Esposa falsa de Simón romance Capítulo 921

Al oírlo, Rafael se inclinó y lo bajó en el suelo, masculló, -Bueno, querido Bernabé, ve al lado de tu papá.

Rafael recordó algo, se volvió a Simón.

-Señor Simón, ¿está bien? Acaba de desmayarse, ¿no sé cómo se siente ahora desde que se ha despertado? ¿Voy a llamar al médico?

Simón apretó los labios. Excepto el dolor de la cabeza al levantarse no había otros síntomas. Él probablemente adivinó la causa. Se había estimulado el cerebro, y los recuerdos estaban a punto de romper el bloqueo, así que resultó este síntoma.

Si sólo era así, ¿qué problema tenía?

Simón dijo en voz fría, -No hace falta, ahora vámonos.

Bernabé se calló.

Y sacó la boca. Aunque no quería reconocer, pero realmente le impresionaron las palabras de su padre. Bernabé sintió que su corazón se había paralizado en un instante. Al fin, él acercó inconsecuentemente a Simón.

Al llegar, Simón lo recogió a Bernabé, quien dio un gemido y giró la cabeza hacia otro lado.

-Malo papá, no es que me gusta quedar contigo, es que quiero ver a mamá.

Ante esta escena, Rafael sacudió la cabeza sin remedio.

El hijo del señor Simón era bastante orgulloso.

-Vale.

A Simón no le importó lo dicho. De todos modos, sólo estaba en sus brazos en vez de estar en los brazos de otros hombres. Aun siendo su asistente, también le molestaría.

Simón lo pensó, descuidadamente, le dio un vistazo a Rafael.

Rafael estaba listo para salir con Simón, de repente, sintió una mirada cayéndose en su cara, lo que le hizo rígido. Dentro de poco, esta mirada se partió.

Ya que Simón se largó con Bernabé.

Aunque estaba muy preocupado por la salud del señor Simón, su cara se vio sin ningún problema.

Además, en comparación con la señora Xenia, ella era la persona que estaba más preocupada que él.

Así que mejor la dejó preocuparse por el señor Simón.

***

La sala de estar se hundió en un silencio raro. Nadie dijo nada.

Jorge no esperaba que Simón fuera al hospital por la memoria estimulada. En la mente de Jorge, estaba llena de la preocupación de que Simón iba a odiarlo si se restauró la memoria. Hasta ese momento, ¿lo abandonaría este nieto que había reconocido con dificultad?

¿Y quién heredaría la propiedad de la familia Carlos?

Jorge dio un vistazo a Raquel, quien se sentaba perezosamente en la silla, se vio muy tibia.

Si la dejó la herencia, a lo mejor ella podría donarlo sin pensar.

-Raquel, Simón es mi nieto, como su abuelo, ¿no debo ir al hospital a verlo? Además, fíjate en lo que has dicho, ¿qué significa voy a molestarlo?

-¿Acaso no? -Raque le dio una mirada irónica-. Después de salvarlo, provechaste la ocasión de la amnesia, lo llevó a casa, cambió su nombre y apellido para borrar lo pasado. Dices que todo se hace para él, en realidad, eres egoísta, te teme que nadie vaya a heredar tus bienes. Si realmente quieres dejarle la herencia, nada me quedará para discutir. Pero si realmente hubiera hecho por su bien, no habría hecho tales asuntos. Xenia ya lleva tantos años con él, y ahora está embarazada. De joven, ya mató a mi hermana, y ahora, ¿quieres matar a tu nieto? ¿Quieres volver a despedirte del pelinegro para que te despiertes?

Al escuchar la frase “despedirse del pelinegro”, Jorge se quedó rígido, como si fuera golpeado. Mirándola, Jorge se volvió emocionado, con la boca temblando.

Raquel no lo pensó a Jorge en absoluto, siguió, -Ahora te quedan dos elecciones. Si aceptas todo esto, tal vez Simón aún te llame abuelo en el futuro, podrás venir sin vergüenza a comer como hoy. Si todavía mantienes los pensamientos egoístas, sé que no podrás conseguirlo, y finalmente podrás terminar sin nada.

Dylan sudó mucho al oírlo. La señora Raquel, que no vio por tantos años, se volvió muy facunda. Ella no respetó al señor Jorge ante tantas personas.

Naomí se sorprendió mucho, sin esperar que la tía de Simón fuera tan fuerte. Mientras pensaba que Jorge era un emprendedor que valía más de 10 mil millones de euros, no se atrevió a hablar en voz alta. Le sorprendió que Raquel dijera toda la verdad.

Ella pensaba deber marcharse, después de todo, era el asunto de la familia Carlos. Como una cliente, peor escuchó todos los detalles.

Sin embargo, ahora ella no se atrevió a largarse, tuvo que quedarse como un muñeco.

Xenia también estaba tranquila.

Aunque agradeció por salvar a Simón, depende de la situación, las palabras de Raquel eran correctas.

Si Jorge intentó poner freno a que estuvieran juntos, estaba segura de que no lo conseguiría.

Cuando estaba a punto de estallar, se oyó el sonido de la puerta abierta.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa falsa de Simón