Cuando dijo esta frase, Xenia hizo hincapié en ella, como si quisiera demostrarle a Simón lo decidida que estaba.
Al ver su puchero, Simón extendió sus brazos y tomó la iniciativa de tomarla fuertemente entre sus brazos, con un tono cariñoso.
-No tendrás esa oportunidad, sólo haré que te enamores más y más de mí.-
Xenia regañó, -¿Quién te quiere? No creas que acepté reconciliarme contigo porque me gustas.-
-¿No?- Simón se dio cuenta de algo y levantó una ceja, -No porque te guste, ¿entonces por qué?-
Xenia dio un pequeño gruñido, -Porque seas descarado y sigas obsesionado conmigo.-
-¿De verdad?-
Xenia le miró con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido. -¿Quieres negarlo?-
-¿Cuándo lo he negado? Cualquiera que sea la razón por la que aceptaste volver conmigo, siempre es suficiente tener a ti de ... de mi lado.-
Xenia se quedó congelada por un momento.
Entonces, la cara del hombre se abrió más y más frente a su propio rostro antes de que Xenia volviera a recobrar el sentido con sorpresa.
Parecían estar a punto de besarse de nuevo.
-¡No!-
Xenia separó rápidamente la cara justo cuando sus labios estaban a punto de besarla, y los finos labios de Simón se posaron en su pálida mejilla.
Él tampoco se molestó, sus labios presionaron un suave beso en su mejilla antes de ir a presionar la parte posterior de su cabeza con una mano, moviéndose hacia sus labios rojos.
-¡No más!- Xenia se acercó a la parte delantera de su pecho y suplicó, -Ya estoy cansada.-
Al oír sus palabras, los movimientos de Simón dieron un golpe, y un momento después soltó una risa baja, -¿Todavía estás cansada después de un día de descanso?-
-¿Esto es una cosa que se puede resolver por un día de descanso?-
-Pero lo estoy pensando de hacerlo contigo otra vez, ¿qué debo hacer?-
La mano de Simón se deslizó a lo largo de su cintura, y Xenia se sonrojó levemente mientras presionaba la mano grande e indisciplinada de él hacia abajo, regañándolo en voz baja, -Basta. No quieres llevarme a esa mujer, ¿verdad? Entonces, ¿usar esto como una forma de entretener?-
Al escucharlo, la expresión de Simón se volvió inmediatamente seria.
-¿No me crees?-
-Entonces hazlo por mí, ayer salí del país contigo, y a estas alturas ...-
Simón la miró con impotencia y finalmente suspiró con fuerza, -Olvídalo, esta noche descansas temprano.-
Luego se levantó y fue al baño.
Xenia suspiró aliviada y volvió a tumbarse en su cama, pensando en algo, sacó apresuradamente su teléfono y tuiteó a Naomí. No esperaba que Naomí ya le había enviado un mensaje.
-El lado de Bernabé ya está cuidado.Que tenga una noche inolvidable.
Xenia se quedó sin palabras, pero se quejó de Naomí en secreto.
Guardó su cuaderno y una sonrisa involuntaria apareció en sus labios al recordar lo que acababa de decir a Simón.
Si ella dijera que no defraudara a Simón, no lo defraudar'ia.
Bernabé debería ser su hijo.
Xenia pensaba que la idea era ridícula cuando no podía creerlo y tenía dudas, pero ¿qué se podía hacer con la ridiculez?
Después de todo eso, lo que queda, aunque sea lo increíble que es, es la verdad.
Xenia pensó un momento y cerró los ojos.
Tendría que encontrar una oportunidad para establecer otra conversación con Simón más tarde para hacerlo.
-Simón.-
En la oscuridad, Xenia le llamó de repente.
-¿Qué?-
Xenia miró por la ventana la pálida luz de la luna y pensó en lo que tenía en mente preguntar, así que habló despacio, -Tengo una pregunta que hacerte, ¿me responderás?-
El hombre que estaba detrás de ella respiró profundamente, como si estuviera conteniendo algo, y pasó mucho tiempo antes de que se oyera su voz ronca.
-¿Cuál es el problema?-
-Dijiste que sólo había una mujer en tu vida, pero el otro día dijiste que había una antes que yo ...-
Antes de que las palabras salieran de su boca, ella sintió que la persona que estaba detrás de él se ponía rígida.
Xenia se congeló por un momento, "¿se está poniendo nervioso?"
Fue algo gracioso, y Xenia sólo pudo resistir el impulso de reír.
-¿Por qué estás nervioso?-
Se produjo un largo silencio desde el fondo.
-¿Qué quieres saber?-
-Quiero saber si esta persona que estaba antes de mí fue hace cinco años.-
Simón soltó una carcajada, - Claro que sí-
Ella resopló con incomodidad y volvió a preguntar, -¿Y hace cinco años cuándo? ¿Te acuerdas? ¿Qué día fue? ¿A qué hora? ¿Y en qué lugar? ¿Recuerdas cómo era ella? ¿Qué pasa con el proceso ...?-
Se hicieron varias preguntas seguidas, y el hombre que estaba detrás se quedó callado como la muerte.
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