IntensaMente (COMPLETO) romance Capítulo 48

C U A R E N T A- y- S I E T E

Una semana...

Una semana calando la doble personalidad de Ann. Es falsa, por un lado aparenta ser un sol y por otro es la propia Satán. No aguanté, no trabajo para ella y tampoco dependo de ella.

Era tanto estrés causado por su persona que hice milagros o mi papá hizo milagros: consiguió una casa -no tan grande- donde vivir con mi hijo, me compré mi auto y terminé de amueblar mi nuevo hogar. Hoy le daré la noticia a Aaron que mañana salimos de su casa.

Por un lado mi hijo es muy socializador y se mantiene hablando con todo el mundo, hasta se lleva bien con Anne. Conocí a la hija de América, la pequeña Gabi, sólo es contemporánea con mi hijo por unos meses ya que ella es mayor, se la llevan bien y eso es agradable.

Llegue temprano con Ander de visitar a mi papá en la empresa, esperaba hablar primero con Marta, es una mujer muy sabia. Cuando le dije a Ander que nos iríamos su pregunta me descuadró: ¿Por qué debemos irnos si los padres de Gabi viven juntos? Hablé con él y le expliqué qué tipo de relación teníamos su papá y yo, esa conversación me dolió más a mí que a mi hijo, le expliqué quien es Ann y el papel que hace en la vida de Aaron, esa parte también me dolió.

Bueno, sólo esperaría a que llegará Aaron y darle la noticia.

Es un alivio, antes me gustaba estar acá, vivir acá, soñé con formar mi hogar acá pero ahora sólo quiero irme, me empalaga los afectos y el cariño que se da la pareja, bien por él, tiene el derecho de rehacer su vida y me lo ha restregado por la cara lo bueno que vive la vida, pero, tenía que ser con "ella", seguí comiendo en la cocina y de hecho en los días que llegaba temprano en mis gestiones ayudaba a la pobre Marta del martirio que le hacía pasar Anne con sus mandados.

Las horas pasaron y pasaron, era tarde y no llegaba, no llegaban, mi hijo ya dormía y Marta antes de acostarse me recomendó hacer lo mismo. Pero queria hablar con él y decirle mis planes.

No pasó mucho mientras cabeceaba y llegaron, estaban felices, riendo y besándose como dos enamorados que comparten felicidad.

Me levanté del sofá donde me encontraba y ellos se detuvieron, bajé mi mirada, si que molestaba verlos juntos abrazados mimandose el uno al otro.

—¡Oh! Venecia... te hacía dormida —la falsa voz de Ann es tan detestable.

—Estaba esperando a Aaron, necesitaba comentarle algo. —este se acerca alejándose de agarré de Ann y se sienta frente de mí en el otro sillón y luego Ann con él.

Que parte de que quiero hablar con Aaron no entendió ella, solo con él.

» Ok, quería decirte que ya tengo donde vivir y mañana me iré con Ander a mi nueva casa. —no me había sentado pero el se paró y la sonrisa de hace unos momentos desapareció.

—¿Por qué? Aquí hay mucho espacio para ustedes...

—Necesitaba mi espacio. Y no me quedaré aquí el resto de mi vida Aaron, tarde o temprano nos iríamos.

—Si pero Ander es mi hijo.

—No he dicho que no lo sea —esto se está saliendo de control.

—Ya Ander es un Lovecraft. El apellido está cambiado y necesitas de mi autorización para irte con mi hijo. —eso me pilla fuera de base— debiste decirme antes.

—¿Ya cambiaste el apellido y no me avisaste eso? debiste decirme antes también... —lo reto

—¿Cuando? ¿Cuando estabas secuestrada? o no sé dime... ¿Lo vas a alejar de mí otra vez?

—¿Qué?...No, no lo haría sólo estaremos en otra casa en la misma ciudad. No es para tanto y igual solo quería notificarte para cuando vengas mañana no te sorprenda nuestra ausencia y no te estoy pidiendo permiso.

—Pero soy el padre

—Sí... un padre que acaba de aparecer, y no me justifico porque soy culpable por eso, pero no me desautorices eso no lo permitiré.

Si alguna vez había visto la cara de molesto de Aaron esta sobrepasa a todas las demás

—Ok. Te marchas mañana. Espero que me dejes ver a mi hijo o por el contrario peleare contigo por su custodia y tengo muchas influencia y no quiero quedar como el malo de la historia.

