Jorge entendió lo que quería decir y se apresuró a responderle, -Sí, sí. En aquel entonces, nuestros hijos no se casaron. Qué pena. Realmente me hizo lamentar de por vida.
Después de decir eso, miró a Zoe.
-Pero no importa. Aunque nuestros hijos no se hayan casado, sería bueno que nuestros nietos pudieran casarse.
Orlando asintió con la cabeza. Los dos ancianos rieron a carcajadas.
Zoe miró con timidez a Orlando y dijo suavemente, -Abuelo...
Orlando miró a Simón y sonrió, -Simón también está en edad de casarse. Y solo es un poco mayor que Zoe, si vosotros dos pudierais...
Simón, que no había hablado desde que entró en la habitación, por fin levantó la cabeza en ese momento. ¡Qué hermosos sus ojos negros!
Sus labios estaban fuertemente cerrados desde hacía un rato. Y no se podía saber sus pensamientos y emociones desde su cara.
Antes de que Orlando pudiera terminar la frase, de repente dijo.
-Como el matrimonio no realizó en aquel entonces, significa que las dos familias no están destinadas a estar juntas.
Con una sola frase, los otros tres presentes se congelaron en el lugar, mirando a Simón con cierta consternación.
Zoe, que había sido tan tímida, esperaba que Simón pudiera mirarla más veces. Después de todo, hoy estaba tan bien vestida. Pero Simón no la miró ni una vez.
Cuando por fin levantó la vista, Zoe enderezó la espalda enseguida. Pero las siguientes palabras que salieron de su boca le hacían muy desalentada. Parecía que alguien se le arrojó agua fría.
-¿Qué has dicho? -Orlando entrecerró un poco los ojos mientras miraba a Simón.
Jorge tampoco no lo pensaba. Creía que frente a Orlando, su nieto no le daría vergüenza, pero ahora...
-Hoy en día, ya no funcionan las órdenes de los padres. Entiendo que la generación mayor quiera decidir el matrimonio de los hijos. Pero la nieta de Orlando y yo estamos en la nueva era, y ambos queremos el amor libre. Además creo que ella ya tiene su propio hombre ideal, y yo también tengo mis requisitos de la lista.
Estas palabras de Simón fueron tan razonables que era imposible refutarlas.
Zoe se levantó bruscamente de su asiento y miró con ojos muy abiertos a Simón, -Simón, tú...
Orlando entrecerró los ojos y le miró con disgusto, -¿Crees que mi nieta es indigna de ti?
-No, no, no, ¿cómo puedes decir eso? -Jorge trató de explicar-. Zoe es una chica excelente.
Simón, sin embargo, dijo con indiferencia, -Su nieta es demasiado buena para mí.
Con estas palabras, levantó la mano para mirar la hora. Y luego dijo, -Abuelo, Orlando, tengo una importante videoconferencia a las nueve. Discúlpenme.
Después de decir eso, se levantó directamente de su asiento y asintió hacia la otra parte, luego se dio la vuelta y se fue.
-¡Simón! -Zoe cargó su falda con pánico y trató de perseguirlo. Pero fue detenida por Orlando cuando pasó a su lado, -Detente.
-¡Alto ahí! ¡Mocoso!
Al mismo tiempo, Jorge se levantó y gritó a la espalda de Simón.
Simón se detuvo y se volvió, -Abuelo, esa reunión es importante.
Jorge se puso furioso con él, -¿Importante? ¿Es más importante que tu matrimonio? ¿O más importante que yo? ¿Sabes que estamos cenando? ¿Y sabes qué es el respeto?
-Abuelo, llevo media hora sentado contigo. Si crees que te estoy faltando al respeto, bueno... haz lo que quieras.
-¡Simón! ¡Vuelve aquí! Si no...
Después de todo, los dos eran viejos amigos desde hace muchos años. Jorge sólo pudo pedir disculpas una y otra vez, -Bueno, os pido disculpas por lo ocurrido hoy. Y criticaré a Simón cuando vuelva. En cuanto al compromiso...
-Creo que es mejor olvidarlo, a menos que le proponga matrimonio en persona.
Orlando resopló fríamente, -Zoe es muy sobresaliente. Hay muchas personas que quieren estar con ella. No hay necesidad de venir aquí para caer mal a otros.
Jorge se quedó sin palabras.
***
Después de que Simón saliera del hotel, se dirigió hacia el garaje. Justo al llegar a la puerta principal, una persona se abalanzó sobre él.
Simón esquivó a un lado. La persona avanzó a trompicones y casi cayó al suelo.
-¡Dios! He venido hasta aquí para informarte. Pero eres un desalmado.
Anthony consiguió estabilizarse y se dio la vuelta para lanzar una mirada despiadada a Simón.
Simón guardó las llaves del coche y dijo fríamente, -¿Qué haces aquí?
Anthony apretó los dientes, -Estoy aquí para darte un chivatazo. Pero tengo miedo de entrar, así que te espero aquí.
Simón frunció el ceño, -¿Un chivatazo?
Pensando en lo que iba a decir, Anthony se sintió un poco culpable y dijo con voz baja, -Eh... ¿te gustaría ir a buscar a tu ayudante? La llamé hoy y no me contestó. Por eso pensé que sabía que venías al compromiso. Así que... se me escapó.
-¿Qué has dicho?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón