Esposa falsa de Simón romance Capítulo 529

En el coche silencioso, se aceleró de repente la respiración de alguien.

Simón le estrechó la mano y apretó los dientes, -¿Y qué pasará? Mientras la foto sea tuya, eres mi esposa.-

Xenia sonrió leve y suavemente retirando su mano.

-Entonces estás equivocado. No somos marido y mujer en la ley, ni siquiera en la realidad. Además, me diste un contrato en ese entonces. ¿Te has olvidado de estos?-

En cuanto a ese contrato, se le hizo la cara a Simón aún más fea.

Fue él el que le entregó el contrato a ella, pero lo usó como la razón para rechazarlo. ¿Estuvo cavando su propia tumba?

-Simón Freixa, ¿por qué monopolizas a los demás con tu propio poder? Tengo que darte cualquier que pidas. Tengo que irme fuera si no me necesitas. ¿No fue suficiente el daño que me hiciste hace cinco años? ¿Intentas repetirlo? ¿Quién te dio la confianza para que pensases ... que volvería a acompañarte? Sólo tengo una vida. He tenido lo claro bastante en los últimos cinco años. Si quiero comenzar mi vida de nuevo, tendré que alejarme de ti, muy lejos.-

Esas palabras firmes e insensibles convirtieron el color del rostro de Simón de un azul hierro a pálido.

-Frida ...- Llamó él su nombre anterior inconscientemente, -Escúchame. Lo que pasó en ese entonces ...-

Y Xenia, que pareció fue estimulada, de repente le dijo bruscamente, -¡No digas ese nombre! Frida Casaus ha muerto hace cinco años! La persona que está frente a ti ahora es Xenia Leguizamo. Mi apellido es Leguizamo. No es Casaus. Así que lo tomamos como una farsa lo que habíamos interpretado. Por favor ... no intervengas por la fuerza en mi vida en el futuro -.

Después de decir eso, Xenia quiso empujar la puerta del coche, pero descubrió que aún estaba cerrada. Ella le dijo enojada, -Ábremela.-

No se movió.

Xenia lo hizo por sí misma, y Simón le estrechó la mano de nuevo, -Te pido disculpas.-

Los movimientos de Xenia se detuvieron. -Te dañé hace cinco años, pero en ese momento ...-

-¿Lo sabes?- Xenia levantó la cabeza de repente, -No quiero saber qué razón me trataste así en ese momento. No he preguntado ni he investigado en estos años porque no quiero saber de verdad, porque solo sé que lo hiciste, así que ... no quiero preocuparme en absoluto por el proceso. No importa si fuiste forzado o tuviste dificultades. No quiero perdonarte.-

Ella nunca había creído que las dificultades pudieron hacer que se hagan cosas irracionales.

Entonces, en su principio, solo prestaba atención al resultado, no al proceso.

Había dolor en los ojos de Simón. Esa mujer era aún más obstinada y difícil de tratar, diferente de lo que había imaginado, pero simplemente le gustaba su carácter, que era demasiado obstinada, demasiado fuerte.

Además, solo admitía lo que había creído.

-¿Qué debo hacer entonces?-, Simón rió en voz baja, que era una risa de autocrítica, -No quieres perdonarme, pero no quiero abandonarte. No quiero rendirme en esta vida.-

Sin duda alguna, esas palabras conmovieron profundamente a Xenia.

Se mordió el labio inferior, -Entonces mantente alejado de mí observándome. No me afectes la vida. Y ...-

Pensando, añadió otra frase, -¡No te permito dañar a mi familia!-

Simón pensó en el principio que estaba hablando de Diego, pero después, pensándolo bien si ella mencionase de Diego, lo diría un momento antes en la última conversación. Además de Diego, ¿de quién estaba hablando?

Simón recordó de repente la voz del niño que escuchó por teléfono en el hospital ese día.

Llamó a su mamá con una voz muy infantil. En ese momento, se vieron la suavidad y gentileza en las cejas de Xenia.

A ese niño lo puso en la cúspide de su corazón.

Simón se sintió muy incómodo al pensar que se casó embarazada con el hijo de su exmarido y luego lo protegió desesperadamente para que se quedase el niño. Sin embargo, ¿qué podía hacer?

La amaba a la mujer frente a él, incluso si hay hijos de otras personas, ¿qué pasaría con eso?

Pensando en eso, Simón le dijo con dificultad, -No dañaré a tu familia. Ese niño ...-

Al escuchar que mencionó al niño, el rostro de Xenia realmente cambió, -¿Me investigaste?-

Simón de repente sintió que algo andaba mal con ella cuando mencionó al niño, y que las siguientes palabras también eran muy extrañas.

¿Por qué tuvo que enfatizarle que este niño era suyo?

Simón se volvió gradualmente un poco sospechoso. ¿Quizás debería haber pedido que investigasen lo que pasó?

Pensándolo otra vez luego, precisamente le prometí que no la investigaría.

Maldita sea. Ella restringió en realidad todos sus pensamientos y acciones.

-Puedes ser mi cliente, pero no podemos volver a la relación anterior. Si lo que ocurrió hoy vuelven a suceder, nos veremos en la corte directamente. Simón Freixa, espero que recuerdes lo que dijiste, que jamás me investigarás.-

Después de hablar, extendió la mano directamente para abrir el bloque. Esa vez Simón no la detuvo.

Después de que Xenia lo hizo, abrió la puerta y se fue.

Simón estaba sentado en el coche, pensando todavía en lo que acababa de decir Xenia.

Por un momento, frunció el ceño y sacó su móvil para llamar a Rafael.

Tendría curiosidad si no lo investigase, ¿pero violaría el acuerdo con ella si hiciese la investigación?

"Simón, ¿le acabas de prometer y lo olvidaste en un instante?"

"Hacerlo solo hará que ella te odie aún más."

Al final, se le cayó débilmente la mano a Simón.

Por primera vez, se sintió tan frustrado

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