-No.- Xenia negó con la cabeza, -No soy yo el que resultó herida.-
Al escucharlo, Isidora abrió los ojos confundida, -Naomí me dijo que no estabas herida, pero Bianca dijo que ella te había salpicado el ácido sulfúrico. Esa mujer es aterradora, y nunca debería convertirse en nuestra cliente en el futuro.-
-¿Cliente?- Xenia pronunció esta palabra levemente, y luego sonrió, -Imposible. incluso si ella quisiera ser nuestra cliente en el futuro, probablemente no tendría la oportunidad.-
Cuando ella salpicó el ácido sulfúrico, no hizo daño a Xenia, sino a Simón.
Según lo que conocía de Simón, debería ponerla en un aprieto, ¿no? Además, incluso si Simón no la castigara, Xenia la vengaría.
Al pensar que la espalda de Simón estaba tan herida, Xenia se sintió muy enfadada.
-¿Qué significa esto? ¿Has encontrado la solución?- Isidora le preguntó.
-Ella debería ser arrestada en la comisaría por hacer daño a otros deliberadamente. Será castigada sin que yo la vengue.- Xenia de repente sintió un poco de dolor entre las cejas, y pellizcó la parte en medio de sus cejas con fuerza.
Al ver esto, Isidora le dijo levemente, -No dormiste bien anoche, ¿verdad? Tengo aceite refrescante. Si te lo pones un poco en la frente, podrá sentirte mejor.-
Isidora abrió su bolso, sacó una botella de aceite refrescante y se la entregó a Xenia.
Xenia miró esta botella y frunció el ceño inconscientemente.
A ella... no le gustaba el olor de este aceite.
Entonces ella no extendió la mano para recogerla, solo sonrió a Isidora, -Gracias, pero estoy bien. Solo necesito un descanso.-
Isidora la miró fijamente por un rato, y luego preguntó de repente, -No te gusta el sabor de esto, ¿verdad? No te preocupes. No me gustó al principio, pero este aceite funciona efectivamente. Te lo pongo a ti.- después de hablar, abrió la tapa directamente. Lo sacó en la mano y lo puso a Xenia en ambos lados de la frente.
Xenia estaba un poco harta de tal comportamiento, porque no está tan estrecha con Isidora. Sin embargo, inesperadamente ella...
Sin embargo, aunque Xenia se fastidió de eso, todavía no lo expresó. Sabía que Isidora también se preocupaba por ella de verdad. Si mostrara un poco de expresión impaciente en este momento, le haría daño.
Cuando Isidora se retiró, ella le sonrió a Xenia, -Pruébalo, tal vez se sienta mejor por un rato.-
Xenia también le sonrió, -Gracias.-
Isidora se veía un poco avergonzada. Cuando pensó en algo, llevó la contraria y dijo, -Yo, no estoy preocupada por ti. Solo tengo miedo de que no puedas concentrarte en tu trabajo debido a tu mente inconsciente.-
En este momento, la puerta del ascensor se abrió y Isidora salió corriendo.
Xenia se quedó atonta.
Cuando regresó a la oficina, Naomí estaba trabajando en su escritorio. Al ver que Xenia regresaba, inmediatamente se puso de pie, -Dios mío, pensaba que ibas a quedarte en el hospital durante 24 horas. Creo que olvidas cómo regresar.-
Al escuchar su broma, Xenia no pudo evitar mirarla fijamente, -¿Cómo? ¿No te preocuparías por ti si me quedara en el hospital todo el día? ¿Incluso te burlas de mí?-
-¿Qué va?- Naomí sonrió, -¿por qué me preocupo por ti solo te quedas en el hospital sin herida?-
-Entonces, aun cuando no estuviera herida, ¿acaso no estuve ocupada durante toda la noche?- diciendo es, Xenia extendió la mano y le masajeó su propio cuello y hombro. Se apoyó en una silla y durmió incómodamente anoche. Se sintió doloroso todo el cuerpo. Hasta este momento, todavía le dolió la vértebra cervical.
-Vale. Estoy bromeando contigo. Si me preocupara por ti, no estaría en tu oficina para manejar el trabajo por ti ahora. Puedes regresar hoy y me encargo de eso. Toma un buen descanso. Estoy segura de que irás al hospital por la noche.-
Xenia no pudo evitar sospechar en el corazón, “¿Por qué siento que me he metido en la trapa otra vez?” Pensando en esto, Xenia se metió la mano en el bolsillo y entrecerró los ojos para mirar a Naomí.
Mirando el identificador de llamadas, era Florencia.
¿Por qué esta chica le llamó?
Pensando en esto, Xenia la contestó, -¿Hola?-
-¡Ah, Diosa, finalmente contestas la llamada!- la voz de Florencia era muy ansiosa.
Xenia frunció ligeramente el ceño y siguió secándose el pelo, -¿Qué pasa?-
Florencia dijo con urgencia, -Sé lo que hizo Bianca. ¿No estás herida?-
-No.- Xenia negó directamente.
Al escucharlo, Florencia finalmente dio un suspiro de alivio, pero después de un tiempo volvió a ponerse nerviosa.
-Llamé a mi prima y no me contestó. Te dije que ella no era una persona buena, así que deberías tener cuidado.-
-Bien, lo sé.-
Florencia le continuó explicando, -Lo siento. No esperaba que existiera tal tipo de rencor entre tú y ella antes. Es la culpa mía. Si no me la hubiera convertido en nuestra cliente, no habrá sucedido tal accidente.-
Al escucharlo, Xenia consideró lo que sucedió antes y luego le dijo en voz baja, -No es tu culpa. Sin ti, ella me provocaría problemas tarde o temprano, siempre que Bianca tenga una cita a ciegas con Simón.-
El carácter de una persona no cambiaría de repente.
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