Xenia no dijo nada, sólo frunció sus labios rojos y pensó en cómo había rechazado antes la oferta de cita a ciegas de Diego.
¿Acaso le dijo a alguien que viniera a la cita a ciegas en casa?
Pero, si realmente era una cita a ciegas, no había necesidad de recoger a Bernabé
Tal vez las cosas eran más complicadas de lo que ella pensaba.
Naomí dijo, -¿No te dijo la razón tu hermano?-
Al oír eso, Xenia se encogió de hombros, -¿Qué te parece?-
-Vamos.- Después de decir eso, Xenia se dio la vuelta y se fue. Naomí se apresuró a seguirla y la tomó de la mano, -Realmente quieres volver, ¿eh? Tengo una sensación inquietante, siento que esta vez no es tan simple, ¿voy a ver la situación? ¿Vuelves primero a comer y a descansar?-
Xenia miró con impotencia a Naomí, -¿No te falta un poco de conciencia? Mi hermano ya ha recogido a Bernabé de vuelta, lo que significa que no es negociable que vayamos, ¿y ahora tú vas a ver la situación? El resultado será igual, vayamos directamente allí-.
-Bien, tu hermano no te va a hacer daño de todos modos-.
Las dos volvieron juntas a la casa de Leguizamo.
La casa de Leguizamo estaba en una zona separada, para llegar allí debían atravesar un camino bastante largo. Normalmente era muy solitario, pero hoy el camino estaba muy concurrido.
Naomí se sentaba en el asiento del copiloto mientras Xenia conducía. Estaba desconcertada mientras miraba que los coches les adelantaron.
-¿Por qué hay tantos coches hoy? No había tanta gente. Y conducen tan rápido, ¡qué mala educación!-
Xenia le miró de reojo, -¿No tienes fama de ser la más informada? ¿No podrías averiguar un asunto tan pequeño?-
Naomí respondió, -¿Cuándo he dicho que soy la más informada? Y aunque quisiera investigar, ahora mismo estoy en tu coche, ¿cómo quieres que investigue? no me dejabas cuando te dije que iría a explorar. ¡Ya! Me temo que habrá tráfico más adelante-.
No habría atasco. La carretera estaba abarrotada, pero no es para tanto.
Cuanto más avanzaban, más se fruncían las cejas de Xenia, y Naomí habló en el momento justo, -Oye, ¿me parece que estos coches van en la misma dirección que nosotras, no irán también a la familia Leguizamo, no?-
Al oír eso, Xenia frunció más el ceño mientras miraba los vehículos familiares y no dijo nada.
Sin embargo, Naomí comenzó a decir, -¿Qué día es hoy? ¿Por qué todos vienen a la familia Leguizamo? ¿Acaso habrá algún evento?-
¿Evento?
La cara de Xenia se volvió repentinamente un poco fea, sintió que había adivinado lo que Diego iba a hacer.
Cuando llegaron a la casa de Leguizamo, el aparcamiento ya estaba lleno, y había coches aparcados cerca de la entrada. También había mucha más gente en la puerta de la casa, que parecía muy animado.
Mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad, Naomí habló, -Es realmente animado, parece que la familia Leguizamo nunca había estado tan animada, ¿verdad?-
Antes de que Xenia hablara, alguien corrió de la entrada y se detuvo frente a su coche.
-Es Santino-. Naomí bajó la ventanilla del coche, -Santino-.
Él asintió y sonrió a Naomí. Luego miró a Xenia.- Señorita Leguizamo, deme las llaves del coche, yo conduciré hasta la parte de atrás por usted-.
Xenia se congeló por un momento y luego sacudió la cabeza, -No hace falta, Santino, estaré bien por mi cuenta-.
-Señorita Leguizamo, deme las llaves, el señor la está esperando-.
Xenia dijo, -Ya veo-.
Le entregó las llaves del coche a Santino, y luego salió del coche con Naomí. No llamaban la atención ya que ambas seguían llevando la ropa de trabajo.
Tras salir del coche, Naomí tiró su ropa y echó un vistazo a su alrededor.
Descubrió que las personas que bajaban del autobús llevaban todo tipo de vestidos, muchos de ellos en pareja, pero la mayoría eran solteros y hombres.
En Ciudad Norte, a excepción de Simón, el lugar en el que todos querían entrar era éste.
-Tío, ¿están aquí mamá y Naomí?-
-Si, la criada las llevó a cambiarse-.
-Ah, ¿entonces Bernabé puede ir con mamá más tarde?-
-Después de que el tío presente a tu mamá a todos, puedes ir con ella si está libre-.
-¿El tío está haciendo una cita a ciegas para mamá?-
-Espero que la gente de la Ciudad Norte sepa que ella es la hija de la familia Leguizamo, y que la compañía de tu mamá no es muy popular ahora, así que si ella conoce a más gente, la compañía puede crecer más y más en el futuro. ¿Entiendes lo que el tío quiere decir?-
-Vaya, entendido, el tío no sólo quiere presentarle hombres a mamá, sino que también quiere presentarle los clientes para su empresa-.
-¿No es cierto, tío?-
-Bueno, lo que digas-.
En la puerta principal de la familia Leguizamo
Un coche negro se detuvo allí sin hacer ruido, las ventanas negras ocultaban las sombras de las personas que estaban adentro.
-Simón, esta es la invitación obtenida de otros, ese Diego también es realmente astuto, esta vez los invitados son élites en el mundo de los negocios, especialmente hombres solteros en su mayoría. Así vemos su intención-.
Dentro del coche estaba oscuro, en la fila de atrás, Simón levantó su mano para desabrocharse revelando el nudo de la garganta y la clavícula encantadora, la máscara usada en su cara brillada por la luz. Bajo la máscara apareció una sonrisa maliciosa.
-Si quieres presentar a mi mujer a alguien más, tienes que preguntarme si estoy de acuerdo-.
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