Anthony era un verdadero bocaza.
Cuando se sentó, empezó a hablar de nuevo.
-Simón, tu abuelo me ha llamado, creo que está empeñado en que te comprometas con Zoe, y creo que incluso empieza a sospechar de ti, ¿qué vas a hacer ahora?-.
Lo dijo mientras hacía un guiño a Xenia.
Xenia se preguntaba qué quería Anthony, y era lógico que no lo mencionara.
Pero Anthony, como si fuera a propósito,
-No puedo dejar que mi cuñada siga siguiéndote y sufriendo así, ¿verdad?
Al oír las palabras, las manos de Simón dejaron de moverse y se movió lentamente para mirar hacia arriba.
-¿Qué quieres decir?
Anthony rozó los labios y extendió las manos,
-Sólo estoy preocupado por vosotros, ya sabéis lo fuerte que es vuestro abuelo, si se entera de que la razón por la que no estáis comprometidos con Zoe es en realidad por Xenia, entonces...-No dijo nada más después de eso, pero todos Las siguientes palabras no se dijeron, pero todos lo sabían.
Originalmente Anthony no habría dicho esto delante de Xenia, tenía miedo de replicar a su cuñada, pero ahora era diferente, él y Xenia se habían entendido.
Pero el ceño de Simón se tensó ante sus palabras, y todo lo que quería tratar en silencio, Anthony lo señaló y lo dejó claro.
A su lado, sin embargo, Xenia comía seriamente con los palillos, y Simón no pudo evitar mirarla más de reojo, y pudo notar que su rostro tenía una expresión muy seria.
Simón guardaba silencio, y parecía que ella se tomaba muy en serio lo de comer.
"¿Así que lo que Anthony acaba de decir no le ha llegado a ella?"
Pensando en esto, Simón se sintió de repente irritado... ¿era porque no le importaba y él no tuviera un lugar en el corazón de ella?
Así que los ojos de Simón tomaron otras emociones.
Xenia no tenía mucho apetito, pero por alguna razón, el olor de los platos vegetarianos le hizo aumentar el apetito e inconscientemente cogió los palillos y se los comió.
Todavía estaba pensando que tal vez al pequeño bebé le gustaba el olor cuando sintió lo que parecía una mirada sensual en su costado.
Miró de reojo inconscientemente y vio la mirada de Simón fijada en ella con la profundidad de un lobo.
Justo cuando Xenia pensó que se sentía mal, los ojos de Simón se entrecerraron ligeramente.
-Cállate.
-¿O, si todo no sea posible, qué tal que os fugaréis?
Al oír esto, a Xenia casi se le cayeron el tenedor de la mano y miró a Anthony con incredulidad, con una mirada que parecía decir, -¿Estás loco?
Obviamente, Anthony lo hizo a propósito, no se perdió la mirada de Xenia, pero la evitó y dijo, -Simón, creo que fugarse es una buena idea. Conozco demasiado bien la naturaleza de tu abuelo, así que ¿por qué no os fugáis y volvéis directamente a otro país y lo hacéis de antemano? Puedo ayudaros a vigilarle y ocultárselo juntos, y cuando mi cuñada esté embarazada, puedes...
-Ejem... -Al escuchar eso, Xenia no pudo evitar balbucear, luego se tapó la boca y tosió.
Tosía con tanta fuerza que su pálido rostro se enrojeció, y un par de grandes manos se acercaron a su espalda para suavizar su respiración con una suave presión, y entonces, con el rabillo del ojo, Xenia notó la rapidez con que Simón le servía una taza de té y se la llevaba a los labios.
Xenia tosió un momento antes de detenerse y llevarse el té a los labios para dar un pequeño sorbo.
-¿Cómo es que no sabía nada de esto? -Xenia miró a Simón con cierta ansiedad- ¿En qué estabas pensando?
Simón, sin embargo, no dijo nada, sólo miró a Anthony,
-¿Estás lleno?
Anthony eructó y estaba a punto de hablar cuando oyó que Simón le lanzaba una fría antipatía, -Come hasta hartarte y lárgate-.
Anthony no supo cómo responderlo.
"Mierda, realmente tengo la cabeza pateada por un burro para ayudar a Simón, se disgusta así cada vez."
Anthony se dio cuenta de que Simón había fruncido tanto el ceño que debía tener algo que decirle a Xenia y por eso se dijo así.
Así que Anthony se recompuso, -Hoy te toca a ti, yo me voy primero.
Cuando terminó, no le importó la reacción de Simón, se levantó y se marchó, volviéndose hacia Xenia con su característica sonrisa al llegar a la puerta y gritando, -Cuñada, iba en serio con la idea que te acabo de decir.
Cuando dijo que lo estaba considerando, aumentó deliberadamente su tono como si estuviera recordando algo.
Xenia tuvo una idea brillante.
En efecto, era una buena idea, y si Simón estaba dispuesto a volver con ella, entonces ellla podría llevarle al lugar donde había vivido antes, lo que le vendría bien para recuperar la memoria.
Sin embargo, Simón no estaría de acuerdo, por lo que Xenia sólo pudo toser levemente, -Se supone que está hablando casualmente, ¿no?
-¿Es así? -La fría mirada de Simón se posó en su rostro y sus finos labios se separaron ligeramente, -¿Por qué creo que no es una mala oferta?
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