Esa mujer tenía buen apetito y no era quisquillosa con la comida. Desde que se embarazó, no había visto en ella muchas náuseas matutinas, lo cual era una ventaja, ya que no había que preocuparse por la malnutrición de su bebé.
Sabina se sentó en otra mesa, pero sus ojos nunca se apartaron de él. Siguiendo su mirada, ella vio a Fiona. ¡Estaba muriendo de celos!
Cuando el banquete estaba llegando a su fin, Abril se levantó, con la intención de ir al baño, cuando la voz de Fiona llegó desde el lado: "Señora Rosales, ¿no vas a brindar? No es el momento todavía". Su voz era baja, suave, controlada para que solo ellas dos la escucharan.
Abril sonrió con torpeza: "No, solo voy al baño, he bebido demasiado jugo". Después de quedar embarazada, parecía que su vejiga había disminuido de tamaño.
Fiona pareció querer decir algo más, pero se quedó callada.
Abril se dirigió hacia la salida. Justo cuando llegó a la puerta del salón de banquetes, escuchó un grito agudo. Se volvió y vio a Fiona saltar de su silla, el mesero que estaba sirviendo la sopa de alguna manera la derramó, salpicándola en la pierna.
"¡Duele mucho!", Fiona cayó al suelo con dolor.
Filemón se levantó y se apresuró hacia ella.
"Fili... Señor Galindo!". Una lágrima cayó de los ojos de Fiona, su pierna estaba roja e hinchada, muy desagradable a la vista.
"Te llevaré al hospital". Filemón la levantó en sus brazos y se dirigió hacia la salida. Apoyada en su pecho firme y cálido, Fiona de repente sintió que su pierna ya no dolía, su preocupación era el mejor analgésico.
Abril estaba de pie en la puerta, observando cómo pasaba junto a ella. Algo en su corazón se retorcía inexplicablemente, y de repente recordó la última vez que Filemón la había cargado así, saliendo del salón de banquetes. Rápidamente se giró y se fue, temiendo que alguien notara algo sospechoso si se quedaba.
"Sabina…", Sabina estaba tan enfadada que estaba a punto de llorar. Se levantó con la intención de seguirlos, pero Paula la detuvo. "Cálmate, lo resolveremos cuando volvamos a casa".
¿Cómo podría Sabina calmarse? Tenía ganas de morirse.
Cuando Abril llegó al baño, sintió un amargo sabor en su boca, probablemente debido a que había bebido demasiado jugo. Cuando volvió, el salón de banquetes había vuelto a la normalidad, como si el incidente anterior nunca hubiera ocurrido.
Filemón también había vuelto, después de poner a Fiona en el auto y decirle a su secretaria que la llevara al hospital, volvió al salón de banquetes.
Lo que ella podía pensar, otros también lo habían pensado.
Kevin ya había enviado a alguien a investigar.
...
Después del banquete, Abril regresó al apartamento. Después de bañarse y cuando estaba a punto de irse a dormir, Filemón llegó.
Rápidamente se metió en la cama, se cubrió con la manta y cerró los ojos, fingiendo estar dormida, pero todos sus movimientos ya habían sido captados por Filemón.
"Deja de fingir".
Ella hizo una mueca y abrió los ojos. En ese momento, ¿no debería estar con Fiona, cuidándola? Parecía que estaba bastante herida.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema!
Suban más de 20 capitulo diarios 🤭 por favor 🙏🏼...
Ne encantan suban muchos capítulos por favor 💘...
Más capítulos por favor...
Ojala suban mas cap, esta buenisima:)...