Héroe Retrasado romance Capítulo 117

No había problema acerca de quién era el verdadero dueño de la fábrica, el otro grupo lo sabía muy bien, pero lo hacían a propósito para poder imponer sus condiciones. De cualquier manera, Lin Yuzhen quería saber sus motivos así que decidió arreglarlo ella misma, poco después dejó las oficinas centrales con rumbo a la fábrica. Jiang Ning no pudo evitar sacudir la cabeza mientras se sentaba en el departamento de seguridad.

—La directora Lin no quería que le dijera, dijo que encontrará una manera de arreglarlo por sí sola. —El secretario había bajado a reportarse con Jiang Ning y estaba un poco intranquilo-. Por favor señor Jiang, no le diga a la directora que le dije al respecto.

-Lo entiendo, no te preocupes. -Se levantó y llamó a Huang Yuming-. Hay trabajo que hacer, alguien de Linhai está aquí. Después de medio mes, por fin llegaron-. Sonaba como si no pudiese esperar y se dirigió en auto hacia la fábrica.

En la oficina del supervisor de la fábrica, las manos y piernas del señor Xu estaban atadas a una silla y forcejeaba con todas sus fuerzas, tenía un trapo metido en la boca.

-¡Mmm! ¡Mmm! ¡Mmm!

—Cállate, si sigues haciendo ese sonido te contaré la lengua.

El líder de ese grupo, llamado Jin Mao, miró ferozmente al señor Xu.

—Estoy esperando que venga la directora Lin para hablar directamente.

Por supuesto que él sabía que no había problemas con la titularidad de la fábrica, Zhou Hua sabía lo que Lin Qiang quería, pero él también quería la fábrica, incluso si no podía poseer todo, quería una parte, ese era el motivo para venir.

Lin Yuzhen llegó enseguida y entró, el secretario del señor Xu estaba a punto de llorar.

—Directora Lin, están en la oficina del supervisor. — Preguntó con premura— ¿Llamamos a la policía?

-Todavía no. -Lin Yuzhen negó con la cabeza-. Primero iré a ver lo que está pasando.

Quería que los guardias de seguridad vigilaran la entrada, pero al ver sus caras, hinchadas por la golpiza de antes, Lin Yuzhen se sintió un poco indefensa.

No importaba si hablaran de su rostro o su figura, Lin Yuzhen en definitiva calificaba como una de las mejores. Jin Mao había visto muchas mujeres en su vida, pero este tipo de mujer, inocente, hacía que los ojos le brillaran. Además, Zhou Hua le había dicho que la quería para él.

Lin Yuzhen frunció el ceño cuando lo oyó hablar.

-Por favor, sé más respetuoso. -Fue directo al punto-. ¿Qué es lo que ustedes quieren?, Hablen de una buena vez.

-Estamos hablando ¿no es verdad? -din Mao sonrió y encendió un cigarrillo-. Directora Lin, ¿estás aquí para hablar de negocios conmigo o para hablar de romance?

Mientras más hablaba más se excitaba y señaló el sillón que estaba junto a él.

—Toma asiento, podemos hablar cara a cara o si lo prefieres podemos hablar recostados. ¡Ja, ja, ja!