Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 57

Vanesa se rió, sin sentir ninguna vergüenza. Por otro lado, la mujer se quedó sin palabras.

Vanesa la miró de arriba abajo, con la misma expresión de cuando ella miraba a Vanesa con desprecio en la playa, luego se fue.

Cuando ya estaba de espalda a la mujer, se rió. Vanesa había escuchado los comentarios de las personas que estaban al lado, se habían enterado de lo que dijo. Por fin se vengó, este sentimiento era realmente estupenda.

Vanesa estaba tarareando una canción y caminó lentamente hacia la playa. Paseó durante un rato junto al mar, encontró un arrecife y se sentó en ella. Había mucha gente en la playa, todos eran parejas. Aunque Vanesa estaba sola, estaba de buen humor.

Sobre todo pensando en la mujer que se había quedado sin palabras. No pudo contener la risa varias veces.

Era realmente muy satisfactorio el estilo de vida actual. No le importaba nada, no tenía que preocuparse las cosas molestas. En comparación, la vida antes era muy aburrida.

En la familia Icaza, recibió muchas intimidaciones. Cuando se sentían enojados o molestos por algo, le metían en problemas sin motivo. Solo hicieron esto porque eran mayores que ella y, además, su familia no tenía tanto poder y rica como la familia Icaza. Por eso esas personas siempre la dañaban.

Al pensar en esto, Vanesa poco a poco se volvió triste.

«Al fin y al cabo, es por culpa de Santiago, si me hubiera cuidado un poco, si hubiera sido un poco más amable conmigo, no me habrían dañado descaradamente, no habría vivido así de lamentable».

Vanesa lo maldijo y después de un rato regresó al hotel. Fue a estar un rato en el bar, pero aún no vino el cantante. Vanesa bebió un vaso de agua, comió un poco de fruta y vio que ya era hora de volver, por lo que se fue a la habitación.

No vio a Santiago cuando entró, pensó que Santiago también estaría fuera. Pero se quedó atónita en cuanto entró en el dormitorio.

En la habitación había un baño, que estaba separado con un vidrio esmerilado. Obviamente había alguien adentro, se oía hasta el sonido del agua corriente.

Vanesa frunció el ceño, quiso echar hacia atrás y salir. Pero solo se movió un poco y se detuvo. Fue a sentarse en la cama campantemente, sacó el móvil y comenzó a jugar.

Santiago no escuchó el sonido del exterior, después de ducharse, salió del baño mientras se secaba el pelo. Después de unos pasos, se detuvo.

Vanesa se había sentado con las piernas cruzadas en la cama, estaba muy entretenida jugando. No llevaba ropa interior, solo tenía una falda con tirantes de pijama. Con un solo movimiento de agacharse levemente, podía ver todo su pecho.

Vanesa tardó unos segundos en ver a Santiago, después ordenó apresuradamente su pijama.

Pero al mirar a los ojos de Santiago, parecían bastante inexpresivos.

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