Simón creía que todo era su ilusión, y pensba “Este chiquinillo se veía exactamente igual a mí mismo, e incluso me llama papá y a Xenia mamá. ¿Acaso de verdad es mi hijo con Xenia?
Simón seguía pensando, “¡Oh, Dios! Este diablo ha pedido a Xenia que me abandeno... ¡Maldito sea! Incluso me está robando el cariño de mi mujer, no puedo aguantarlo. ¡No!”
Tales pensamientos pusieron a Simón celoso. No pudo limitarse a levantar a Bernabé con la mano, agarrándole el cuello de la ropa.
Bernabé intentó liberarse y trató de agarrar la mano de Simón, pero no pudo alcanzarla. Se veía bailando en el aire con los cuatro pies inquetos. Eso dio mucha diversión a Simón.
Al ver lo que le ocurrió a Bernabé, Xenia se sintía preocupada, por lo que intentó detener a Simón, diciéndole, -¿Aún recuerdas tu promesa? Prometiste darme la oportunidad de explicarme, ¿todavía lo recuerdas?
Simón vio lo nerviosa y preocupada que estaba Xenia por este pequeño malvado, se sentía aún más celoso. Inconscientemente, lanzó una pregunta a ella, -Para ti, ¿este niño es más importante que yo?
A un lado, Naomí y Rafael se quedaron asombrados por escuchar esa pregunta de Simón. Ellos nunca pudieron haber imaginado que ese hombre se hubiera vuelto tonto celoso por un niño en una situación tan tensa.
Sinceramente, esa pregunta resultó tan imprevisible para Xenia, quien no encontró ninguna ninguna palabra para responderlo. Justo cuando Xenia se esforzaba para pensar en cómo darle una respuesta, Bernabé gritó enfadado, -Papá, ¿eres estúpido o qué?
Simón frunció el ceño, mientras Bernabé seguía regañándole, -¡Tonto! Soy el corazoncillo de mi mamá, Es obvio que soy más importante. ¡Bájame ahora! Si no, mi mamá te abandonará...
Simón miraba a Bernabé con detenimiento, mientras pensaba, “ Este niño se parece tanto a mí, sobre todo cuando se enfada. Necesito que me resuelve varias preguntas.”
Pensando eso, Simón salió de la casa con Bernabé en la mano, como si fuera un peluche. Al ver esto, Xenia quiso seguirlo para proteger a ese pobrecito, pero fue detenido por Simón, porque le dijo a ella que quería hablar con Bernabéa a solas.
Xenia pensaba, “De todas maneras, es su hijo, Simón no lo maltratará.” Mientras tanto, Bernabé no dejaba de luchar, gritando, moviéndose, -¡Gentuza! No quiero salir contigo... !Quiero a mamá! ¡Suéltame!
No obstante, estas protestas no sirvieron de nada. Simón lo sacó fuera a la fuerza. Los dos se dirigían a la puerta y por casualidad allí se encontraron con Naomí y Rafael.
Recién llegados, Rafael, Naomí y Bernabé, los tres iban a entrar en la casa, pero escucharon la conversación en el interior, así que los tres se quedaron escondidos a la puerta para escucahrla. Sin embargo, a la mitad, Bernabé coló para dentro con el objetivo de echarle la mano a Xenia. De este modo, solo quedaron estos dos fuera.
Simón miró a los dos extraños que aparecieron en la puerta y se alertó de inmediato, pero luego escuchó a Bernabé pedirles ayuda.
Observándolo, a Simón le pareció un niño muy gracioso. A pesar de la falta de que no conseguió la cooperación de Bernabé, Simón decidió hacer algunas otras preguntas, ya que tenía tanta confusión. Después de pensar por un momento, Simón continuó preguntando, -¿Me llamaste papá?
Bernabé no quiso reconocer a este tirano como papá, por lo cual se negó de inmediato, -¡No! Te has equivocado.
-¿En serio? Entonces,¿a quién llamaste papá? ¿Es el que está en la puerta?
En realidad, Simón había hecho la pregunta para iniciar la conversación en vez de tener duda sobre la identidad de Bernabé, porque la edad y el hecho de que había llamado a sí mismo papá le había demostrado que era su hijo.
Bernabé miró a Simón con ojos entrecerrados, y luego exclamó, -!Tonto¡ Ese es mi tío. Despiértate, nunca te he llamado papá.
Simón le pellizcó la mejilla, entrecerró los ojos, se fingió conformado y dijo, -Vaaale, es mejor que yo le pregunte a tu mamá. Ella estará encantada de contármelo todo.
Bernabé no le creyó estas palabras y le contestó, -¡Olvídalo! Lo he oído todo en la puerta. Has dicho que el bebé en la panza de mamá era un bastardo. Veo que has hecho muy mal, seguramente estás muy ofendida por tu estupidez. No sueñes con que te vaya a responderte.
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