—Me quedó claro. —trago la amenaza de Aaron y se me forma en el estómago un nudo.

—Ok... hay mucha tensión, hoy es un día muy especial para dañarlo con notícias tan brusca como esa —me mira de pies a cabeza— Ander es un niño que ha creado en la casa un hueco de felicidad y espero que siga así. Y se acostumbre porque cuando nazca su hermanito tendrá que compartir a su papá —dice Ann con mucha felicidad agarrandose el vientre, me sacó una exclamación.

—¡Oh!. Felicidades... —dije apenas audible, bajé la vista, el nudo que tenía antes se le sumó otra sensación, pero los dos querían salir de mi estómago. Y podría jurar que mi pecho se desinfló.

—Si... me acaba de dar la noticia. —dice feliz Aaron

—Un brindis por el nueve porciento... —medio sonrio y me fui alejando de ellos a mi habitación.

Embarazados... están esperando un hijo. Soy historia.

Creo que dormí y soñé con brujas embarazadas y príncipes encantados con un hechizo de ceguera que absorbió su mente y ahora es un simple robot manejado por la mismísima diabólica bruja y pronto tendrá a un coreanito mitad brujo.

No iba a dejar que sueños como esos dañaran mi día, me vestí, me coloqué un vestido floreado y me deje mi melena rubia suelta, en el espejo me veía hasta joven, por efecto del vestido, mis zapatillas beige que resalta con mi vestido del mismo color.

Mi hijo ya estaba desayunando y arreglado gracias a Marta. Será una magnífica abuela, así como madre.

Marta salió de la cocina dejándome servir  mi comida al lado de mi hijo. Este está callado y no deja de mirarme. Conozco bien a mi hijo porqué lo parí yo.

—Mi príncipe... —lo llamo— ¿sucede algo? —lo miro espectante.

—Ma... ¿Es verdad que me separaras de mi papá y no me dejarás verlo?

—¿Que? ...No, ¡claro que no!  —me acerco a él y miro si pequeña carita— ¿Quien te ha dicho esa mentira?

—Pues... —baja la cabeza— Ann a dicho que tu me separaría de papá y no conoceré a mi hermanito.

—No. Hijo, sabes que no haría eso. No escuches lo que esa mujer te diga, hay personas que pueden ser muy malas. Así que olvídate de eso y cuando quieras ver a tu Papi, lo llamamos y el vendrá por ti o yo te llevo a él. Pero el no se separará de tí.

Me sonrió y regresé a devorar mi desayuno con ganas de matar a una pelinegra ojiazul que está manipulando a mi pequeño príncipe.

Ander terminó su desayuno y se fue a lavar los dientes mientras yo limpiaba el pequeño desastre que hicimos al desayunar.

Y hablando de brujas está entra en la cocina.

Con su sonrisa tan falsa como un billete de siete dólares.

No dejé que se acomodara bien en la silla cuando le solté.

—Que sea la última vez que le hablas con mentiras a mi hijo y le dices que negare que vea a su padre.

Ella muestra una sonrisa de oreja a oreja pero cuando va hablar interrumpe Aaron:

—¿Eso es cierto? —pregunta serio e incrédulo

—¿Cómo creés...? Yo no haría eso, es un niño encantador y lo adoro ¿vas a confiar en la mujer que ocultó la existencia de tú hijo por cuatro años... o a mí? —señala su vientre— que te he demostrado lo mucho que te amo —Oh por Dios... hay lágrimas en sus ojos. ¿De verdad el no vió como se burlaba de mi antes de entrar?— ¡Ah...! —arruga la cara agachandose— me duele..., mira lo que haces —me ve con rabia y bien fingido, sus ojos dicen otra cosa— amor llévame al hospital...

Aaron actuó rápido y antes de salir con ella en peso voltea y me habla:

—Esto es muy bajo para tí, si le llega a pasar algo me lo pagarás...

Esa mirada si me dió miedo. Él es capaz de hacer cualquier cosa y una es quitarme a mi hijo. Se que no le pasó nada a esa farsante, sólo ganó una batalla pero no la guerra.

Hasta podría decir que estoy odiando a Aaron gracias a ella. ¿De verdad le creyó más a ella que a mi? ¿De verdad la ama?.

