En realidad, esas preguntas de Simón asustaron a Xenia, porque podrían ser indicios de que él ya había descubierto la verdad ocultada por ella misma. “¿Puede ser que esté tanteándome para que confese?” pensaba Xenia con cejas fruncidas y los labios apretados. En unos segundos, respondió disimulándose molestada -¡Cómo es posible! ¿De dónde has sacado estas preguntas tan raras?
Simón se fijó en sus ojos y dijo, -¿Y la pregunta tuya?
La reacción de Simón tan calmada convenció a Xenia de que él todavía no sabía su secreto. Entonces, ella se quedó más tranquila, y le dijo, -Nada, nada. Se me ocurrió de repente.
Agarró con fuerza la mano de Simón y añadió, -Pero, en serio, si un día de verdad descubres algo inaceptable sobre mí, por favor, dame la oportunidad de hacerte la explicación, ¿vale?
Simón la comtemplaba por un buen rato y al final lo aceptó. Xenia se sintió un poco más relajado y le acordó, -Lo prometido es deuda.
Un día, Anthony vino a visitar a Xenia en el hospital con Lolita, lo cual sorprendió a Xenia. Que ella supiera, fueron “enemigos”que se odiaban entre sí. Pero...después de pocas semanas, se llevaban bien de milagro.¡Qué destino!
Después de saludar a Xenia preguntando sobre su estado de salud, Lolita chismosa no pudo limitarse a contar cotilleos a Xenia, -¡Tengo una gran noticia para ti! ¿Puedes creer que Anthony ha sufrido por una tía? Yo, ¡ni de coña! Para mí, es un playboy ciento por ciento. Solo quiere divertirse de jugar con las mujeres. Nunca he imaginado que su actual manera de ser sea un disfraz para ocultar sus heridas sentimentales.
Las palabras de Lolitata tomaron a Xenia por sorpresa, así que se puso a exclamar, -¡No me digas!¿Alguna chica puede enamorar a Anthony? ¿Don Juan también sufre de amor?
-¡Sí a todo! ¿Sabes qué? Fue aquel día cuando Simón te llevó entre sus brazos. Vi que Anthony y Zoe ...- Antes de que Lolita pudiera terminar la oración, su boca fue tapada por Anthony, que mantenía escuchando la conversación a escondidas.
Anthony quiso evitar que divulgara su vergonzosa historia, así que, aparte de cubrirle la boca, también hizo esfuerzo para arrastrarla hacia fuera. Al mismo tiempo, miraba a Xenia, y le explicaba sonriente, -No creas sus tonterías. A ella le encanta publicar noticias falsas. Lo que te acaba de decir, ¡no se puede creer ni un una coma!
Lolita intentó librarse del control de Anthony, pero era demasiado débil en comparación con él. Por lo tanto, no tuvo más remedio que usar toda su fuerza para pisarle el pie. Los ojos de Anthony casi se le saltaron y se esuchó un grito fuerte. Lolita aprovechó ese momento para apartarse de él, y corrió a otro lado. Luego, tras verlo tan sufrido, se puso alegre y bromeó, -Debía pedirme que no hablara, ¡pero sin tocarme! ¿Acaso querías acosarme?
Sin embargo, Anthony estaba tan dolorido que no alcanzó a replicarle.
La “pelea” entre Anthony y Lolita trajo mucha vitalidad a esta habiración, y mucha gracia a Xenia. No todo el mundo creía que era muy divertida. Simón, que estaba a otro lado viendo su computador, la tomó por ruido inaguantable. Se veía melestado con ceño fruncido.
Simón movió el nudo de su garganta, y el enojo en su mirada se transformó por amor y ternura. Después de comtemplarla por un buen rato, miró hacia Anthony y Lolita, y les dijo con seriedad, -Está bien, ya pueden retirarse.
Anthony estaba feliz, pero enfadado: feliz de haber esquivado la tortura de Simón, enfadado de que Simón hubiera explusado a sí mismo, sacrificando la amistad por estar con Xenia solo. Con la presencia de Xenia, sobre todo el apoyo suyo, Anthony podría hacer trucos contra la voluntad de Simón. Eso sí. Era lo que Anthony dicidió hacer. Él dijo, -Aún queremos charlar con la cuñada Xenia. Además, no tenemos ninguna prisa. Es un día perfecto para comer juntos. ¡Xenia!¿qué te parece nos quedamos a comer juntos?-
“¿Comer juntós? ¡Por fin! Acabará el silencio inquetante en esta habitación, ¡qué bien!- Xenia pensaba. De inmediato, asintió moviendo la cabeza, pero su boca era más lenta al pronunciar esa “Sí”, lo cual dejó a Simón que le adelantara en responderlo.
Simón se levantó de golpe y respondió en tono irónico, -¡Cómo no! Te ayudo a trasladar un restaurante a esta habitación, ¿qué te parece?
La sonrisa de Anthony se congeló de inmediato, mientras Lolita detrás de él no se atrevía a soltar un respiro pronfundo por estar asustado de la mirada de Simón. Simón se les acercó, y quiso echarlos con fuerza. En ese momento, Xenia le agarró la muñeca, indicándole que no fuera tan agresivo. De este modo, Simón pudo suavizar un poquito de su tono y preguntó, -Dentro de poco, nuestra serviente traerá el almuerzo, pero solo para dos personas. ¿Os apetece quedaros para vernos comer?
Sin duda alguna, Anthony captó la idea de que Símón insistía en tener un mundo de dos personas y no quería que nadie le molestara. Quiso seguir enfrentándose a él pero desistió por miedo a tener que sufrir por ofender a Simón. Fue en ese momento cuando Lolita preguntó en un susurro, -Hay un restaurante muy bueno, ¿vamos juntos?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón