-¿Te vas a casa ahora? Te llevaré. -Después de que Óliver pagó la cuenta, salió de la cafetería con ella y luego sacó la llave del coche.
Xenia negó con la cabeza, -No. Tengo otras cosas. No voy a casa-.
-¿Qué tienes que hacer? ¿Te llevo? No tengo nada que hacer este fin de semana después de todo. -
Xenia frunció el ceño y le dijo, -No es necesario en realidad. -
Óliver la miró y sonrió levemente, -Me rechazaste de esta manera. ¿Acaso no me perdonaste? -
Decir eso la avergonzó verdaderamente. Xenia le contestó, -Vicepresidente Óliver, lo que dijo me hundió en el quinto círculo del infierno. Solo tengo otras cosas que hacer. No le molesto que me lleve. No es ... -
-¿Vicepresidente Óliver? -, Óliver parecía un poco desanimado, -En realidad solo consideras la relación entre nosotros como cooperación. -
-No pasa nada. De todos modos, debería haber muchas oportunidades para reunirnos en el futuro. Espero que puedas aceptarme lentamente. Si no quieres que te lleve hoy, entonces no te forzaré. -
Al decir eso, Óliver le dio una palmada en el hombro y sonrió, -Ten cuidado. Puedes llamarme si necesitas. -
Después de que los dos se despidieron, Xenia llamó a un coche y regresó al supermercado cerca de la residencia. Antes de entrar, incluso dio una mirada al móvil. Al ver que Simón no le había enviado un mensaje, se sintió aliviada.
Tal vez se hubiese cansado recientemente, por lo tanto, estaba descansando en ese momento.
Comprando los ingredientes en el supermercado, Xenia pensaba en lo que Simón había hecho por ella recientemente, por eso, casi todos los ingredientes que compró estaban especialmente destinados al gusto de Simón.
Al final, no se le pudieron evitar engancharse los labios a Xenia.
“Olvídalo. Tómalo como un suplemento. Al fin y al cabo, ha estado muy cansado recientemente.”
Después de pagar el dinero, Xenia cogió la bolsa en la mano y salió. Luego caminó de regreso a la residencia. Se subió directamente al ascensor y sacó el móvil para enviar un mensaje de Whatsapp a Simón.
-¿Estás despierto? -
Debido a que estaba en el ascensor, no había señal y el mensaje se enviaría automáticamente cuando saliese. Por consiguiente, Xenia volvió a guardar el móvil en el bolsillo después de enviarlo.
Fijó la mirada al botón de piso, viendo que estaba a punto de llegar. Hizo una respiración honda. Y en cuanto se abrió la puerta del ascensor, salió fuera con la bolsa.
Tan pronto como salió del ascensor, oyó un pitido de mensaje de Whatsapp.
Ella soltó una voz extraña. Cuando quería sacar el móvil para ver si Simón le había contestado, notó una figura esbelta por el rabillo del ojo.
Xenia se detuvo y luego miró al hombre.
Se apoyó contra la pared con los brazos cruzados al frente del pecho con el móvil en la mano. Se vio la interfaz de Whatsapp en la pantalla, que era el mensaje que ella le había enviado. Y él se quedó allí con el móvil. La miraba con la cara como una nube oscura.
Xenia lo miró durante tres segundos antes de mover los labios.
-¿Tú, estás despierto? -
Simón no le respondió. Sus labios finos estaban apretados con fuerza y sus ojos se encontraban tan fríos como una cueva de hielo.
-Si te despiertas, pasa a almorzar. Bajé las escaleras y he comprado algunos ingredientes. -Xenia se dio la vuelta con algo de conciencia intranquila para presionar el código, y luego abrió la puerta.
Dándose la vuelta, vio a Simón que se ponía todavía de pie allí. Instó, -¿Entras? -
Pasaron unos tres segundos antes de que Simón diese un paso adelante, pero todavía tenía la cara fría y también lo cubría el aura sombría de su cuerpo.
Después de verlo entrar por la puerta, Xenia frunció el ceño refinado y la cerró, pensando que algo andaba mal.
Simón tenía la tez muy mala. ¿Era porque ella no le avisó cuando salió? Pensando en eso, se volvió y miró la espalda de Simón.
Ella frunció el ceño, -¿Es solo porque salí y no te lo dije? No lo hice a propósito. Te lo expliqué justo antes. Solo quería que descansases un poco más, así que ... -
Explicando, las palabras de Xenia se detuvieron repentinamente.
¡No es así!
La emoción y la vista de Simón no estaban normal.
La mirada era tan feroz como una bestia salvaje, como si quisiese destrozarla. Parecía que había cometido un error muy grave.
Sin embargo ... obviamente, solo fue a comprar algo. ¿Por qué le fijaba a ella esa mirada?
Xenia no pudo evitar tragar saliva. Acaso ... ¿había sabido lo que había hecho?
Pero ella no recibió el mensaje de Whatsapp de Simón en el camino. Habría debido estar durmiendo.
Pensando en eso, Xenia extendió la mano, tocó el pecho de Simón con cautela y suplicó en voz baja, -Yo, yo tengo que cocinar. Otras cosas ... ¡ah! -
Antes de que terminase sus palabras, Simón le sujetó la muñeca con la mano abruptamente tan fuerte que casi la aplastaba. Xenia exclamó por el dolor, -¿Qué estás haciendo? Déjame. -
Simón no solo no la soltó, sino que la apretó con más fuerza.
-¡Me duele! -, Se quejó Xenia, tratando de alejarse de él.
No obstante, Simón dio un paso adelante y la reprimió contra la dura puerta. Su voz era tan fría como el hielo, -¿Aún sientes el dolor? -
Xenia frunció el ceño refinado, -Tonterías, ¿cómo yo podría ...? -
-Jaja-, se burló Simón fríamente, -Pensaba que eras una mujer despiadada e incluso sin corazón. ¿Cómo sabrías qué es el dolor? -
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