Esposa falsa de Simón romance Capítulo 720

¿Pensar por sí misma?

-¿Hace falta? -Xenia parpadeó, con los ojos que se mostraban desconcertados por las palabras.

-Estoy bien, Diego. Dime rápido. ¿Los de rescate no ha ido hoy? ¿Para qué sirven? ¿Cómo pueden dejar de ir y no salvarlos?-

Cuanto más decía, más agitada se ponía Xenia, apartando la mano de Diego e intentando levantarse de la cama.

-¡Ya basta! -Diego regañó con severidad-. ¡El equipo pero para encontrar los cuerpos!

Todos los movimientos de Xenia se detuvieron, como congelados. Pasó un largo tiempo antes de mirarle sin expresión facial.

Mirándolo un rato, parecía que se burlara, -¿Qué quieres decir?-

-Xenia, mi hermana no es una tonta, deberías saber muy bien lo que quiero decir.-

Su sonrisa burlona en los labios se ensanchó un poco, -¿Lo debería saber? ¿Significas que Simón está muerto?-

Las pupilas de Diego se contrajeron ligeramente, la palabra Muerto Había estado resonando en su mente, pero no se atrevía a decirla, solo podía implicarla. No esperaba que fuera pronunciada por Xenia.

No respondió a Xenia, sino que le acarició el hombro, respiró hondo y dijo suavemente, -No te angusties, siéntate primero, el médico vendrá a hacer examen.-

-Diego, aunque muera, tengo que ver su cuerpo personalmente. De lo contrario, no lo admitiré.- Xenia levantó la cabeza y convergió la mirada determinada con la de Diego. Continuó, -Entendí todo lo que has dicho, lo de buscar el cuerpo, ¿y qué novedad hay sobre el cuerpo de Simón?-

Dijo frunciéndose los labios, -Sería normal no encontrar el cadáver en esas aguas turbulentas.-

-¿Sería normal? ¿Se puede encontrar el de todos los demás? ¿Por qué no, el suyo?-

En este momento, a Xenia se le ocurrió algo y agarró la manga de Diego, -Diego, ¿crees que es posible que Simón no se haya caído al mar. Es tan inteligente. Debe ser capaz de manejar el paracaídas. No es seguro que había caído al mar por aquí, tal vez aterrizó en otro lugar. ¿Lo crees posible?-

Carmen también se lo había mencionado a Diego, pero solo fue una pequeña mención, que Diego no le importó.

Ahora que Xenia le hablaba de una manera tan viva. Le conmovió a Diego. Dijo con labios fruncidos, -Tal vez esté en otro lugar.-

Xenia asintió enérgicamente, -Tenemos que encontrarlo, estoy segura de que no me dejaría atrás, acabamos de volver a estar juntos. El, sin duda, no querría dejarnos.-

Al decir esto, Xenia sonrió, como si realmente hubiera visto la luz en la oscuridad.

Cuando Diego la vio así, su mente estaba llena de pensamientos. Estaba tan complicado que no sabía qué decir.

Sabía, por supuesto, que cuanto más esperara ahora, más se decepcionaría con el tiempo. Pero, ¿qué se podía hacer ahora? Siempre que hubiera una esperanza, aunque fuera mínima, había que llevarla a cabo, ¿no?

Xenia se alivió al saber que Diego enviaría a alguien cerca del mar. Pero no deseaba quedarse tranquilamente en el hospital. Se despertó por la mañana. Por la tarde, quiso ir con todos a averiguar dónde estaba Simón.

Diego se enfadó un poco, -Ya sabes cómo es tu salud, no te pongas enferma cuando lo encuentres. Si estás convencida de que no cayó Simón en esas aguas, no deberías ser tan caprichosa como para ir allá.-

Xenia se asustó en el sitio.

Sí, ella creyó en él.

-No puedes decir eso. Pese a nosotros mismo, no sabemos qué va a suceder mañana. ¿Puedes asegurarte de que toda tu vida será segura y libre de preocupación?-

***

El hombre, disgustado hasta la saciedad, simplemente dejó de hablar y se marchó abucheándolo.

En un restaurante occidental...

Al leer la noticia, Sofía estalló una carcajada alocada. La gente en torno se sorprendió por su horrible risa. Todos giraron la cabeza mirándola como si fuera una psicópata.

Pero a Sofía no le molestaron las miradas que le dirigieran. Lo único que sabía era que estaba contenta.

Pensaba que nunca los dejaría en paz después de que se casaran. Pero quién sabía que... Diego incluso pidió que la custodiaran y evitó que ella hiciera algo.

Perfecto, Sofía continuaba maldecirlos.

-Xenia, no puedes imaginarlo. Mi maldición hizo efecto... Vosotros realmente no pueden estar juntos, no serán felices los dos juntos.-

Pero mientras reía, vio la noticia del accidente de Simón, el corazón de Sofía se puso un poco triste.

¡Al fin y al cabo, Ella adoraba a él!

Se enamoró de él, a la primera vista. Deseaba a ese hombre días y noches. Por lo tanto, hizo esa serie de cosas en la posterioridad.

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