Esposa falsa de Simón romance Capítulo 636

Xenia se sobresaltó, sus orejas se sonrojaron al instante, y luego trató de retirar la mano cuando Simón curvó los labios finamente y dijo, -Si realmente sientes algo por mí, quédate conmigo y no tengas nada que ver con ese hombre.-

Al escuchar esto, Xenia frunció el ceño como si presintiera que algo iba mal. -¿Estás diciendo esto sólo para que me dé pena?-

-No te estoy mintiendo, ¿qué hay de malo en sentir sentir mucho cariño por mí?- Simón rio y susurró, -Siéntate y come, la comida de los aviones no es buena.-

Xenia se quedó helada, sí, la comida del avión era muy mala, si no comía aquí ahora entonces no podría comer más en el avión después.

Sin embargo, después de escuchar lo que Simón había dicho, ella realmente no tenía ningún apetito.

Xenia sacudió la cabeza al pensar en ello.

-Olvídalo, ahora mismo no tengo apetito y no quiero comer.-

Simón se quedó callado un par de segundos y se levantó tras ella, -Entonces, haz la cuenta y quédate a comer en el avión más tarde.-

Xenia se quedó sin palabras.

Después, Simón la llevó a la recepción y pagó la cuenta, y luego los dos salieron juntos del restaurante.

-Es una pena que sólo hayamos tomado dos bocados de lo que hemos pedido.- Xenia no pudo evitar decir con un suspiro cuando salió.

Al oír eso, Simón enarcó una ceja, -Entonces, ¿volvemos a recogerlo para llevar?-

Xenia fingió que no había dicho nada.

Los dos volvieron a esperar el avión, y poco después de sentarse, Xenia no pudo resistirse a preguntar, -¿Te has lesionado la pierna? En aquel entonces, ¿le dolía mucho? ¿Fue grave?-

Xenia ni siquiera se atrevió a mirar a Simón cuando ella hizo esa pregunta, temiendo haber dado en el clavo con él.

Quién lo diría, una suave carcajada llegó desde atrás, Simón se inclinó y golpeó su barbilla sobre el hombro de ella, -¿Por qué no te atreves a mirarme? Si quieres preguntar, puedes hacerlo abiertamente, soy tu hombre, ¿qué más no puedes decirme?-

Las orejas de Xenia se sonrojaron y apretó los dientes, -¿Quién dijo que eras mi hombre? No te he reconocido.-

-Después de conocer a la mujer, tendrás que admitirlo aunque no quieras.-

Después de decir eso, Simón no pudo esperar a que Xenia dijera algo más antes de salir y explicar, -En realidad, yo no estaba lisiado en absoluto por aquel entonces.-

-¿Qué has dicho?-

Ella pensó que había escuchado mal, que no había sido lisiado en ese entonces...

-¿Dices que no eres discapacitado en absoluto? Entonces, ¿por qué estás en una silla de ruedas todo el tiempo?-

-Por fuera, estoy lisiado, pero en realidad ... siempre he estado bien físicamente. Sólo cuando mi pierna quedó invalidada, Leonardo bajó la guardia contra mí. ¿Cómo crees que he conseguido el puesto de Jefe del Grupo Freixa? Aunque mis habilidades estuvieran por encima de las de Óliver, con su cautela, todavía tenía una forma de conseguir que los directores me derrocaran al principio, hasta que me hice con el control de toda la empresa y él se quedó sin poder hacer nada.-

Los labios de Xenia se movieron suavemente, sintiendo que su pecho vibraba lentamente.

Por aquel entonces ella pensaba que era un lisiado y solía cuidar de él porque Nico le llamaba incompetente y ella iba a discutir con el otro bando por él e incluso le tiraba el café a la cara, sin darse cuenta de que ...

¿En realidad sólo estaba fingiendo ser lisiado?

Al pensarlo, Xenia no pudo evitar mirar las piernas del hombre.

No era de extrañar que, cuando había buscado antes en el extranjero sobre él, Xenia se hubiera alegrado por él cuando se enteró de que su pierna había recuperado la salud.

Pero ella no esperaba que este hombre resultara haber estado fingiendo todo el tiempo.

Simón se quedó sin palabras.

-Recuerdo cuando me dijo que estaba embarazada de tu hijo. ¿No es esta su deuda de amor?-

-¿Te lo crees?-

Xenia apartó la mirada. Se lo había creído hace cinco años, porque en aquel momento Sofía llevaba el par de pendientes rosas que le había comprado este hombre.

Pero cuando se calmó y pensó en ello, ella decidió que simplemente no era posible.

Porque todo lo que hizo Sofía entre bastidores era tan deliberado, que podía detectar lo que estaba mal si lo analizaría con el corazón.

Pero en aquel entonces probablemente ella confiaba demasiado en Sofía y no lo suficiente en Simón, así que ...

Al pensar en aquella relación de amor-odio de entonces, Xenia cerró los ojos un poco cansada, y Simón, detrás de ella, se asustó un poco al ver que no decía nada durante mucho tiempo.

-Eso fue una mentira de su parte, nunca la toqué, eres la única mujer que tengo.-

Xenia, -¿Sí?- Xenia pensó en algo y de repente abrió los ojos.

-¿De verdad no me estás mintiendo? ¿Seguro que soy la única mujer?-

La gente de atrás estaba tranquila.

Tras un largo silencio, él pareció hablar con cierta dificultad.

-Antes de ti, había otra ...-

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