Heredero de un multimillonario romance Capítulo 86

- ¿Qué pasa, estás llorando?

Me detengo frente a él, apenas capaz de contener mis sollozos. Damir me coge la mano suavemente y me aprieta la muñeca. Me palpa el pulso con sus dedos.

- Ahí está el vestido... ¡Tu regalo! Alguien lo cortó y lo roció con pintura.

Los ojos de Damir se volvieron hoscos y sombríos.

- ¡Trae a todos los sirvientes aquí, Mark! Y revisa las cámaras para ver quién entró en la habitación de Jana hoy.

- Sí, señor.

- Cálmate, no puedes estar nervioso. Es sólo un trapo. Lo importante es .

No esperaba que Damir me atrajera hacia él por un segundo y me besara en la parte superior de la cabeza. Sorprendentemente, me sentí mejor de inmediato.

Unos minutos después, todos los sirvientes se colocaron en línea recta frente a Uvarov. Sus rostros estaban blancos como la tiza y en el pasillo de la casa se había creado una tensión sin límites.

- ¿Quién lo ha hecho? - Gruñó mientras se acercaba a la enfermera. La miró de forma tan espeluznante que ella se encogió. Luego se acercó a todos, con una mirada en el rostro. - Alguien ha desaparecido. ¿Dónde está Oksana? ¡Tráiganla aquí de inmediato!

- Enseguida, señor.

- Siento llegar tarde.

Marat condujo a Oksana hacia dentro, sujetándola firmemente por el hombro. Lleva un delantal blanco, embadurnado del mismo líquido que mi vestido. También tiene pintura en las manos.

Toda la atención estaba puesta en ella. Los siete pares de ojos miraron con reproche a Oksana, porque estaba claro que habían encontrado al culpable.

- ¡Estaba pintando el banco! ¡Sólo estoy pintando el banco, señor! ¿Qué ha pasado?

- Alguien ha mutilado el caro vestido de Yana, que yo le regalé. ¿Lo has hecho tú?

Damir agarra a la criada bruscamente por el codo y la sacude.

- ¡Yo no, yo no! ¡Tú qué!

- Hemos comprobado todo en las cámaras", informa el otro guardia, "sí, nadie ha entrado en la habitación excepto Yana y Oksana.

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