FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD romance Capítulo 19

Alan salió del dormitorio llevándose a Michael y se dirigió a su propia habitación. No sabía explicar aquel dolor oscuro que lo invadía por no poder estar ahí para ayudar a Mar, pero entendía que el niño estaba primero y se veía realmente agitado. No podía dejarse arrastrar por el miedo y la incertidumbre porque de lo contrario no lograría calmar al pequeño.

—A ver campeón, ya no llores. La mami va a estar muy bien...

—No no no no no —negó Michael con las lagrimitas corriendo por su rostro—. ¡El mostgo moldio a la mami! ¡El mostgo enfemó a la mami...!

Alan respiró hondo varias veces y le limpió las lágrimas mientras lo invadía un sentimiento de amor y protección. Haría lo que fuera necesario para mantener a aquel niño feliz, costara lo que costara.

—Escucha, campeón, la mami enfermó porque no toma mucha agüita, solo eso, te lo prometo. Pero quiero que sepas que estoy aquí y, pase lo que pase, no dejaré que nadie le haga daño a la mami. Te lo prometo.

—¿Y el mostgo...?

—¡Lo atacaremos tú y yo juntos! Mañana le conseguiremos a la mami un...

—¡U pokemó! —chilló Michael y Alan sonrió viendo que ese era el mayor nivel de protección que el niño comprendía.

—¡Exacto, mañana a primera hora iré a buscar un Pokémon gigante para la mami! Y nada le va a pasar. Mientras estén conmigo nada les va a pasar, ¿está bien? ¿Sí?

Michael asintió, todavía asustado, pero un poco menos.

—Entonces vamos a dormir. Cuando despiertes la mami estará bien. ¿Sí?

El niño se apoyó en Alan y éste lo rodeó con los brazos, estrechándolo. Lo meció despacio y media hora después sintió como su respiración volvía a ser lenta y constante.

No tenía certeza de lo que quería decir con el monstruo, quizás Mar se hubiera enfermado antes y su imaginación infantil lo interpretara como el ataque de un monstruo. No tenía ni idea de que el monstruo era tan literal y tan real.

Mientras, Gus había estado revisando a Mar, y había bastado con levantarle la blusa para darse cuenta de por qué había hecho énfasis en el privilegio médico-paciente. Su espalda estaba surcada por seis cicatrices en transversal. La más pequeña de unos diez centímetros, la más larga debía pasar de los treinta y cinco. Era un recordatorio permanente de lo que había pasado o de al menos una parte de lo que Sandor le había hecho ese día.

Gus era un médico de campo, acostumbrado a ver todo tipo de lesiones, así que sabía reconocer muy bien las secuelas de una agresión, como sabía reconocer a los pacientes que se negaban a ser víctimas.

—Voy a presionar un poco sobre tus riñones, Mar, necesito que me digas del uno al diez cuánto te duele, ¿de acuerdo?

Mar asintió y la evaluación siguió con preguntas que confirmaron las sospechas de Gus.

—Tienes cólico nefrítico —dijo bajando su blusa y buscando los medicamentos—. Probablemente alguna infección en los riñones también. Voy a empezar el tratamiento hoy con antibióticos de amplio espectro, pero mañana a primera hora dale una muestra de orina a Alan para el laboratorio. Cuando sepamos qué bicho tienes ya nos iremos a antibióticos más específicos.

Mar asintió y se dejó canalizar aquella vena, que Gus encontró en un instante. Le puso el suero y le inyectó algo que la mantendría sin dolor y calmada por varias horas.

—¿Puedo preguntarte algo? —la increpó y ella asintió—. ¿Por qué no quieres que Alan lo sepa?

Mar intentó respirar profundo a pesar del dolor.

—¿Sabes cuánta dignidad me quedó después de esto? —murmuró con tristeza—. No puedo permitir que Alan me mire así también. La lástima no ayuda a nadie y tú la disimulas bastante bien pero él... Alan es un libro abierto de emociones.

Gus asintió mientras apretaba los labios, pero no había nada más que pudiera hacer.

—No te preocupes —dijo suavemente—. No diré nada. Descansa, verás que mañana amaneces más aliviada.

Él sabía mejor que nadie lo que significaba llevar en silencio el peso de viejas heridas, pero también sabía que no había forma de librarse de ellas, y Mar sería otra marca en el corazón de Alan.

—¡Joder, sí que tiene mala suerte! En su otra vida debe haber desplumado a Cupido o algo así! —murmuró para sí mismo mientras se dirigía a su habitación.

Lo vio caminando desesperado de un lado a otro, marcando un sendero en la alfombra frente a la cama donde ya dormía el niño. Alan salió apenas lo vio en la puerta y lo increpó de inmediato.

—¿Cómo está? ¿Qué tiene? ¿Le pusiste tratamiento? ¡Vigílame al nene que voy a verla...!

—Espera, Alan. Espérate. Mar está mejor, está descansado, los medicamentos están haciendo efecto.

Alan dejó escapar un suspiro y finalmente se apoyó en el marco de la puerta, como si sus piernas no pudieran sostenerlo más. A Gus se le partió el corazón cuando lo vio en aquel estado, casi juraba que estaba peor que cuando Soraia había enfermado, porque entonces se había mantenido frío y profesional hasta el final, y ahora parecía más un familiar angustiado que un médico.

—¿Qué le pusiste? —preguntó con ansiedad.

Gus explicó el tratamiento paso a paso aunque era algo que los dos sabían de memoria. Y contuvo la respiración cuando vio a Alan mesarse los cabellos con gesto aliviado. Todas las palabras que no podían salir quedaron colgando entre ellos dos, impregnadas con todas las sensaciones contradictorias que albergaban, y Gus se sentía entre la espada y la pared.

Alan era su mejor amigo, pero por otro lado tenía una confidencialidad a la que no podía fallar, aunque supiera que él iba a salir lastimado en el camino.

—¿Y le pusiste un sedante? No hay necesidad de que pase dolor. Michael ya está más calmado. ¿Y si llevamos a Mar al hospital ahora? Una ambulancia va a demorar solo unos minutos, mejor llamo y...

—¡Alan! No hay mucho más que se pueda hacer ahora, en el hospital solo le pondrán los mismos medicamentos que aquí —lo reconvino—, solo hay que esperar a que le hagan efecto completo, pero debes dejarla descansar.

—OK, OK...

Gus respiró profundo y luego se dio valor para decirle lo que realmente estaba pensando.

CAPÍTULO 19. Alas rotas 1

CAPÍTULO 19. Alas rotas 2

CAPÍTULO 19. Alas rotas 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: FAMILIA DE MENTIRA, AMOR DE VERDAD