma, por lo que quiso marcharse en silencio para no decir más y molestar a la gente.
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