Héroe Retrasado romance Capítulo 265

Lin Yuzhen se sentó y bebió té mientras charlaba con el maestro Fu. Él parecía un anciano mirando a su propia hija, sus ojos estaban llenos de dulzura. No había rastro de su posición como líder del círculo ilegal de Shengcheng.

Lin Yuzhen no sabía quién era él en realidad. Siguió pensando que era un anciano triste y solitario que rara vez festejaba su cumpleaños. Además, esa muñeca que ella había querido por tantos años le ayudó a Lin Yuzhen a encontrar un tema en común. Comenzaron hablando sobre la hija del maestro Fu y siguieron durante un rato.

―¿Ahora está trabajando en Donghai? ―A Lin Yuzhen le cayó como una grata sorpresa―. ¿Por qué no lo dijo? Me gustaría conocerla.

―Si están destinadas a conocerse, lo harán.

El maestro Fu se rio y no explicó más. En realidad, ni siquiera se había atrevido a reunirse con su hija en más de diez años. Sólo la miraba desde lejos y la protegía en secreto.

Probablemente su hija creía que su padre ya estaba muerto. No era algo malo.

―Me estoy volviendo viejo y parlanchín. Se hace tarde y ustedes dos todavía tienen que regresar a Donghai. No los acompañaré ―dijo el maestro Fu con una sonrisa mientras se levantaba.

Jiang Ning y Lin Yuzhen también se levantaron.

―Cuídese, maestro Fu. Vaya a visitarnos a Donghai cuando pueda. Jiang Ning y yo lo llevaremos a pasear ―dijo Lin Yuzhen sonriendo.

Jiang Ning lo miró intensamente pero no dijo nada. Tomó la mano de Lin Yuzhen y se fueron. El maestro se quedó ahí de pie un largo rato. Parecía tener una lágrima en el ojo. Miró hacia arriba para que no cayeran las lágrimas mientras murmuraba:

―Seguramente mi hija tiene tan buen corazón como esta muchacha, ¿verdad?

Espada Rota no respondió.

El maestro Fu fue quien arregló que ella se fuera a Donghai. Tomó la decisión después de que Dragón Explosivo muriera. Tenía que arriesgarse. Si ganaba, su hija podría seguir viviendo en paz. Era lo único que podía hacer por ella como padre. Ya no se preocupaba por si moría o no. Pero, incluso si tenía que morir, y aunque fuera sólo un perro, lo habían presionado y se habían aprovechado tanto de él que tenía que tirar la mordida.

Después de eso, todos los demás se fueron. Nadie se atrevía a hablar por Zhang Cheng sobre cosas como esta. Él de verdad había entrado en pánico. No estaba seguro de si en serio Jiang Ning se lo llevaría.

El hermano Gou estaba de pie junto a la puerta. Después de pensárselo un rato, Zhang Cheng por fin decidió acercarse. Sacó un cigarro y sonrió con amabilidad.

―¿Hermano Gou?

El hermano Gou lo miró y frunció el ceño.

―No fumo.

No tenía idea de qué rayos había ocurrido, pero Lin Yuzhen le había dicho que fumara menos porque era malo para su salud y le pidió que lo dejara tan pronto como fuera posible. El hermano Gou se conmovió tanto a causa de su preocupación, pero en cuanto los hermanos se enteraron, se turnaron para golpearlo durante más de tres horas para obligarlo a que lo dejara. No querían que contaminara el aire alrededor de Lin Yuzhen. El hermano Gou no tenía ni idea. Fumaba muy poco y no se atrevía a fumar frente a ella.