Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 186

Por fin, Vanesa se dio cuenta de que había bebido demasiado. Se detuvo apresuradamente y dijo,

—Parece que estoy un poco borracha.

—Sí—afirmó Erick.

—Tengo que irme a casa ahora. No puedo estar fuera borracha. No es seguro.

—Te acompaño a casa —le dijo Erick, quien se echó a reír al escuchar la última frase suya. Se levantó tras ella, acercándose a ayudarla.

—Bien, pero apresúrate y llévame a casa. Tendré problemas si me encuentro con un tipo malo —dijo Vanesa mirando a Erick con la alegría como una niña.

—A pesar de solo poder andar con cuatras patas, todavía te mantienes cautelosa. Eso también me parece bien —comentó Erick cogió su guitarra y ayudó a Vanesa para subir a su coche.

Tras entrar en el coche, Vanesa se quedó dormida. Se echó hacia atrás en su asiento, con su carita sonrojada.

Erick estaba sorprendido de que ella le tuviera tanta confianza. Arrancó el coche y se dirigió a la casa de Vanesa.

Cuando llegaron a la casa de Vanesa, ya era muy tarde. Pero Santiago seguía despierto, sentado en el sofá, con el canal de televisión cambiado muchas veces. Estaba distraído y miraba la hora con frecuencia. A medida que el tiempo pasaba, su paciencia se iba agotando. Por fin, se oyó el sonido de un coche fuera. Santiago se saltó del sofá como un rayo.

El coche de Erick estaba aparcado frente al patio y Vanesa estaba dormida como un trunco. Erick la llamó dos veces pero no se despertó. Al final, no tuvo más remedio que sacarla del coche entre sus brazos. Erick miró a Vanesa, dijo en secreto,

«Por suerte, no soy malo».

Erick llevaba a Vanesa justo dentro de la puerta del patio cuando Santiago salió con un rostro sombrío. Éste dse acercó y dijo directamente,

—Dámela.

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