Esposa falsa de Simón romance Capítulo 373

-Parece que todos están aquí. - Carmen miró a su alrededor y vio que todo el grupo estaba aquí. Mirando de nuevo a la esquina de la oficina, vio a un David sentado allí y habló, -Permíteme presentarte, esta es la señorita Xenia, es vuestra nueva jefa a partir de ahora. -

El grupo no escuchó esta última frase, sino que Carmen se dirigió a ella como la señorita Xenia.

Durante muchos años, Carmen había sido la asistente más poderosa de Diego y era muy conocida en el mundo de los negocios. Los diseñadores también sabían que tenía una gran reputación.

Pero ahora Carmen usaba honoríficos para Xenia, y Carmen parecía respetar y gustar de Xenia, sin la burla que ellos pensaban.

Estas personas miraban a Xenia de forma diferente a como lo hacían ahora, pero todavía había gente buscando problemas.

-¿Tan joven para ser la jefa? ¿Tienes mucho talento o has llegado a ser jefa por otros medios? - La persona que hablaba era Isidora, llevaba un vestido rojo con pintalabios burdeos y las comisuras de sus ojos estaban levantadas para hacerla parecer atractiva, pero su aura era gélida y llamativa.

Al escuchar lo que dijo, Xenia tenía una expresión de calma en su cara, no se enojó por sus palabras, Xenia miró la cara de Isidora.

Naomí pensó detenidamente en las palabras y sintió que había una extraña lógica en esto.

Después de pensar profundamente durante mucho tiempo, Naomí reaccionó y rompió en cólera enseguida, - ¿Qué quieres decir con otros medios? ¿Qué significa eso? -

Isidora entrecerró los ojos y miró a Naomí, - Oiga, ¿quién es usted? Gritando aquí, ¿es usted nuestra nueva jefa? -

Naomí se mordió el labio inferior como una bomba de gasolina a punto de explotar, -Nada que ver contigo, pero no está permitido hablar así de Xenia, ¿puede un equipo profesional acusar a la gente falsamente de esa manera? -

Naomí tenía mal carácter.

Xenia lo había sabido siempre.

Sólo que lo que Xenia no esperaba era que Naomí se enfadara realmente sólo por una palabra. Al ver que Naomí estaba tan enfadada que casi le ardía la cabeza, mientras que la chica a la que se enfrentaba seguía pareciendo indiferente, Xenia suspiró para sus adentros y levantó la mano para tirar de la manga de Naomí, arrastrándola tras ella.

-Xenia, no me tires, ¡deja que discuta con ella lo que significan otros medios! En realidad, eres…-

-Ya basta. - Xenia habló en voz baja, -Mantén la boca cerrada. -

Naomí ya estaba claramente enfadada, pero seguía escuchando a Xenia. Naomí cerró la boca, lanzó una mirada a Xenia y se apartó, devolviendo a Xenia el poder de hablar.

Sin embargo, desde el principio, cuando se acercó, Carmen no tenía intención de ayudar a Xenia.

Era algo que Diego había ordenado específicamente porque, desde que el equipo fue entregado a Xenia, le correspondía a ella liderar el equipo con sus habilidades.

Y Diego seguro que confía en su hermana.

Sería insensato por parte de Carmen interferir más en esto.

Xenia dio unos pasos hacia adelante, su mirada se posó en Isidora, y a pesar de la sonrisa en su rostro, su forma de actuar fue dura, apagando gran parte del fuego arrogante de Isidora.

Por un momento, Isidora sintió que su imagen no era buena ante Xenia.

-Tú...-, dijo Isidora, dando un pequeño paso atrás inconscientemente, antes de decir, -¿Qué quieres? ¿Te he dicho la verdad para que te enfades?-

Al oír eso, Xenia aún sonrió ligeramente y dijo en voz baja, -¿Por qué tienes tanto miedo? No es que vaya a hacerte nada malo.-

Los miembros del equipo estaban sorprendidos en sus corazones.

Naomí se da cuenta de que Xenia es mucho más poderosa de lo que pensaba.

Al mismo tiempo, Naomí se encontró cada vez más lejos de Xenia.

Con eso en mente, Naomí bajó la mirada y miró la punta de sus zapatos, sin volver a hablar ni mover.

-Todos los que estáis aquí sois unos talentos extraordinarios, y atesoro la oportunidad de conoceros. Sin embargo, tengo otro rasgo, no estoy dispuesta a presionar a los demás. Aunque todos sois excelentes miembros, si alguno de vosotros no quiere trabajar en esta empresa, puede marcharse ahora. -

Al oír eso, las expresiones de esos tipos cambiaron inmediatamente, y Bianca pareció agraviada y comenzó a quejarse, - ¿Qué quieres decir con eso? ¿Intentas despedirnos? -

-No.- Xenia negó suavemente con la cabeza, -Nuestra empresa es muy liberal, si crees que mi empresa no es digna de ti, puedes irte por tu propia decisión y te pagaré el sueldo de este mes tal cual. -

-¡¿Ahora nos insultas?!-

-Espero que podáis entender una cosa. Aunque sois el excelente equipo que encontró el señor Diego, la persona que os pagará en el futuro seré yo. A partir de hoy soy tu jefa, los que puedan aceptarlo pueden quedarse, los que no, simplemente pueden irse. Como acabo de decir, aunque os vayáis, seguiré pagando vuestros sueldos de este mes.-

Las palabras de Xenia parecieron un rayo que estalló en la oficina. Pero ella actuó con calma, como si no le preocupara que se fueran a ir de verdad.

No le importaba el equipo en absoluto.

Los miembros del equipo estaban furiosos porque era la primera vez que los insultaban de esa manera.

Maya bufó, -¿Qué clase de jefa hay como tú? ¿Crees que eres tan increíble? ¿Cómo te atreves a ser tan orgullosa?-

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