Al mencionar eso, Simón le dolía la cabeza de repente.
Una vez él estaba ancioso, hablaba sin pensar.
Él no se refirió a eso, pero cuando veía que ella apreció al niño y además comparó todo del pasado, él perdió el raciocinio. Su primera reacción era decir a sí mismo que fuera como fuera tuviera que creer en ella cuando oyó la noticia de su embarazo en el. hospital.
¿Pero cómo podía olvidarse de todo en el momento importante?
Las manitos de Bernabé se cruzaba frente del pecho y decía murmurando, -Si papá me ruegue, podría pedir perdón a mamá por ti.
Simón,-…
-¿Acabas de...llamarme papá otra vez?
Escuchó eso, la cara de Bernabé cambió, porque él sabía que Simón era su padre todo el tiempo. Por eso cuando habló, se acostumbró a llamarle así.
-Pequeñito, no se importa aunque no quieres contar toda la historia de la cosa.
Él a lo mejor había adivinado.
-Eres el pequeñito, no la persona mala. Quieres maltratar a mamá hace poco. Mamá, el bebé en su tripa y yo no vamos perdonarte.
Simón estaba mirando al chiquito que se parecía lo mismo como él causándole antes de él, incluso le miraba con enojo.
Pero la corazón de Simón estaba en blanda totalmente.
Por eso cuando Bernabé terminó de hablar, Simón extendió las manos de repente y abrazaba el cuerpo pequeño en su pecho.
-Ah, malo papá. ¿Puedes hablar, por qué me tocas?
No le dio tiempo para reactuar a Bernabé, fue abrazado por Simón. Él podía sentirse el calor fuerte deSimón con la chaqueta de pluma gorda y el jersey.
Ese era el calor que se pertencía al padre.
Bernabé quedaba atónito un poco.
¿Fuera como... la primera vez que papá le abrazara así?
¿Además veía la aparencia de papá, parecía que estaba conmovido? Le había gritado así, él no se enfadó nada.
-Gem, no creas que me abrazas, ¡y te voy a perdonarte fácilmente!
Bernabé todavía estaba llevado la contraria.
En la habitación, Naomí y Rafael entraron y cerraron la puerta de paso, entonces justo que se miraban mutuamente con Xenia que estaba en la habitación.
Xenia no podía estar más sorprendida cuando vio la apariencia repente de Bernabé. Ahora vio a Naomí y Rafael, lo entendió todo de repente.
Realmente le trajeron Naomí y Rafael.
-Vosotros... –Xenia acababa de querer hablar, Naomí hizo una postura de pedir disculpa,-Xenia, buena Xenia. No soy yo quien quiere traer a Bernabé aquí, es Bernabé que me obliga a traerle aquí. No me eches culpa de eso, si quieras echar culpa, a tu Bernabé.
Naomí echó toda la culpa a Bernabé muy desvergonzadamente.
De todas maneras, Bernabé era su niño, Xenia no iba a enfadarse.
Además, ellas lo habían quedado antes.
Rafael quedaba un poco sorprendido, parecía como no esperara que Naomí pudiera echar toda la culpa a Bernabé.
Al contrario, era Xenia quien no le parecía raro. Ella entrecerraba los ojos examinando a Naomí por contrario.
-¿Sí?
-!Claro, sabes bien tu propio hijo!
Bernabé se vestía de ropas gordas y además fue prensado por el alto Simón fuertemente, no podía soltarse.
Esta escena. debería ser muy graciosa, pero Xenia no podía reírse en este momento. Porque la cara de Simón que se desmayó estaba en blanca, también salía mucho sudor fino por su frente.
¿Esto es... qué pasó?
No esperaban que se reactuó Xenia, Rafael y Naomí habían acudido a separar a los dos rápidamente. Rafael apoyaba a Simón solo, y Naomí levantó a Bernabé desde el suelo. Sacudió su espalda para limpiar la ropa.
-¿Qué pasó? -preguntó Naomí sin saber qué hacer.
Xenia miraba fijamente la cara blanca de Simón, apretó los labios diciendo, -No preguntéis qué pasó primero, su situación se ve fatal. Voy a recoger la llave de coche, me ayudáis a bajarle la escalera y meterle en el coche.
-Vale.
Rafael era hombre, tenía mucha fuerza. No tardaba en llevar a Simón bajando la escalera fácilmente. Naomí cogía la mano de Bernabé siguiéndole bajando también.
Xenia volvió al apartamento y buscaba por un rato. Encontró la llave de coche que Simón dejó allí encima de la mesita. Ella la cogió, volvió a la habitación a recoger su bolso y luego cerró la puerta y bajó a la escalera.
Ellos llevaron a Simón al hospital.
Bernabé fue cogido por Naomí con la mano, pero su mirada estaba encima de Xenia que se paraba cerca.
Mamá sólo le Miró una vez desde que el apareció. Luego no le hacía caso hasta ahora. Todo su pensamiento estaba en su papá malo.
Él había viajado lejos a través del mar para buscarla, resultó que mamá no le abrazó una vez.
Le parecía sufrir injusticias pensando en eso.
Pero... pensaba en Simón que fue llevado al hospital, Bernabé sólo podía aguantar las injusticias en su tripa.
Le daba igual, al ver que papá ahora era un enfermo, ¡no se disputó con él!
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