-No me importa si hablas algo bueno o malo.-
Como ella ya había dicho su opinión, Xenia también dijo su opinión.
-Ahora eres de mi equipo. Tengo que visitarte cuando estás mala. Es la responsabilidad.- Cuando terminó las palabras, Xenia miró a Naomí y dijo, -Ya hemos traído la cosa. Ahora nos vamos.-
-Vale.- Naomí asintió y se fue después de Xenia.
Ernesto se sentía un poco avergonzado y salió con ellas. Tocó el pelo y dijo, -Perdón, Isidora es así. Solo habla palabras malas pero no es una persona mala.-
Xenia lo miró cuando estaba hablando.
Ese hombre parecía que era un hombre muy majo. Era muy diferente que Isidora. Parecía que no eran en el mismo mundo depende de su apariencia.
Isidora acabó de gritar a Ernesto. Pero todavía habló palabras buenas para ella. La amaba mucho.
Naomí no estaba contenta y dijo, -No nos importa si es buena o no. No la amamos como tú.-
-Lo siento mucho. Pido disculpas por ella.-
-No hace falta. Ahora nos vamos. Déjela descansar bien.-
-Vale. ¡Gracias!-
Naomí todavía no estaba contenta y siguió detrás de Xenia, -¡Que tonta es Isidora. Las palabras que ha dicho me hace enfadada.-
-No importa.- Xenia sacudió la cabeza.
-No entiendo qué estás pensando y quieres venir aquí.- Naomí se quejó en voz baja y se fueron juntas.
Al mismo tiempo Simón estaba tirando por Raquel. Estaba muy serio pero no se puso enfadado. Ya que la persona quien estaba cogiendo su abrazo era su tía. No podía hacía nada y la siguió a la planta baja.
-¿Tengo que ir?-
La voz de Simón vino detrás. Raquel miró a Simón y dijo, -¿Qué? Ya me has dicho que vas a ir. ¿Qué quieres hacer ahora?-
-…- Simón levantó la cabeza con frialdad.
Cuando levantó la cabeza, vio que una persona familiar pasó delante. Solo vio la media cara y luego la media cara fue bloqueada por la pared.
Simón solo echó una mirada y se puso muy emocionado. Quería ir allí a revisar.
Pero Raquel estaba cogiendo su manga y estaba mirando a Simón con enojo. Cuando Simón miró hacia atrás, vio la cara enfadada de Raquel y ella dijo, -¿Adónde quieres ir? Ya te lo he dicho que hoy estoy muy seria, si otra vez tú…-
-¡Déjame!- Simón gritó con frialdad.
Raquel pensaba que no quería ir a la cita a ciegas y quería huir. Así lo cogió con fuerza y no dejó su mano.
Simón no sabía qué hacer y le quitó la mano muy fuerte. Caminó adelante rápidamente y oyó que Raquel gritó por sorpresa. Solo paró un poco y caminó rápidamente adelante.
Fue la cara.
¿En real vino a la Ciudad Norte?
Cuando Simón llegó a la planta baja, no estaba la persona. Simón buscó hacia adelante y alrededor pero no la vio.
Las otras personas pensaban que era raro y lo miraron con miradas confundidas. Pero Simón se quedó quieto allí pensando.
Durante tanto años, vio dos veces su cara estos días.
¿Había vuelto a la Ciudad Norte? ¿O tuvo la ilusión?
*
En la cafetería.
La chica y su madre ya estaban esperando en la cafetería.
-Bianca, la tía Raquel me ha dicho que su sobrino no es muy amable. Pero es normal. Es director de un grupo grande, así…-
La chica era Bianca Fraga y su madre la llevó a la cafetería.
-Mamá, está bien si no es muy amable. Lo importante es que no se enfade sin razón. Ya sabe que a veces también tengo mal genio. Pero no me enfado sin razón. Tenemos que combinar varias condiciones para ver cómo está esta persona.-
La madre de Bianca asintió la cabeza y dijo, -Siempre eres muy lista. Si ya piensas bien, no estoy preocupada por ti.-
-Ya han llegado.- La madre de Bianca levantó la cabeza y miró por la ventana. Cuando vio la persona conocida, se puso muy contenta, -Ya viene la tía Raquel.-
Bianca levantó la cabeza a ver.
Conoció a Raquel porque su madre y Raquel eran colegas muy cercanas. Antes la vio unas veces.
Entonces Bianca la recordó muy rápido y vio a Simón que estaba al lado de Raquel.
El hombre era muy alto y siguió detrás de Raquel con una cara muy seria. No tenía sonrisa en su cara pero se quedaba más guapo.
Bianca solo lo echó una mirada y sentía que los latidos de su corazón se habían acelerado mucho.
Se quedó allí y preguntó, -¿Es el sobrino de la tía Raquel?-
La madre de Bianca sonrió y dijo, -Creo que sí. Tu tía Raquel solo puede traerlo aquí.-
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