La marca era demasiado obvia.
Xenia se tocó la marca y quiso sacar el polvo para cubrirla. Sin embargo, se dio cuenta de que ni siquiera había traído su bolso cuando salió. Solo llevanba un celular en su mano.
-¿Dónde está mi bolso?-
-Probablemente esté en casa-. Simón le respondió, con una agradable sonrisa en la comisura de los labios.
Xenia tocó la marca y pensó por un momento. Luego, miró abruptamente de reojo a Simón.
-¿Lo hiciste a propósito?-
-Eres mi mujer, ¿qué hay de malo en que deje una huella en mi mujer?- Dijo Simón, mientras su tono bajó un poco de repente. Agregó, -Para que otras personas no te codicien, ahora eres mi esposa-
Xenia, -No la soy, es que todavía no hemos registrado el matrimonio ni celebrado ninguna boda-
Como si se atragantara con sus palabras, Simón se calló de repente.
Al percibir su silencio, Xenia esperaba escuchar algo de él, pero después de un buen rato, él no había vuelto a hablar.
Se sintió un poco decepcionada, había pensado que Simón diría que la llevaría a registrar de inmediato, o que le compensaría con una boda, le propondría matrimonio, o algo así.
Sin embargo ... no esperaba que él no hiciera nada.
¿Estaba pensando demasiado? Después de todo, los dos se habían casados antes.
Pensando en ello, Xenia suspiró en su interior.
Olvídalo, no debe pedir demasiado. Su amor hacia ella ya se notaba mucho, mientras los dos se enamorearan de verdad, no importaba nada más.
Lo más urgente era tratar esa marca en su cuello.
No había nada con lo que cubrirla, y sin duda se la notaría todo el mundo.
¿Qué debería hacer?
Tras pensar un buen rato, Xenia simplemente levantó la mano y soltó el largo cabello atado en la parte posterior de su cabeza. Así, su pelo negro se dispersó hacia abajo y se cubrió sobre sus hombros, justo a tiempo para bloquear la marca rosa.
Simón lo miró, -¿Para qué ocultarlo?-
Xenia le ignoró y en su lugar giró la cabeza para mirar por la ventana, todo era por culpa de este que la metió en tal problema.
Al verla apoyada en la ventana mirando hacia fuera, con aspecto de mujercita enojada, la sonrisa bajo los ojos de Simón se profundizó un poco más.
-¿Cuándo me llevarás a ver a nuestro hijo?-
-No lo has visto todavía, ¿ya empiezas a llamarlo hijo? No se sabe si estará dispuesto a reconocerlo para entonces- Xenia respondió con cierta enojo.
Al oír eso, Simón frunció más las cejas.
Esto era un problema, después de todo, nunca había visto a ese niño. Era verdad lo que había dicho Xenia.
Si estaba dispuesto, sería una ocasión feliz para todos.
Pero... ¿si no?
-Tiene que reconocerme como su padre aunque no quieras, después de todo, solo tienes a mí como tu hombre -
Xenia no dijo nada.
-Siempre hay una manera de hacer que me reconozca-Él agregó.
Xenia le dijo, -Yo... aún no lo he pensado bien. Por lo tanto, es mejor esperes un poco más-
Seguía siendo un poco insegura, sobre todo después de volver al país, estaba aún más nerviosa. Sentía una mezcla de sentimientos, un poco de ilusión, entusiasmo, pero también un poco de miedo.
Sin embargo, solo fue una ojeada rápida que ella no alcanzó reaccionar de inmediato al reconocer a Xenia. Sin embargo, después le preguntó al instante,
-¿Xenia?-
Con una leve sonrisa en los labios, Xenia asintió hacia ella.
-Joder, ¡casi me meo del susto que me das! De repente apareces como un fantasma... ¿cuándo llegaste?-
Xenia respondió con una risa leve, -Hace un rato. Veía que estabas tan ocupada y concentrada, así que no me permetía interrupirte-
-Jo...Me muero de cansancio. Tú mantenías brazos cruzados sin echarme una mano, ¿cómo puede ser tan cruel? -
-Ay, perdóname- Xenia sintió mucha gracia al ver la actuación de esta mujer tan chistosa, luego entró para consolarla, diciendo, -Lo hice sin querer, pensaba que era mejor no interrupirte... ¿Cómo han sido los dos últimos días?-
-Cada vez viene más gente a la empresa en búsqueda de colaboración. Quizá el banquete anterior nos haya favorecido. Muchos clientes nos buscan por la fama que tenemos o la recomendación de nuestros clientes anteriores. Creo que tendrás que contratar un asistente más si mantiene esta tendencia. Solo yo misma...no puedo ocuparme de todo eso-
Xenia pensó con labios apretados y dijo directamente, -¿Por qué no te consigues un asistente para que te ayude?-
-¿Qué quieres decir?- Naomí parpadeó y se puso delante de ella, -,¿Acaso estás pensando en fugarte con tu amante Simón y abandonar a mí y a la empresa?-
Estas palabras dieron mucha ria a Xenia, quien no pudo evitar estirar la mano y golpearla en la frente cuavemente,diciendo,
-¿Qué estás pensando? Si contratas a un asistente que te ayude, te liberarás de mucha presión, ¿no?-
-Es verdad, pero yo soy tu asistente, ¿cómo puedo contratar un asistente más?-
Xenia se sonrió y dijo, -Entonces, ¿qué te parece que te doy una promoción? Nuestra empresa ya está en marcha, así que te daré un cargo de gestión, ¿está bien?-
Al oír eso, Naomí se puso un poco nerviosa en vez de contenta, y tardamudeó, -¿Gestión? Yo...Yo... no aclanzo ...-
-Me has ayudado durante muchos años, creo en tu capacidad. A partir de ahora serás la vicepresidenta de la empresa. Igual a mí, también tienes poder a participar en todo lo de la empresa. Además, no olvides tu sueño de perseguir a mi hermano-
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón