Al escuchar eso, Naomí se congeló por un momento.
Entonces se le ocurrió algo y sus ojos brillaron al instante.
-¡Ah! ¡Bernabé!-
Chilló y luego extendió los brazos corriendo hacia Bernabé, mientras ésta se asustó tanto que trató de darse la vuelta y subir las escaleras. Por su sorpresa, escuchó a Naomí gritar, -¡Eres genial! Eres mi gnomo de la suerte-
Bernabé se sintió muy raro y se detuvo para mirar a Naomí.
-La sugerencia que acabas de hacer es realmente genial, ¿por qué no se me ocurrió antes? Diego es tu tío, así que no hay nada de malo en que lo visistes a menudo, ¿verdad? ¿Por qué debería dejar mi trabajo? Ahora puedo contar contigo-
Dijo Naomí mientras pellizcaba la cara de Bernabé. Sin embargo, esta vez sus movimientos eran bastante suaves y su tono muy agradable.
-Bernabé, mi corazón, te suelo tratarte bien, ¿ciero?- Preguntó Naomí sonriente en un tono muy extraños, -Tu tío lleva muchos años soltero, no puede seguir acabando así de solo. Seguramente, no querrías verlo tan solo, ¿verdad?-
Bernabé parpadeó y respondió, -No lo creo, es imposible que mi tío se mantenga solo para siempre, ya que es un millionario y muchas mujeres quieren casarse con él-
Al escuchar eso, Naomí se volvió instantáneamente molestada y un poco triste, y dijo,
-Tienes razón, tu tío es muy rico, y un montón de mujeres en la Ciudad Norte que quieren casarse con él, mientras yo ... solo soy una de tantas personas. La más bonita no la soy, tampoco soy la mejor. Sin embargo, te tengo a ti, y eso es mi ventaja. Puedes llevarme para ver a tu tío, así que puedo destacar mi existencia y acortar la distancia entre él y yo-
Al ver que Bernabé no se conmovía por nada, tuvo que plantear varias condiciones para tentarlo.
-¿Qué te parece si te preparo la chuleta agridulce todos los días?-
Como si no lo hubiera oído, Bernabé siguió parpadeando y mirándola con ojos claros.
-¿También te prepararé el pescado agridulce? -Naomí apretó los dientes y siguió diciendo para tentarlo.
Bernabé siguió parpadeando sin responderla.
A Naomí no le quedó más remdeio que ceder, y dijo, -Me ganas... Te prepararé lo que quieras, basta con que me lo digas, ¿vale?-
Los ojos de Bernabé se iluminaron y finalmente él asintió diciendo, -¡De acuerdo!-
Aunque Naomí sabía que tendría que aguantarlo más en el futuro, consideró que valía la pena para conquistar a su Diego.
***
La noche pasó apresuradamente. Al despertarse, Xenia entreoyó algo fuera.
Tenía tanta sueño que sentía los párpados muy pesados. De esta manera, no prestó atención, se dio la vuelta y seguió durmiendo.
Con los ojos cerrados, Xenia recordó el sonido que acababa de escuchar y sintió que algo iba mal.
Después de pensarlo, volvió a abrir los ojos que eran tan hermosas como el cielo con una niebla muy fina por acabar de salir del sueño.
¿Eea una voz femenina?
Estaban en un hotel, ¿no? ¿Cómo podía haber voces femeninas fuera?
Mientras Xenia sentía rara, su cuerpo se adelantó que su cerebro en tomar acciones. Levantó las mantas con manos para sentarse, y luego se bajó de la cama.
Este hotel era una suite, que contaba con una habitación, un salón, una cocina y un baño, etc.
En este momento, había algunas personas más en el salón.
Con sus miradas indiferentes, Simón miró a la gente a su alrededor y se burló diciendo, -He oído antes que la familia Espinar es también una de las principales familias de la clase alta en el extranjero, pero hoy he visto que la tutela de una familia con tanta importancia es así, la calidad y la formación no es ni siquiera tan buena como la de cualquier familia de trabajadores normales-
Zoe se quedó en su sitio con un poco de disgusto, mientras a su lado había un hombre alto y apuesto, con un rostro atractivo.
Los rasgos del hombre eran extremadamente extravagantes. Sus ojos tenían comisuras elevadas, muy parecidos a los de zorro. Su mirada era diferente y sorprendentemente más encantadora que la de Zoe.
Sin embargo, no se sentía ni una pizca de ternura de este hombre frío.
El camisa del hombre le llegaba a los muslos, longitud adecuado para cubrirle el trasero, perfecto para mostrar las piernas blancas y delgadas.
Rubén también le echó una mirada, pero antes de que pudiera mirarlo con más detalle, una figura alta se acercó corriendo y se quitó directamente la chaqueta que llevaba puesta para cubrir el cuerpo de Xenia.
Simón tenía una cara llena de preocupación mientras envolvía a ella en la chaqueta que acababa de quitarse, a fin de ocultar su tentadora apariencia en ese momento. Luego, le preguntó a Xenia con su voz baja, -¿Por qué has salido de repente?-
Xenia levantó su vista al responder a Simón, -Fui despertada-
Justamente era lo que le preocupaba.
Los miradas de Simón se volvieron frías. Metió a ella entre sus brazos, y utilizó su propio cuerpo para bloquear todas las miradas ajenas. Luego, fijó sus miradas frías y sombrías en esos dos hermanos de la familia Espinar.
-Largaos antes de que me enfade-
Xenia se quedó sorpendida, ya que había percibido la ira en el tono de Simón a pesar de que decía en este momento que no estaba enfadado todavía.
Asomó sigilosamente la cabeza de los brazos de Simón para mirar hacia esos dos.
¿Quiénes eran? ¿Por qué vinieron a su habitación tan temprano por la mañana?
Cuando Xenia los miró, esos dos también la estaban observando.
Rubén la miró por un rato y curvó los labios, diciendo,
-Zoe, ¿esta es tu rival de amor?-
En el momento en que Zoe vio a Xenia, supo inmediatamente que esta mujer era su rival, rival fuerte.
Eso era obvio por ver lo nervioso que estaba Simón por ella.
También sabía que si quería estar con Simón, tenía que esforzarse mucho.
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