Esposa falsa de Simón romance Capítulo 758

La antes fría y distante Xenia tendió la mano a Lolita, que sintió que Xenia la había aceptado.

-¿Me aceptas porque ya no competimos por el mismo puesto?

Xenia también estaba pensando en esto. Aunque habían sido rivales antes, no tenía ninguna razón para no aceptar a Lolita.

Fue que el entusiasmo de Lolita la asustó un poco.

Desde que Sofía le tendió una trampa muchas veces, le había resultado difícil conocer y confiar en un extraño.

Especialmente en un momento tan crítico.

Xenia no sabía si su viaje al extranjero sería descubierto, y no sabía si Lolita estaba siendo instruida por alguien.

Lolita no la forzó a contestar y le dijo con una sonrisa, -No importa, no me molesta esto. Llevo mucho tiempo trabajando en el extranjero, pero tengo muy pocos amigos, probablemente porque no soy lo suficientemente bueno. Pero me hablaste el otro día, así que creo que eres una buena persona.

Xenia se quedó sin palabras.

¿Lolita pensó que era una buena persona sólo porque ella habló con Lolita?

Esta chica fue demasiado simple.

-De todos modos, gracias. Llega el ascensor, vamos.

Xenia y Lolita entraron en el ascensor cuando volvió a sonar y las dos se quedaron congeladas un momento antes de mirarse y reírse juntos.

Ambos se rieron al salir del ascensor, ignorando por completo la forma en que la gente de dentro las miraba.

Tardaron un momento en dejar de reír.

Por un momento, parecieron mucho más cercanas.

No tomaron otro ascensor, sino que esperaron en el lugar a que volviera.

Esta vez había muy poca gente en el ascensor, y una vez que Lolita hubo pulsado el botón de su planta, preguntó, -¿Vas ahora al trabajo?

-Creo que sí -Xenia asintió.

Lolita la miró con envidia, -Qué bien, sabía que conseguirías el trabajo después de tu entrevista.

Si no hubiera sido porque la entrevista de Xenia duró diez minutos, quizá Lolita no hubiera solicitado otro puesto.

Al fin y al cabo, el salario de asistente de secretaria era superior al de un empleado normal.

Era el dinero que más necesitaba.

Pero no era tan buena en su trabajo como las demás y tuvo que ser resignarse a su suerte.

Xenia no respondió, sonriendo. Luego, después de despedirse de Xenia, Lolita se fue, y Xenia fue directamente a la oficina.

-Hola, estoy aquí para registrarme, soy la asistente de secretaria.

La recepcionista la miró y señaló una dirección, -Allí está la oficina de la secretaria.

Xenia vio la oficina de secretaria, dio las gracias y se fue.

La recepcionista miró su espalda y volvió a sentarse.

-Parece que tienes algo más para preguntarme -la mujer la miró y le preguntó,

Xenia recobró el sentido y asintió.

-¿Me pagan todos los meses hasta tener la plaza fija? -dijo Xenia, sonriendo tímidamente, -Tengo que pagar el alquiler del piso, así que...

-Jaja, lo entiendo. No te preocupes, te pagaremos tu sueldo completo el primer mes después de que estés regularizada, ¿no es una sorpresa?

-Genial, no me extraña que hubiera tantas entrevistadas.

La mujer sacudió la cabeza con asombro, -¿Crees que lo hacen por los beneficios de la empresa?

Xenia sabía, por supuesto, que no era así, que todas estaban aquí por Simón.

Pero no podía decir eso, así que asintió con la cabeza.

-No, los beneficios en el Grupo Carlos no son tan exagerados. Al fin y al cabo, las entrevistadas tenían prácticamente las mismas expectaciones. Pero las jóvenes que han acudido recientemente a las entrevistas tienen todas el mismo propósito.

-¿Qué propósito?

La mujer sonrió enigmáticamente y, sin responder.

-Ya lo descubrirás. Por cierto, si no tiene ninguna otra pregunta, firme este contrato -se levantó y dijo-. Trabaja duro durante los próximos tres meses, y podrás llamarme Giuliana Piñón.

Xenia leyó detenidamente el contrato y, tras confirmarlo, lo firmó y se lo entregó a la mujer.

-Claro, gracias.

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