Después de llegar a un contrato con Diego, Bernabé caminó felizmente con sus propias piernas cortas de regreso a la habitación, y luego se subió ágilmente a la silla. Abrió el interruptor del portátil con la mano carnosa.
En tiempos ordinarios, se veía que Bernabé tenía particularmente un inocente aspecto, que en frente de Xenia se portaba particularmente bien. Era inteligente, también sensato al mismo tiempo. Nunca había hecho ostentación de nada en frente de nadie, ni incluso había jugado mucho tiempo frente a la cara de Xenia el portátil.
No obstante, en este momento fue particularmente experto en el uso del ordenador.
Tan pronto como iniciar la sesión al software de chat, una ventana rebotó.
-Dios mío, Legumbre, por fin regresas. ¿Sabes que te estamos buscando? ¿Cuantos días han pasado en que no has estado en línea? -
Bernabé leyó con calma los mensajes, y abrió el grupo para navegarlo de nuevo.
Descubrió que no había nada importante sucedido y empezó a responderlos.
Legumbre, -He regresado. -
Viento, -¡Puta madre que ha vuelto Legumbre! ¿Joder por qué no regresas hasta ahora? ¡Desapareciste durante tres días enteros! -
Colocasia, -¡Legumbre! -
Gordo, - ¡Legumbre ha llegado! ¡@Todos los miembros! -
A continuación, apareció una fila que gritaba por Bernabé, que le hizo cansada, y cerró la ventada directamente.
Pareció que se había acostumbrado a la situación.
Pasaron unos dos minutos y reabrió la ventana.
Legumbre, -¡Decid algo en serio!-
Gordo, -Mira, dije que no miraría nuestros mensajes porque siempre era así, ¡que nos respondía dos minutos más tarde! -
Viento, - ¿Acaso hablábamos precisamente dos minutos? -
Colocasia, - ¡Cállate y di en serio! -
Alguien continuó gritando y fue vetado publicar en el grupo directamente para que pudiesen transmitirle las ideas suyas de los problemas recientes a Bernabé.
Colocasia, -¿No fue solo lo que sucedido estos dos días? Alguien invadió nuestro sitio web. Seguimos la IP para encontrarlo, pero por el contrario fuimos derrotados. Nos quedamos enojados. No estuviste estos días. Hemos pensado muchas maneras, pero no sirvieron para nada de conquistar el suyo. No podemos contenerse sin hacer nada, ¡y ahora el servidor del sitio web todavía está en un estado de parálisis! -
Varios administradores siguieron apoyándolo.
Viento, - Sí, sí, ¡Pensamos muchas veces que solo Legumbre puede hacerlo! -
Papas fritas, -¡Legumbre, hazlo! Depende de ti revivir el sitio web. -
Bernabé, - ... -
Así fue atacado. Abrió con calma la sección de operación del sitio web y encontró que se había derrumbado. Eses ... solo había desaparecido dos días. Se había convertido así.
Bernabé lo reparó con la operación rápida, que la velocidad de la mano era tan rápida que no se podía ver con claridad.
Y estaban discutiendo en el grupo.
Viento, -¿Adivinad que ha visto nuestros mensajes? ¿Lo viste y fue directamente a arreglarlo, o no en absoluto? -
Colocasia, - ¿No lo conoces? Probablemente fue a hacerlo. ¡Era así reservado sin decir mucho! -
¡Así era! Aunque era un niño lindo e inocente frente a Xenia y Naomí y otros miembros mayores, en la red tenía una figura fría y orgullosa, ¡un misterioso al mismo tiempo!
La gente del grupo solo lo conocía a Legumbre, que creían que era muy bueno y fuerte, sin saber su verdadera identidad.
Si supiesen que el personaje que se admiraban era un niño de cinco años, se avergonzarían, ¡que no podrían esperar para meterse en el vientre de la madre para la reformación!
No había muchos niños talentosos, ¡pero eso no significaba que no haya!
¡Bernabé era el otro niño! Desafortunadamente, aún no sabían la verdad.
Todavía estaban hablando en el grupo, y algunos vitorearon.
Tomates podridos, -¿Joder, puedo abrir el sitio web tan rápido? -
Xenia se sintió feliz, también lo besó. Le entregó el plato, -Bueno, ve a comerlas. -
Así que Bernabé lo llevó al otro lado.
Xenia se levantó de nuevo, fue al armario a buscar un pijama y luego entró en el baño.
Al escuchar el sonido del agua que venía del baño, Bernabé dejó el plato, se levantó y volvió al portátil. Lo abrió de nuevo y luego lo apagó lentamente.
En realidad, no quería a ocultarlo.
A mamá no le gustaba que jugase demasiado con el ordenador o el móvil por el miedo de sus ojos fuesen afectados. Por lo general mamá estaba ocupada, y Bernabé también sabía que mamá era así porque deseaba darle mejores condiciones de vida.
Muchas veces podía verla llorando en silencio y diciendo perdón por él, que no lo cuidaba bien.
Mamá pensaba que estaba dormido, pero no.
Así que había oído todo lo que dijo.
Bernabé era verdaderamente inteligente, y venía de una familia monoparental, por lo tanto, era más sensible.
No se atrevía a expresar cualquier emoción ante Xenia. Lo que podía ver y escuchar Xenia era siempre la cálida sonrisa y las palabras suaves.
Realmente la amaba a mamá.
También quería que fuese feliz.
Por lo tanto, también deseaba ganar dinero para que contribuir a la familia.
Cuando creciese un poco más, mamá no tendría que trabajar tan duramente.
Pensando en eso, Bernabé volvió a tener la expresión original. Fue a la mesa para seguir comiendo las uvas.
Vale. Eso era sus propios secretos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón