La mirada de todos los presentes giraba a Óliver.
Óliver sólo clavaba sus ojos en Xenia, sin embargo, no había ningún repuesta, Xenia revolvía los documentos ante ella desatentamente. Su actitud fría encendió el fuego de furia en el corazón de Óliver.
Sólo con esto, ¿empezó a fastidiarle, incluso odiarle?
¿Qué pasaría si seguía haciendo lo que había planteado?
-Como lo que piensan, ¿creen que no soy competente? En realidad, comparando con Simón Freixa, como su hermano menor, sé que no soy capaz. No obstante, he ganado muchas experiencias durante años, y ahora, no se puede dejar de administrar Grupo Freixa sin Simón, y desde el ángulo de ustedes, sus fuerzas no son iguales a sus deseos. Por eso, quería solicitar a actuar por el presidente y no tengo planes de reemplazarle. No se equivoquen, por favor.- dijo Óliver.
Sus palabras fueron sinceras.
Sin embargo, Manuel no lo hacía caso, y hizo una mueca de desdén.
-¿Nos consideras como los niños? sólo dices las cosas bonitas.
Rafael Secada asentía con un movimiento de cabeza y dijo, -Estoy de acuerdo con Manuel, ¿ actúas por el presidente? Tonterías, todo el mundo sabe la contradicción entre el vicepresidente y Simón. Oh, no...ya no eres Vicepresidente Óliver, unos años antes, has salido del Grupo Freixa.
-¡Tú!-
Óliver no pensaba que hubiera hablado tan áspera, tenía una cara de enfado.
Leonardo dijo con energía, -Atrevido, eres un asistente de poca importancia, ¿cómo puedes hablar así? -y luego, le miraba a Xenia y abroncó- ¿Quién te permite a ocupar ese posición? eres la esposa de Simón o no, la verdad es que no tienes el derecho a reemplazarle.
-Sí, no tienes ningún poder real, aunque eres su esposa, no es razonable que manejes todo en lugar de Simón.
Todos protestaban, ante esa situación, Xenia se dio cuenta que debería poner los documentos en la mesa, dijo con una sonrisa en los labios, -¿Si tengo acciones de Grupo Freixa en mano?
-¿Cómo?- todo exclamaron.
Se quedaban con la boca abierta, le preguntaron, -¿Por qué lo tienes tú?
-¿Acaso le dio Simón?- todos pensaban.
Óliver cambió de color, y entrecerró sus ojos vigilantemente.
No había pensado sobre ese problema, creía que no fue el estilo de Simón, sí, le gustaba Xenia, pero no fue tanto para darle las acciones a ella.
Con mayor razón, todavía no se había celebrado la boda, ¿cómo podía traspasarlas a Xenia voluntariamente?
-No importa que te hubiera dado las acciones o no, todos los presentes lo tenemos, pero no significa que todos nosotros podamos reemplazarle a ocupar ese posición.- dijo uno de los presentes.
Bajando la cabeza, Xenia pasó los documentos a Manuel que estaba más cerca a la izquierda de ella, mientras tanto, Rafael apareció entre Xenia y Manuel oportunamente.
Manuel pensaba que fue la transferencia de acciones, al principio, creía que si Simón querría traspasarlas a ella, sería sólo un poco. Sin embargo, después de mirar lo todo, le asombró mucho y abrió sus ojos desmesuradamente.
Impulsando por la curiosidad, todas las personas giraban sus miradas a él, y tenían muchas ganas a conocer qué fue el contenido del contrato.
-Pues...- Manuel dijo.
Todos los presentes eran mala zorra, conocían el objetivo de Óliver, claramente, que había invitado a Leonardo. Las personas que no expilcaron sus posiciones y las cuales expresaron su apoyo con descuido estaban contemplando la pelea de ambas partes sin intervenir en ella.
Oyendo las palabras, Abán se levantó a hablar por ella, -Aunque no había una mujer que ocupaba el puesto de presidente del grupo, pues...Simón todavía no vuelve, no queda más remedio. Puesto que es así, actúa por Simón hasta que vuelva, Xenia.-
Abánestaban con Xenia desde el principio, por eso tenía una consideración por él, y le dijo suavamente, -Gracias, Abán, pero no tengo mucha experiencia, y estoy poco a propósito para ese puesto, pues...me ofrezco a servirme de la vicepresidenta, en cuanto a la posición de presidente, vamos a dejarlo vacante hasta que Simón vuelva.-
-De acuerdo -dijo Abán.
-Quien sigue puesto en duda por mi identidad, podría discutirlo con mi abogado -dijo Xenia.
Todos quedaban en silencio. Leonardo golpeó la mesa repentinamente, dijo con térmula energía, -¡Cállate! ¿es tan fácil a entregar el Grupo Freixa en la mano de una mujer que no es parte de nuestra familia? ¿estáis despistados?-
Manuel giró su mirada a Leonardo, y preguntó-Como lo que pensaba, ¿acaso no entregamos la empresa a la gente que tiene más acciones en vez de una persona que fue expulsada del grupo?-
Leonardo dijo, -Si la muerte de Simón es verdadera, por supuesto, las acciones...
Rafael añadió rápidamente, -No le moleste por Simón, Leonardo, todo está bajo en control. Debería cuidarle bien en el sanatorio. En este período, no cero que es apropiado a invitar a Leonardo a hablar para ti, Óliver, ¿no?
Todos los presentes entendieron la burla, volvió Manuel la cabeza, y fingía no oírlo.
Manuel quedaba boca cerrada, aunque querría ayudar a Óliver.
La guerra de poder se acabó sin empezar.
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