Héroe Retrasado romance Capítulo 273

Por fin había algo de movimiento por parte del norte. Si no lo hubiera a estas alturas, Jiang Ning habría reprendido a Fei por su ingenuidad. Le había tomado tres meses hacer algo tan pequeño. No era tan bueno como antes, ¿eh?

Jiang Ning dejó su teléfono y se levantó para vestirse. Un nuevo representante. Sonaba a que se venían tiempos divertidos. Jiang Ning esperaba que este nuevo representante no lo decepcionara. Salió del cuarto y vio que había varios platitos en la mesa. Se veían bastante decentes. Lin Yuzhen de verdad se había esforzado.

―Huele bien. ―Jiang Ning olfateó―. Has mejorado.

Lin Yuzhen estaba en la cocina cuando escuchó el halago de Jiang Ning. Puso una cara de satisfacción y se mofó:

―Basta de tonterías y ve a lavarte. Llévame al trabajo después.

Jiang Ning asintió y sonrió mientras caminaba hacia el baño. Lin Wen y Su Mei se habían levantado mucho antes pero ya que Lin Yuzhen podía preparar el desayuno, se lo dejaron todo a ella. Su Mei siempre se arrepentía por no haberle enseñado a cocinar pero claramente no era demasiado tarde. Estaba feliz al ver que Jiang Ning y Lin Yuzhen parecían llevarse mejor, pero también estaba un poco preocupada. Eran de mundos muy diferentes y quizás la inmensa diferencia decepcionaría o haría molestar a Lin Yuzhen. Sin embargo, hasta el momento parecían moverse por un mejor camino. Ella había pasado por eso antes y sabía que no tenía caso decir nada. Sólo podía dejar que las cosas siguieran su curso natural.

―Ven a comer ―llamó Su Mei a Jiang Ning cuando lo vio salir del baño.

Pasó junto a Su Mei y ella de inmediato entrecerró los ojos. Su boca estaba un poco abierta y casi gritó. No pudo aguantarse y corrió a su habitación. Lin Wen acababa de cambiarse y estaba saliendo, así que chocaron.

―Ay, cielos, ¿qué está pasando?

Lin Wen se agarró de Su Mei, quien por poco se cayó. A Su Mei no le molestó. Arrastró a Lin Wen de vuelta al cuarto y cerró la puerta detrás de ella. Tenía un aspecto sigiloso al susurrar:

―Adivina lo que vi.

Lin Wen estaba aturdido. Sólo había cuatro en la casa y había algunas cosas viejas por ahí. ¿Qué podría haber visto Su Mei?

―¿Qué viste? ―preguntó él con curiosidad.

―¡Cabello!

La expresión de Su Mei era muy seria. Lin Wen se quedó inmóvil un rato, luego se echó a reír.

―Me preguntaba de qué estarías hablando. Yo también lo veo. ―Estiró la mano para acariciar suavemente el cabello detrás de la oreja de Su Mei y continuó―: Veo una cabeza entera de suave y encantador cabello.

―No.

―¿Alguna vez has visto a un hombre hacer tantas cosas por una mujer?

―No.

―¿O has visto a una mujer entregarse a un hombre a quien no ama?

Su Mei hizo una pausa, luego sacudió la cabeza.

―No.

―Te dije hace mucho que Jiang Ning no se aprovechará de ella. Confío en él. Los hombres son buenos para juzgar a otros hombres.