Heredero de un multimillonario romance Capítulo 70

Damir estaba ahora de pie detrás de mí, acurrucándose contra mí como un hombre posesivo y manoseando mis muslos. Ni un segundo después, estoy excitado.

La humedad rezuma instantáneamente de mis pliegues, y mis pezones se ponen muy duros, reaccionando al menor toque de Damir como algo celestial, etéreo.

Me estremezco ante el placer que su susurro provoca en mi piel húmeda después de la ducha.

Sus frescos labios se posan suavemente en mi cuello, besándome, y su fuerte y caliente palma cubre mi estómago, trepando bajo el borde de mi bata. Acaricia. Despierta un naciente tornado de sensualidad dentro de mi cuerpo.

- El vestido... ¡incomparable!

- ¿Estás desnudo? ¿Nada bajo la bata?

Damir coge la cintura de la bata, la tira hacia un lado y la desata.

- Déjame comprobarlo.

Una mano se sumerge en el escote de la bata y cubre con confianza mis pechos. Apretando mi pezón entre dos dedos, esta acción envió una corriente eléctrica a través de mis nervios, haciéndome gemir y estremecer.

- Hueles a chocolate...

De un tirón, me aprieta contra él lo más fuerte posible. Algo tan duro y rígido entra en mi culo. Entra justo entre mis nalgas, haciéndome contener la respiración. Es su gigantesca emoción. ¡El arma del pecado y del vicio! Con la que me torturó toda la noche...

Apretando mis muslos con sus dedos, Damir frota su coño contra mi culo, seduciendo deliberadamente. ¿Realmente quiere volver a tener sexo? ¿Un maratón nocturno de orgasmos no es suficiente para él? ¿De dónde sacó tanta energía? Más que un semental. Damir Rinatovich debe ir a trabajar.

El hombre sigue jugueteando con mi polla y mordisqueando mi pezón al mismo tiempo. Mi mente se confunde, ya he olvidado lo que hablamos. ¿Siempre será así?

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