Esposa falsa de Simón romance Capítulo 349

Xenia se apartó un mechón de pelo detrás de la oreja y sonrió suavemente, -Mi hermano tiene mucha devoción por el trabajo, ¿por qué no le ayudas tú?-

Cuando dijo esto, los ojos de Xenia miraban hacia Naomí.

Cuando Naomí escuchó eso, su bonita cara se puso sonroja al instante, -Xenia, ¿de qué estás hablando? ¡Tu hermano no puede ver a alguien como yo!-

Cuando Xenia vio que su cara se ponía sonroja, no pudo evitar intentar burlarse de ella, -¿Le has preguntado a él? ¿Cómo sabes si no que no puede verte?-

-¡Tú! No hablo más contigo-. Naomí gruñó y se dio la vuelta con furia.

Xenia se rio y no se burló más de ella.

Después de guardar su sonrisa, Xenia levantó la vista y se encontró con los ojos impotentes de Carmen en el asiento delantero, Xenia le guiñó un ojo y las dos se sonrieron.

Hablando de Carmen, Xenia siempre sintió algo de pena, Carmen había estado siguiendo al lado de Diego como secretaria, y había hecho todo tipo de cosas particularmente bien, si Diego pudiera casarse con una asistente tan virtuosa entonces sería una gran suerte de la vida.

Pero no sabía si era porque Diego no pensaría en la emoción de amor, Carmen no había conseguido ni un poco de amor a pesar de que había estado al lado de Diego.

Después de todos estos años, hasta un corazón de piedra debería derretirse.

Pero Diego no se había inmutado.

Todos podían entender que a Carmen le gustaba Diego, pero sólo Diego no lo sabía.

En ese momento, Xenia había insinuado a Diego muchas veces, pero Diego siempre parecía estar tonto y con el tiempo, Xenia dejó de mencionar este asunto.

Después de todo, la gente tiene sus propias elecciones. Frida no podía seguir forzando con Carmen aunque que ella creía que Carmen era una chica muy buena.

Era una lástima para Carmen, que a partir de ese momento Carmen fue a la cita a ciegas, que en esta cita en realidad también se encontró con el hombre adecuado, los dos se llevaron menos de un mes y luego celebraron una boda relámpago, después de poco tiempo, en realidad ella estaba embarazada, después de diez meses dio a luz a una hija, la familia también se consideraba armoniosa y hermosa.

El hecho de que el marido de Carmen la tratara con calidez y afecto también compensaba el trato que Carmen recibía de Diego.

De hecho, en opinión de Xenia, para poder casarse con un marido que la cuidaba y la amaba, realmente no había nada que lamentar en esta vida.

El coche corrió sin problemas y pronto llegó a su nueva residencia, la comunidad Rex.

Santino condujo el coche hasta el garaje y el grupo salió del coche. Cuando Xenia planearía sacar la maleta, Santino la detuvo, -Señorita , déjame que te llevo esto-.

-¿Porqué? Es una maleta que puedes transportar de todos modos, no es pesada, lo haré yo mismo-.

-Sólo deja que lo toma-. Carmen no pudo evitar hablar por Santino, -¿Para qué crees que hemos venido de la ciudad vecina a Ciudad S?-

Al oír esto, las manos de Xenia se detuvieron por un momento antes de que Santino sacara unas maletas y se adelantara.

-Vamos.- Carmen agitó la llave en su mano hacia ella, -Ya he conseguido que alguien limpie la casa por ti de antemano, y todas las cosas que hay que comprar también están completas, así que múdate directamente-.

-¡Vaya, Carmen eres realmente muy dulce!- Naomí se animó a saltar y abrazarla.

Xenia tomó la mano de su hijo, -Entonces, subamos y echemos un vistazo-.

Este apartamento en la comunidad Rex era de un dúplex, y a Xenia le había gustado bastante cuando lo vio por primera vez en Internet, así que lo compró directamente.

Al escuchar eso, Xenia no pudo evitar sonreír, -Me gusta este tipo de decoración, es de mi estilo-.

-Sí, también, el dúplex se ve bien, y nuestra casa es de europea, y está bien-.

Las dos dijeron, y tomaron asiento en el sofá del salón, ignorando por completo los diversos vítores que llegaban desde el piso de arriba.

-Señorita, ¿has encontrado un trabajo esta vez cuando regreses?-

Xenia asintió, -Sí, hay algunos contactos. Pero mi trabajo, como sabes, es bastante libre, así que no creo que vaya a trabajar oficialmente-.

Carmen, -Lo que el señor Diego quiere decir es que si vas a volver a nuestro país para desarrollarte, entonces podrías registrar una empresa propia-.

¿Registro de una empresa? Xenia sí lo pensó, pero estos años se había sentido bastante perezosa, además de buscar inspiración para diseñar ropa, también tenía que cuidar a Bernabé, así que había sido una mujer libre.

Cuando estaba libre, ella aceptaba algunas reservas de ropa, y cuando estaba ocupada, las rechazaba.

Así que en el mundo de la ropa, Xenia era muy conocida por su pereza.

-A ver, todavía no lo he pensado, lo consideraré cuando lo necesite-.

Carmen asintió y sacó las llaves de su bolso y las puso sobre la mesa, y cuando terminó de entregárselas, se fue.

Xenia se acercó a la ventana y miró la vista del jardín comunitario.

"Por fin, he vuelto a casa. Jajajaja."

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