Esposa falsa de Simón romance Capítulo 539

-Tú ...- Justamente cuando Xenia quería defenderse, los labios de la otra parte volvieran a presionar en cuanto abrió la boca, robándole brutalmente todo el aliento y bloqueando todas sus palabras.

La oscuridad le permitió reclamarla.

Xenia volvió lentamente a sus cabales y lo apartó con fuerza.

Simón retrocedió unos pasos, pero rápidamente volvió a acercarla. Sin embargo, en ese momento Xenia ya había encontrado rápidamente el interruptor de la luz a su lado y lo pulsó directamente.

Se recuperó la luminosidad.

Xenia observó mejor a la otra parte, y solo entonces se dio cuenta de que llevaba una máscara gris plateada, y que los adornos de los bordes le resultaban un poco familiares.

Obviamente, el brillo hizo que Simón se congelara por un momento, pero rápidamente reaccionó, sus ojos se entrecerraron bajo la máscara mientras evaluaba a Xenia sin decir nada.

Los dos llevaron un buen rato mirándose. Hasta un momento, Xenia frunció sus cejas bellas y dijo, -La decoración de tu máscara ...-

En vez de responderle directamente, Simón se le acercó y la miraba con cierta maldad, -¿No preguntas quién soy?-

Xenia no dijo nada.

Se le acercó aún más cerca, diciendo, -Parece que todavía no me has olvidado completamente aunque han pasado cinco años -

Lo que había dicho hizo a Xenia sentirse nerviosa como si Simón le hubiera leído la mente. Levantó la cabeza con un ligero pánico para mirarlo y preguntó, -¿Por qué has aparecido aquí vestido así? Si no recuerdo mal, no estás en la lista de invitados para esta noche, ¿verdad?-

-¿Oh?- La sonrisa en la cara de Simón se notó aún más y sus miradas se volvieron aún más malvadas. Le preguntó, -¿Has prestado atención especial para saber si estaba yo?-

Xenia se quedó sin palabras.

Probablemente fue porque estaba ebria que dijo tales palabras con tantos puntos débiles que habían sido aprovechadas por ese hombre .

Pensando en ello, Xenia simplemente dejó de hablar y lo miró con rabia.

No obstante, no sabía que acababa de ser besada por Simón, sus labios estaban un poco rojos e hinchados, además sus ojos reflejaban un poco de éxtasis, sus cejas estaban teñidas de un coqueto color vino, y este vestido... todo eso la hacía increíblemente bella esta noche.

En este momento ...

Simón miró a Xenia frente a él, y se movió su nuez de la garganta inconscientemente.

Una mujer tan hermosa... Sin embargo, había sido contemplada por otros hombres durante tanto tiempo.

Le cogió la mano bruscamente, y dijo con cejas fruncidas, -No puedes volver a ponerte esto delante de otros hombres-

Xenia frunció las cejas e intentó quitarse la mano, pero la mano de Simón estaba fijada a la suya como una cadena. Sintió molestia y dijo con cierta impaciencia, -Suéltame-

Simón no la soltó, sino que aprovechó para hacerle cosquillas en la palma de la mano y cruzar sus dedos ágilmente, sujetándole la mano con fuerza.

¡Este sinvergüenza!

Xenia estaba tan enfadada que apretó los dientes, si él no hubiera irrumpido, ella habría podido cambiarse de este pesado vestido. Incluso, ahora se le inclinaba tan cerca, casi dejándola sin aliento.

Él tampoco dijo nada, y parecía estar disfrutando del ambiente, con sus ojos oscuros mirándola fijamente.

Ni siquiera se movía.

Por sus miradas tan ardientes, Xenia sintió que casi se le quemaba la cara.

Le miró con enfado, y fue molestada sin razón por la máscara que llevaba en la cara, así que alargó la otra mano para arrancársela.

Antes de que su mano pudiera tocarlo, fue detenida por la otra mano de Simón.

-¿Has oído lo que había dicho ?-

Parecía que su mundo giraba en torno a ella.

-¿Incluso has intervenido en el vestido que encarga Diego?-

Xenia levantó la cabeza y le presionó con sus miradas,

Simón se quedó atónito, un poco nervioso al ver sus miradas interrogativas en sus ojos, y sus finos labios hablaron inconscientemente, -¿No te gustó?-

Antes de que ella respondiera, Simón añadió, -¿Entonces no lo haré más, o te preguntaré su opinión antes de hacerlo?-

-Simón, ¿cuándo te volviste tan humilde?- Xenia finalmente no pudo evitar burlarse de él, diciendo, -Prefiero que me trates como antes, con la boca llena de mujer de segundo matrimonio, tratándome como una mujer vanidosa, quien anhela por dinero-

Sin embargo, de repente sonó una música melodiosa, extraordinariamente clara y suave en el silencioso camerino.

Xenia la escuchó y reconoció que era una pieza de conjunto cadenciosa, adecuada para bailar.

La mano de ella fue tomada, y Simón rodeó su cintura con su otra mano. Se escuchó su voz ronca, -Estás vestida tan bien que es un desperdicio no bailar, ¿no lo crees?-

La música sonaba continuamente, sin intención de parar, y era obvio que todo esto era justo lo que Simón había preparado.

Pero la música no sonaba por sí sola, así que seguramente él todavía tenía “cómplices” pagados aquí.

Xenia apretó sus labios, queriendo rechazarlo cuando ya la estaba llevando a bailar.

Al principio quiso negarse, pero los ojos de Simón eran como mágicos, lo que hizo que perdiera poco a poco su resistencia y siguiera sus pasos al ritmo de la melodía.

Xenia pensó que tal vez en este momento pudiera olvidar los buenos y malos del pasado.

Solo en este momento.

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