Esposa falsa de Simón romance Capítulo 371

Al día siguiente.

Xenia se levantó temprano porque hoy iba a visitar su nueva empresa.

En realidad, la verdadera razón era que Diego tenía que trabajar y Bernabé iba a seguir a Diego a la empresa. Así que Bernabé se despertó temprano, y como resultado Xenia tampoco pudo dormir, así que se levantó.

Los dos se asearon brevemente, Xenia mandó a Bernabé abajo y desayunamos todos juntos antes de que Diego llevara a Bernabé a la oficina.

Antes de irse, Diego le dijo a Xenia, -Puedes volver a dormir un rato por lo que todavía es muy temprano. La secretaria Carmen vendrá a verte más tarde. -

Los ojos de Xenia se abrieron llenos de sorpresa al oírle decir eso, - ¿Podré dormir un poco más? ¿Vendrá la secretaria de Carmen a buscarme en cuanto me acueste? -

Al verla así, Diego no pudo evitar sonreír, -No, tiene otras cosas que hacer por la mañana, no te preocupes. -

Al escuchar a Diego decir eso, Xenia también comprendió, parecía que Carmen seguía ocupada en la mañana.

Así podía volver a dormir unas horas más en paz.

-De acuerdo. -

Xenia regresó al segundo piso, dispuesta a volver a su habitación y dormir un poco más. Pero al pasar por alguna habitación, la puerta se abrió de repente y una mano salió de la habitación y la atrajo hacia dentro.

Xenia se sobresaltó, pero después de ver que la persona era Naomí, se calmó, - ¿Naomí? -

-¿Recuerdas mi nombre? Siento que te has olvidado de mí en los últimos dos días, ¿eh? -

Los brazos de Naomí estaban cruzados mientras refunfuñaba enfadada con Xenia.El pelo de Naomí estaba desordenado y su estado mental parecía muy mala.

-¿Es así? Pero antes dijiste que estabas enferma y que tenías que descansar en tu habitación, así que ¿cómo iba a venir a molestarte? -

-¡Sabes que era una excusa, y ahora la usas para burlarte de mí! -

Xenia se apresuró a dejar de bromear con ella y la tranquilizó, -No te preocupes, no te olvidaré. Hoy vamos a revisar la oficina, así que apresúrate y refréscate, maquíllate y luego baja al comedor a desayunar. -

-¿A desayunar? Pero…-

-Diego va a trabajar, no te preocupes.-

Al instante, Naomí se sintió conmovida y se abrazó al brazo de Xenia, -¡Xenia, eres demasiado buena conmigo! Entonces, ¡voy a cambiarme ahora! -

-No hay prisa, ve a desayunar primero después de lavarte. Iremos a la empresa más tarde, ahora mismo voy a volver a dormir un poco más. -

Con eso, Xenia se llevó la mano a la boca, bostezó y salió de la habitación de Naomí.

Cuando Xenia volvió a despertarse, era casi mediodía. Miró su teléfono y se preguntó por qué Carmen no había llegado todavía.

Xenia se levantó y planeó ir al salón para ver si Carmen había llegado ya, sólo para ver a Carmen y a Naomí charlando muy alegremente encima del sofá de abajo justo cuando ella bajaba. Sólo cuando oyeron los pasos de Xenia, las dos levantaron la vista.

-Secretaria Carmen, ¿cuándo has llegado? ¿Por qué no me despertaste? -

Carmen sonrió ligeramente y dijo suavemente, -Señorita Xenia, acabo de llegar hace diez minutos, poco después de sentarme. -

-¿De verdad? - Xenia miró a Naomí, que le respondió con la cabeza, -Más o menos, pero, si duerme otra media hora o una hora más, seguramente la secretaria Carmen también le perdonará. -

Xenia, -…-

Xenia tosió, luego miró la hora que aparecía en su teléfono y cambió de tema, -Ya es tarde, ¿por qué no comemos juntos y luego vamos a ver la nueva empresa? -

-Lo secundo.- Carmen sonrió y asintió, y Naomí, por supuesto, estuvo de acuerdo.

Después de que las tres subieran al coche, Naomí preguntó, agarrando su bolso, -Por cierto, ¿a qué nueva empresa vamos? -

-¿No te dijo la señorita Xenia que estáis a punto de tener vuestra propia empresa?-

-Por cierto, señorita Xenia, ¿ha leído los perfiles de los miembros de su equipo? -

-¿Los perfiles de los miembros de mi equipo? - Una mirada confusa apareció en los ojos de Xenia. Era porque Diego le había dado ayer una copia de la información de la empresa, pero aún no había terminado de leerla.

Xenia sacó la copia que había puesto en el bolso de Naomí, y Carmen añadió inmediatamente, -La información de los miembros está al final. -

Entonces Xenia se dirigió a la parte de atrás, la miró y descubrió que en realidad había cinco o seis miembros de su equipo.

-Estos son los diseñadores creativos que el señor Diego contrató para ti a un alto precio, algunos de ellos han ganado premios, otros han diseñado productos que se han vendido muy bien, todos son muy buenos diseñadores. -

Xenia hojeó sus currículos y pensó por un momento, - ¿Son tan buenos diseñadores como para querer venir a esta nueva empresa mía? -

-El señor Diego se gastó mucho dinero en contratarlos. ¿Cómo no van a querer? -

Xenia, -…-

Naomí, que estaba sentada a su lado, también se acercó y los miró durante unos instantes, -Si pagamos a esta gente sueldos muy altos, la empresa perderá dinero. -

-El señor Diego cree que con la capacidad de la señorita Xenia, pronto podrá alcanzar un gran éxito en el mercado nacional, y cuando llegue ese momento, mientras tengamos clientes a mano, no tendremos que preocuparnos por el flujo de caja. Además, crear una empresa no es una tarea fácil, todo es difícil al principio. -

Naomí asintió con aparente comprensión y miró a Carmen con una mirada de adoración, -Secretaria Carmen, eres genial. -

Carmen, -…-

Carmen pensó que acababa de decir algo muy ordinario y llegó a hacer que Naomí la adorara tanto.

Xenia dejó la carpeta en su mano y suspiró, - De todos modos, la empresa ya está abierta, así que trataré de dirigirla bien. Sin embargo, tengo una premonición. -

-¿Qué clase de premonición?- preguntó inmediatamente Naomí.

Xenia sonrió con amargura, -Puede que lo pasemos mal con el próximo trabajo. -

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