Aaron Prince, te odio. Estás abusando de tu poder para controlarme y eso no lo dejaré, el que está cayendo bajo es él y no se da cuenta o fui yo quien no se dió cuenta quien es Aaron, el día que lo conocí me trató igual podría decir que soy una desconocida a la que trata de despedir por una mentira de una secretaría arribista.

Aclaro, la secretaría es la sosa de Anne Brito.

Llamé a mi excuñada y le conté lo sucedido, hablé con ella y le dije lo que sucedía en realidad y ella me dijo que quizás soy yo la que estoy desubicada, que Ann es un pan de Dios y que mi actitud errante casi pone en peligro la vida de su nuevo sobrino y que lo mejor sería alejarme porque ella apoya a su nueva cuñada y yo solo estoy causando problemas, que al margen estoy mejor y que sí quería conservar está amistad que yo no merezco le hiciera caso a lo que me dice. Y eso también me dolió, es una gran Manipuladora, así como tiene dopado a Aaron, al igual que tiene a toda su familia y en general, sólo Marta y yo conocemos la verdadera cara de Anne.

Hasta mi familia me llamó interrogando lo que había pasado y estoy dispuesta a apostar que ellos también defenderia a esa mujer sin escrúpulos.

Sólo soy yo contra el mundo. Ahora más que nunca quisiera estar en brazos de mis amigas aquellas que sí creerían de mi palabra.

Era tanto la frustración que ahora me encuentro en casa de mis abuelos en busca de atención la cual jamás mendigue.

Mi abuelo trabaja y mamá también. Solo estaba Melany mi dulce abuela, hasta la ironía se burla de mí.

Hablé con ella y me escuchó, creo que los años si ponen sabias a las personas, por las buenas o por las malas. Mi hijo estaba jugando en el jardín sólo, el se puede entretener con solo unas piedras y palos y es el niño más feliz del mundo.

Me sorprendió lo que me dijo la abuela:

—Eres una Kipling... ¿te dejaste montar a esa mujer? Eres mi nieta, ¿por que no has sacado nada mío? Espero que no te apartes de esa familia por la actuación de esa estúpida. Empezará así y después se meterá con mi bisnieto hasta que ya el estúpido de Aaron sea controlado totalmente por esa insulsa. Pelea por tu hijo y por tu lugar... Primero fue domingo antes que lunes. Donde hubo fuego cenizas queda.

—!Abuela...! ella está embarazada.

—Y... tu no vas hacer nada con ella. Sólo con Aaron.

—Eso es muy bajo... —la reprendo.

—Me vas a disculpar, por eso la ofrecida de Charlotte se metió por los ojos a Stephen. Sacaste la belleza de los Kipling con la de Holmes que no hay que negar —rueda los ojos— deberías usar más vestidos de eso que muestra tus fabulosas piernas y esas tetas que cualquier mujer envidiaria, ponte atrevida. Quien quita que Aaron se despabile y se vuelva loco por tenerte cerca. ¡Ahh! —suspira— o te levantas un buen hombre de esos que bajan estrellas y no te dejan estrellada como lo ha hecho él. De verdad no heredaste mi intelecto.

Quedo sorprendida por todo lo que ha dicho Melany Kipling y no se sí es mi abuela la que está frente a mí o es un clon con otra personalidad que no es de ninguna de las señoras Kipling.

»¿Qué creés...? En mi tiempo se levantaron muchas mujeres que se le querían meter por los ojos a tu abuelo. Pero no. Primero le saco los ojos a esas ofrecidas... Tu abuelo era un galán en sus tiempos y no niego que aún lo sea y déjame decirte que aún estoy dispuesta a sacar los ojos por mi matrimonio.

—¡Mamá...! hay un cachorro muy peludo en el jardín. —llega contento mi hijo a tiempo de que no me dé un colapso por tanta información administrada por la abuela.

—¡Ahh sí! tu abuelo y yo nos sentimos sólo y adoptamos un perro. Se llama Capitán. Es un pastor alemán y muy obediente y juguetón. —se levanta— ¿Querés jugar con tu abuela? —le ofrece la mano a mi hijo y él con gusto la acepta y yo solo puedo preguntarme: ¿Que pasó en estos cuatro años? Y ¿Donde está Melany Kipling?

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