¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 151

Los otros altos cargos presentes expresaron su acuerdo.

Filemón se recostó en su sillón, observando en silencio la acalorada discusión de la mujer. Se inclinó ligeramente, apoyando su brazo izquierdo en el reposabrazos, sus delgados dedos sosteniendo su rostro severo. Su postura desprendía una pereza despreocupada propia de un rey, pero a veces dejaba entrever su dominio.

En ese momento, Abril dirigió su mirada hacia él: "Señor Galindo, ¿qué opina?".

Los ojos de Filemón eran insondablemente profundos, como un estanque helado que había existido durante milenios, inescrutable. Sus dedos golpearon suavemente la mesa dos veces antes de comenzar a hablar lentamente: "La serie 'Destino' se lanzará en diciembre".

El rincón de la boca de Fiona se contrajo, parecía que quería decir algo, pero se calló.

Después de la reunión, Suárez y Abril tomaron el mismo ascensor para bajar. Suárez murmuró: "La nueva línea de Nobleza Joyas también se lanzará en diciembre. Probablemente el Señor Galindo planeó esto para enfrentar a 'Destino' directamente contra Nobleza Joyas".

Abril, que estaba de buen humor, de repente se sintió como si un tigre le hubiera clavado un cuchillo por la espalda. Era cierto que la experiencia venía con los años. El jefe seguramente era la reencarnación de un zorro astuto de mil años, siempre maquinándolo todo.

"Esto demuestra que el Señor Galindo tiene mucha fe en la serie 'Destino'. Es nuestro momento para brillar. Prepárate bien, Suárez, no podemos decepcionarlo". Esbozó una sonrisa y salió del ascensor. El jefe pensaba que podía bloquear su camino, pero ella no se rendiría tan fácilmente, era resistente y siempre se levantaba después de una caída.

Al regresar al Departamento de Diseño, envió un correo electrónico a todos para informarles sobre el cambio de planes para el lanzamiento del producto, incluidos la sección de marketing.

Fiona estaba furiosa. Había conseguido los mejores recursos de ventas y estaba segura de que iba a aplastar a su competencia, pero en ese momento todos sus esfuerzos parecían haber sido en vano.

¿Había subestimado a su oponente? Abril parecía una chica dulce e inocente, pero siempre parecía encontrar una manera de salir de las situaciones más difíciles.

Fiona se mordió el labio y forzó una sonrisa en su rostro tenso: "Para celebrar el próximo lanzamiento de nuestro producto, invitaré a todos a comer en Huayi hoy al mediodía".

Ese mensaje estaba claramente dirigido a su equipo. Los miembros del equipo que estaban un poco decaídos de repente se animaron.

"El Huayi es un restaurante japonés de alta gama".

Fiona asintió, se subió a la silla de ruedas y llamó a su equipo para que se uniera a ella. Una vez que se fueron, la oficina del Departamento de Diseño se volvió increíblemente tranquila.

Marcos chasqueó la lengua: "Fiona realmente es una dama de alta sociedad. Sufrió una pequeña lesión y ya tiene que tener una asistente personal para recogerla".

Joana encogió los hombros: "Si fuera una persona normal, ¿se atrevería a competir con la Señorita Gil por el jefe?".

Abril estuvo completamente de acuerdo con eso. Si ella fuera una persona normal, no tendría la oportunidad, el jefe no se conformaría con menos. Como ella, por ejemplo, que era simplemente una chica de familia humilde. En su opinión, ni siquiera era digna de ser su amante.

Lilia bajó la voz: "La Señorita Gil se ha precipitado esta vez. Oí que la familia Sánchez la obligó a disculparse públicamente y que el jefe estaba muy enfadado. No puede salir de esta situación".

Abril podía imaginarse cuán furiosa estaría Sabina en ese momento. Si todo eso hubiera ocurrido a puertas cerradas, no sería más que una pequeña disputa, apenas un murmullo en la ciudad. Pero sucedió durante la celebración del aniversario de JSP, con tantos de la alta sociedad presentes. Fue completamente inapropiado, un golpe directo a su reputación.

La familia Sánchez se había convertido en el centro de atención una vez más, y la noticia se había extendido por toda la élite de la ciudad. Paula quería protegerla, pero no había forma de ocultar lo sucedido, ya todos lo sabían.