Esposa falsa de Simón romance Capítulo 761

Con la presencia de Giuliana, Xenia no se atrevió a actuar imprudente, así le pasó a ella el vaso de café y dijo suavemente, -Giuliana, aquí tengo preparado el café.

La miró contenta y sonrió, -Muy bien, ahora reparte los documentos.

Los cogió Xenia, -Vale.

Frente a ella, Xenia tuvo que actuar como una novata para ocultar su propósito, porque una vez revelado, correría el riesgo de ser despedida.

Cuando Xenia se fue con los documentos, Giuliana se marchó con el café hacia la oficina de Simón.

-Adelante.

Pensando que fue Xenia, la mujer extraña que le sirvió el café, Simón no levantó la cabeza hasta que Giuliana puso el café en su mesa.

Miró el café, cuyo sabor especial le recordó a Xenia, a quien pidió que le sirviera un vaso más porque estaba adicto a su sabor.

Pero no vino ella sino Giuliana.

“¿Lo preparó ella?” pensó Simón, cabizbajo.

Giuliana le interrumpió, -Señor Simón, el café está caliente.

Lo llamó Señor Simón para distinguirle del señor Jorge, quien llevaba mucho tiempo administrada la empresa antes de su cargo presidencial.

Simón tomó el café y se puso contento porque fue el sabor a que estaba adicto.

“Luego pediré a Giuliana que me sirva el café para que esa mujer no esté demasiado halagada.” Pensó Simón.

-Le pido que examine este documento, por favor -le pasó Giuliana un papel.

Simón terminó el café en apenas dos minutos, y la pidió que le sirviera una vaso más diez minutos después cuando Giuliana se iba a salir.

“¡Qué raro! Nunca le he visto beber tanto café. ¿Lo necesita para aumentar la eficiencia o para espantar el sueño?” pensó Giuliana cuando volvió a su oficina, “Pero lo veo hoy en perfecto estado.”

Giuliana quiso pedir a Xenia que preparara el café, pero dentro de diez minutos no volvió, así ella misma le preparó y se lo llevó.

Lo probó Simón un poco, y lo dejó hasta frío.

Giuliana le preguntó, -Señor Simón, veo que ha bebido mucho café. ¿No descansa bien?

Asintió Simón y la preguntó frío, -¿Ya has contratado a una nueva asistenta?

-Así es -Giuliana se puso contenta y dijo, -Por fin he encontrado a una cualificada.

Viendo que Simón volvió a trabajar, Giuliana dijo, -Si no desea más, me retiro.

Viéndola con las piernas hinchadas y un rostro pálido, Giuliana movió la cabeza negativamente, -Creo que no habrá nada importante por ahora, descansas un poco y estés informada de la empresa.

-Vale.

Unas horas después, por fin pudo terminar los trabajos de hoy.

Giuliana le acarició el hombro sonriendo, -Hoy trabajas bien. Te veo con mucha aspiración, mantén tu pasión para conseguir el trabajo oficial. Me reemplazarás cuando me jubile.

Xenia se quedó aturdida por sus palabras, le dijo, -Me ha faltado todavía mucho.

De hecho, no sabía hasta cuándo se quedaría aquí. Su propósito era simplemente para recuperar la memoria de Simón y marcharse con él.

Hasta entonces, no serviría quedarse aquí.

Xenia volvió a casa cansada.

Apenas se sentó, llamó a Bernabé.

-Mamá -dijo Bernabé contento y feliz.

Sintió lo mismo Xenia por su sonrisa.

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