IntensaMente （COMPLETO） romance Capítulo 23

V E I N T I D O S

Aaron Lovecraft

Ley de Murphy...

Cuando crees que nada puede salir peor, algo sale peor.

Nunca había sentido tan palpable está ley.

Todo iba mal y pensé: 'tranquilo Aaron, ya nada puede empeorar'. 'Sólo es un obstáculo más, ya todo pasará.' ...Y No, vino algo peor. Y creo que no acabará todavía.

Buscaba una excusa, pretexto. No quería ir. Algo me decía 'Quédate' 'Quédate'

—La responsabilidad está en tus manos...

—Lo se papá ¿pero no puede ir Arthur? Tenía pensado pasar el finde con ella.

—Ella lo comprenderá. Es tu trabajo. Shadia está enferma y Arthur necesita estar con su esposa.

—Y Stefanía...

—No

—Uzcátegui...

—Tampoco... ¡anda tú!, es una gran inversión. Sólo son dos días.

—Si no hay de otra...

Salió mi padre y vi la hora, falta poco para ser las seis, ella debe ir saliendo de su trabajo. Bajo rápido y la veo camino hacia la salida.

—¿Piensas irte sin mí?.

—Pensé que te habías ido.

—Tuve una reunión con mi padre y quería hablar contigo ¿te quedás conmigo?

—Que tal sí tú te quedas conmigo...

— Es peligroso. Si pasa un viento y se derrumba o sí hay una fuga de gas o...

—O... eres exagerado. Nada va a pasar. —me abraza— si te quedas hoy conmigo prometo quedarme una semana contigo...

—Una semana es poco para mi... ¡un mes!

—Una semana y nada más...

—Tres semanas...

—Una y medía...

—Dos semanas...

—Ok... ¡lo pensaré! ¿entonces? Vamos a mi humilde refugio.

Trepamos mi auto y fuimos a los suburbios de la baja sociedad donde vive Venecia.

—¿No has pensado tener un auto?

— Tenía un Audi. Regalo de mi abuelo por mi título y lo vendí para pagar mi ahora piso. Y no insistas, te dije que aceptaría tu auto cuando cumplamos seis meses de novios.

—Ok, no olvido las condiciones.  Pero un Audi es caro ¿No pudiste buscar un piso mejor?

—Como verá Lord Lovecraft... los seres humanos necesitamos alimentarnos y pagar cuotas para sobrevivir en una ciudad como ésta. Busqué la economía. No tenía trabajo y empezaba los estudios.

—Tengo muchos autos y no me molestaría prestarle uno a mi novia. Puedes elegir el que quieras.

—No estoy de acuerdo...

—¿Por qué no?

—Me has dado mucho y te he dicho que no quiero nada material. No quiero prejuicios contra mi.

—Entonces  atente a consecuencias, dejarás que te busque cada mañana y te traiga a casa.

—Eso si puedo permitirte...

Llegamos a su departamento y subimos.

Pensar que estaré toda la noche aquí me descontrola mis pensamientos.

—Bienvenido a mi dulce hogar.

—¿Que vamos a cenar? Puedo hacer la cena.

—Que tal sí hacemos pizza y vemos películas... América me ha pasado unas buenas.

Hicimos pizza y luego quedamos en la habitación con la película.

—Mañana me iré a Estados Unidos y  regresaré el lunes en la mañana...

—Escuché que habrá una inversión con los estadounidenses...

—Me mandarán a mí, te prometí un fin de semana te lo recompensare cuando venga.

—Eso sería increíble...

Seguimos viendo una película que no se como se llama, sólo se que el hombre venga la muerte de su esposa e hija.

Venecia se quedó dormida.

Tan inocente, despreocupada, pacífica. Contemplé su sueños. Su fina nariz, su cabello rubio largo, sus largas pestañas y esas escasas pecas que apenas se notan.

Simplemente Hermosa.

Murmuró algo dormida, la arrope y me acurruque a su lado hasta que el sueño me pudo.

Mi teléfono sonó, ya eran las seis del sábado y tenía que viajar. Era un viaje corto hasta Boston Massachusetts, le dejé una nota.

“Espero regresar y darte la sorpresa. Te amo. Cuídate.

P.D: Te deje la llave del Saab. ¡Úsalo!”

Me fui al aeropuerto, mi padre me recogió junto a mi mamá.

—Por favor llama cuando llegues y avisa como va todo.

—Si. ¡Estaré bien! Por favor cuiden de mi chica. Tengo algo en mi pecho. No me gusta el barrio donde vive.

—La llamaré para pasar un rato con nosotros y Crystal.

—Gracias mamá.

Me despedí de ellos y fui con mi equipo de trabajo. Es difícil ya que Ethan se fue con Ariel y no tendría a quien mandar en mi lugar y de verdad quería pasarlo con mi chica.

—Bienvenido a Boston señor Lovecraft... —dijo el jefe de seguridad de la empresa accionista.

—Gracias. Un placer...

—Lo llevaremos al hotel a descansar y mi gente le dará las instrucciones de la primera reunión.