Esposa falsa de Simón romance Capítulo 479

Los ojos de Simón eran tan fríos que la enfermera no pudo evitar un escalofrío, dudando si lo había interpretado la risa mal.

Después de mirarlo más de cerca, se dio cuenta de que Simón sostenía con fuerza la mano de la mujer a su lado, ya que lo reaccionó al instante.

A pesar de que estaba herido, su novia compañada de él, así que sería extraño que no se alegrara.

Por eso la enfermera hizo como si no supiera nada, y giró la cabeza para ocuparse de otras cosas.

En el hospital, Simón fue llevado a la sala de urgencias, porque la herida de su espalda era demasiado grave.

Xenia no podía entrar, así que Simón tuvo que soltarle la mano cuando entró.

La miró fijamente mientras dijo, -Espérame.-

Antes de que Xenia lo prometiera, él ya se había empujando a la sala de urgencias.

La puerta se cerró.

Xenia se quedó parada un momento, se dio la vuelta lentamente y se marchó.

En este momento, la compañía debía estar en un lío y había cosas que tratar por parte de Bianca. Simón ya había llegado al hospital, así que dejó que los médicos le trataran las heridas.

No serviría nada que ella se quedara aquí.

Así que Xenia volvió rápidamente a la empresa, donde los policías ya habían llegado y Naomí se estaba comunicando con ellos sobre la situación. Cuando Xenia llegó, también comunicó la escena que había visto en ese momento a los policías en general.

-Señorita Xenia, hemos conocido la situación general, pero todavía necesitamos molestarla para que vaya a la comisaría con el herido a tomar una declaración. Si el herido está muy mal, también podemos esperar a que se despierte para hablar de ello. En cuanto a la asesina que dijiste que había dañado a otro de propósito, iremos a transferir el video y luego lo rastrearemos.-

Xenia tenía poca expresión en su rostro y dijo, -El video es una prueba, pero todavía pido que se encuentre a alguien para que la detenga ahora. Tiene el ácido sulfúrico en sus manos y me preocupa que volviera a herir a gente.-

Lo que significaba que Bianca era una presencia peligrosa. Los policías se miraron entre sí y todos asintieron con comprensión.

-Muy bien, lo entendemos.-

-Buen trabajo.-

Después de eso, Xenia fue con ellos a la comisaría para hacer una declaración. Cuando salió, se encontró con Diego y Naomí, que se puso al lado de Diego y dijo antinaturalmente, -Este asunto es tan grave que me he decidido a decirlo a tu hermano.-

Xenia se quedó sin voz.

Parecía que ella iba a reprenderse.

Efectivamente, Diego la miró con una mirada fría y hosca, -¿Es por él?-

Xenia respondió, -Hermano...-

-Deja de encontrarte con él. Has dicho que te encargarías de esto por tu cuenta, pero ahora casi te tira el ácido sulfúrico la rival tuya.-

-Fue él mismo en vez de mí quien se ha dañado por el ácido sulfúrico y ahora está en el hospital.-

-Eso es lo que se merecía.- Diego dijo con total despreocupación, -Es normal que asuma la responsabilidad de su deuda propia. De lo contrario, no sabes de nada. Xenia, dejes de encontrarte con él.-

Xenia pensó un momento y parpadeó, -Hermano, ahora él está en el hospital y está malherido.-

-Eso es asunto suyo.- Diego terminó con voz severa y de repente le apretó la mano, -Ven a casa conmigo.-

-¡Hermano!- La cara de Xenia cambió y respondió, -No puedo volver contigo ahora.-

Tirando de ella hacia fuera, Diego no pudo evitar volverse la cabeza al oír esto y preguntó con una mirada llena de intimidatoria, -¿Qué? ¿Acaso quieres ir al hospital a visitarlo?-

-¡Sí!-

-¡Tú!- Diego entrecerró los ojos peligrosamente, -¿Sabes lo que estás haciendo ahora? Ese hombre... -

-No me importa lo que pienses ahora, hermano. Pero él fue herido por salvarme, no puedo dejarlo en el hospital sin atención. No puedo no ser benevolencia.-

Después de pensar en ello, Xenia recogió las emociones y subió al coche.

En el hospital.

Habían pasado varias horas desde que Xenia regresó para ocuparse de las cosas. Y la puerta de la sala de urgencias estaba abierta, así que Xenia se dirigió a la recepción para preguntar a cuál sala le habían enviado a Simón.

Después de que la enfermera le dijera el número de la habitación, fue a buscarlo.

En el frío cuarto, solo estaba Simón.

Cuando se dirigió a la puerta, Xenia lo vio sentado con el rostro indiferente.

Con la mitad del contorno de sus rasgos oculto bajo la luz, se vio deprimido...

Xenia frunció los labios y luego entró con una ligera tos.

Al oír el sonido, las pestañas de Simón se agitaron ligeramente antes de alzar la mirada hacia ella, y esta mirada al final fijó en su esbelto figura.

-¿No te dije que no te fueras?-

Xenia no lo respondió.

Este hombre, era tan vengativo que todavía lo recordaba hasta ahora.

Se limitó a acercarse y explicar, -La empresa está demasiado caótica y, como Bianca te hirió, tengo que ir a la comisaría a declarar, así que... -

-¿Todo esto es más importante que yo?-

Parecía enojado, Simón preguntó de repente.

Xenia se congeló en su lugar.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón