Heredero de un multimillonario romance Capítulo 129

Lo primero que decido hacer es ducharme y luego bajar al comedor para saciar mi hambre. ¡Hoy tengo antojo de pasta! El chef promete hacer lo mejor de su receta de autor, y de postre me sirven frutas exóticas.

El tiempo parece ir a paso de tortuga hoy... Me quito la capa de playa, me desato los lazos del traje de baño, pensando en Damir todo el tiempo.

Lo extraño...

Tengo muchas ganas de verlo ahora mismo. Quiero besarle insaciablemente en los labios y luego hacerle el amor.

Cada vez que él y yo tenemos una discusión y luego él da el primer paso en un intento de disculparse, siento un deseo salvaje en mi vientre. ¡Se llama ansia de sexo conciliador!

Abro el agua y me meto bajo la cálida corriente. Cierro los ojos y me relajo, soñando con las fuertes manos de Damir acariciando mi cuerpo. Permanezco inmóvil durante unos diez minutos, disfrutando de los chorros que recorren mi cuerpo. De repente, a través del susurro del agua, oigo un fuerte golpe. Fue como si una ventana se abriera y se golpeara contra la pared. Se oye un traqueteo sospechoso desde el exterior de la casa.

¿Qué es?

¿Es el viento? ¿Una calada?

Me sobresalto.

Cierro rápidamente el grifo, cojo la toalla y el albornoz y salgo corriendo del baño.

Miro la hoja de la ventana entreabierta, con las cortinas ondeando suavemente, se me seca la boca. Creo que he vuelto a ver una sombra.

Todo esto está empezando a asustarme. Esperaré a Damir y se lo contaré.

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