Esposa falsa de Simón romance Capítulo 637

Se lo había preguntado con insistencia, y cuando le oyó admitirlo tan rápidamente, la respiración de Xenia se detuvo momentáneamente, pero los latidos de su corazón aumentaron repentinamente su ritmo.

-¿Había otra?- Ella preguntó mientras sus labios se movían.

-¿Quién era?-

-No lo sabía.- Simón se lo pensó, ya lo había dicho, así que mejor que se sincerara.

-Yo tampoco lo reconozco.-

Xenia, -¿No lo reconoces? Entonces, ¿cómo hiciste ...?- Se encontró respirando un poco fuerte, cuando Bernabé creció más y más, pareciéndose cada vez más a Simón, por eso ella sospechaba, pero no podía creerlo en su mente.

Siempre se pareció que ese pensamiento y lo que sucedió esa noche eran simplemente ridículos.

Y había pasado tanto tiempo que ella no recordaba gran cosa de lo que había sucedido aquella noche lluviosa; todo lo que había sucedido aquella noche había sido tan repentino que ella había estado en un estado de confusión pasiva y había huido apresuradamente después.

Ahora, al oírle admitirlo él mismo, Xenia sintió que el corazón casi se le iba a salir de la garganta; una cosa era adivinar con seguridad, pero otra era oír a Simón admitirlo.

Xenia se mordió el labio inferior.

-Me drogaron esa noche.- Simón la abrazó, -Pero después de ella, tú eras todo lo que tenía, y siempre lo serás.-

-Espera.- Xenia le interrumpió, -¿Dijiste que estabas drogado esa noche? ¿Eso significa que tocaste a esa chica porque no pudiste controlarte? ¿Así que habrías hecho eso a quien fuera entregado a ti en ese momento?-

Simón se quedó callado, ¿cómo iba a responder a esa pregunta?Realmente se pareció que la pregunta de Xenia era una trampa.

Si decía que sí, entonces Xenia pensaría definitivamente que era promiscuo y que tocaría a cualquier mujer. Pero si él decía que no, entonces ella definitivamente le preguntaría si tenía sentimientos especiales por esa mujer.

No se podía responder a ninguna de las dos cosas.

-¿Por qué no hablas?- preguntó Xenia con curiosidad al ver que se había quedado callado.

Lo que ella tenía en mente era efectivamente lo mismo que Simón acababa de pensar.

Las mujeres eran criaturas tan extrañas, él no sabía si otras mujeres eran así, pero Xenia sí.

Justo cuando Simón se esforzaba por saber qué decirle para no ofenderla, de repente sonó un anuncio en el aeropuerto, indicando que los que iban en ese vuelo estaban listos para embarcar.

En ese momento Simón se sintió tan liberado.

-Vámonos-

Xenia miró a su alrededor y vio que todo el mundo estaba levantado y listo para salir también, así que no dijo nada más y tuvo que seguir a Simón por la puerta.

***

Simón había comprado la clase ejecutiva, que no estaba tan llena y no había mucha gente alrededor. Después de sentarse, Xenia vio que no había mucha gente alrededor y recordó que Simón no había contestado a su pregunta antes, así que preguntó en voz baja, -No has contestado a mi pregunta hace un momento.-

Evidentemente era un momento tan tenso, que sentía que estaba a punto de escuchar la respuesta de Simón, y quería preguntar por el proceso pasado y confirmarlo de nuevo.

Pero en realidad fue interrumpido entonces.

Xenia estaba un poco alterada, y definitivamente esto no iba a terminar así.

Simón, por su parte, frunció el ceño con dolor de cabeza, no esperaba que ella lo recordara, así que sólo pudo inclinarse y cerrar los ojos y decir, -Descansa un rato, ya te contaré más esta noche en el hotel...-

Xenia estaba a punto de decir que no, pero entonces bajó la vista y vio las ojeras que él tenía, recordando que llevaba dos días y dos noches sin dormir, y que se suponía que podía ir a descansar cuando llegara hoy al país.

Pero debido a sus palabras, la había llevado al aeropuerto de nuevo sin dormir.

Las palabras que habían llegado a sus labios desaparecieron por sí solas, y Xenia no dijo nada más, sino que lo dejó descansar contra su hombro.

Dos días sin cerrar los ojos era realmente agotador.

-¿Nos vamos a quedar en casa del tío? Pero mamá me prometió claramente que no volvería a enviarme a otro lugar.-

Estaba un poco agravado, sintiendo que había hecho claramente un trato con Xenia, pero en una coyuntura importante, su madre trató de echarlo de nuevo.

-No.- Naomí hizo un gesto con la mano y negó sus pensamientos, -Esta vez no hace falta que vayamos a casa de tu tío a pedir una habitación, sólo tienes que venir directamente a casa conmigo. Tu mamá se va de viaje de negocios esta vez, y no vayamos con tu tío aunque no esté de viaje de negocios.-

Bernabé olió un indicio de algo inusual en esas palabras.

-¿Te has peleado con mi tío?-

Naomí explicó, -¡No! ¿Quién discute con él? Probablemente ni siquiera me tiene en la mirada, ¿Cómo se molesta en discutir conmigo?-

Los ojos de Naomí volvieron a enrojecer al pensar en aquella noche, y se sintió agraviada hasta la muerte por dentro.

Por primera vez había tomado la iniciativa de perseguir a un hombre así, sintiéndose como si hubiera barrido su dignidad ante este hombre, sólo para recibir la baja consideración a cambio.

Debía sentirse tan barato para seducir a un hombre.

Naomí respiró hondo y se esforzó por contener la rabia de su corazón.

-¿Realmente te gusta mi tío?- preguntó de repente Bernabé.

Justo en ese momento llegó el ascensor, y Naomí respondió mientras le llevaba de la mano al ascensor.

-Querido, no te preocupes por estas cosas de adultos, mis sentimientos por vuestro tío son verdaderos, pero cosas como los sentimientos no se pueden forzar, así que he decidido ...-

-¿Vas a abandonar a mi tío?-

Al oír estas palabras, Naomí se quedó paralizada...

"¿Realmente me voy a rendir?"

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