Esposa falsa de Simón romance Capítulo 955

Raquel vio a Jorge en su asiento después de la llamada y se llevó las manos al pecho con disgusto y dijo, -¿Qué haces?

Jorge se frotó la nariz y volvió a su asiento.

No se atrevió a desobedecer a Raquel.

Raquel quiso reírse un poco. Después de todo, los demás podrían pensar que estaba abusando de los ancianos.

¿Y qué?

La terquedad de Jorge y lo que hizo habían provocado indirectamente la muerte de la hermana de Raquel.

Para ella, Jorge era el asesino de Rosa.

Así que no podía perdonarlo así.

También estuvo aquí por Bernabé y los demás, de lo contrario, ¡no querría volver a relacionarse con Jorge en su vida!

Para no asustar a Bernabé, Raquel le dijo suavemente, He llamado a tu padre.

-¿Y contestó?

-Sí, le ha pedido a la médica de cabecera que cuide de Naomí, no te preocupes -dijo Raquel con cierta confusión.

Como Simón no contestó hasta la cuarta llamada, tuvo la tentación de llamar directamente a Xenia.

Pero la persona que respondió fue Rafael, el asistente de Simón.

Raquel le preguntó entonces por qué Simón no había contestado al teléfono.

Rafael dijo con calma que Simón estaba en la ducha, así que contestó por Simón para transmitir el mensaje de Raquel.

Esto parecía razonable.

Rafael le explicó entonces que Diego se había quedado en el hotel porque no quería molestar a los demás.

Raquel no esperaba que el hermano de Xenia estuviera allí.

Realmente era una gran familia.

Bernabé se alegró al escuchar el relato de Raquel sobre lo hizo su padre, que por fin estaba aprendiendo a querer a su madre.

Como no estaban aquí los demás, Raquel cogió su bolso y dijo, -Entonces, volvamos.

Jorge se puso inmediatamente en pie, nervioso.

-Pero la cena...

-No, me iré a casa a comer.

No le apetecía mucho comer con el viejo e intentó llevarse a Bernabé, pero éste le dijo, -Abuela Raquel, quedémonos.

Cuando le ayudaron a levantarse, el rostro de Simón ya estaba pálido y parecía no respirar.

-Que se tumbe -Jason se arrodilló y le dio a Simón los primeros auxilios.

Tras unos diez segundos, Simón recuperó por fin la conciencia.

Fue entonces cuando Jason golpeó repentinamente a Simón en la barbilla, el dolor hizo que Simón recobrara el sentido y se quedó mirando a Jason con los ojos entrecerrados.

-¡Estás loco! -le rugió Jason sin ningún miedo.

Simón sabía que era porque Jason estaba preocupado por él.

Entonces dejó de estar enfadado y se apoyó en la pared.

-¡Casi te mueres! Escucha, es un sinsentido - dijo Jason.

-Ahora me importa más la memoria -dijo Simón con la cabeza gacha.

-No hay una solución rápida, ya sabes, sólo tienes que esperar a que tu memoria vuelva... -Jason estaba enfadado.

-No, tarda demasiado -Simón negó con la cabeza.

Después de escuchar las palabras de Bernabé, no podía esperar más, tenía que recuperar la memoria ya.

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