¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema! romance Capítulo 37

¡Eso fue insultante y ofensivo al máximo!

Abril juntó todas sus fuerzas y lo empujó. Oh, ¿y quién era el que tenía problemas de fertilidad? ¿El que necesitaba inseminación artificial para tener un hijo? Quizá era porque algo no funcionaba bien en él.

¡Un gol en un segundo! Lo maldijo en silencio, pero no se atrevió a pronunciar una palabra de lo que pensaba, temiendo que él se enfureciera y la estrangulara allí mismo.

"Señor Galindo, ¿no es normal que no estés interesado en mí? Sería un problema si lo estuvieras".

Esas palabras fueron como un hueso atascado en la garganta de Filemón, no podía tragarlas ni escupirlas. Estaba profundamente herido y más enfurecido, queriendo acallarla en cualquier momento.

"¿Un problema? Soy experto en solucionar problemas". Le dijo fríamente y se marchó.

Abril sintió un escalofrío que venía desde la puerta, se abrazó a sí misma y tembló. ¿Solucionar problemas? ¿No estaría pensando en deshacerse de ella?

…

Al día siguiente, Abril fue al estudio de Lionel y le entregó la información de las modelos para que él eligiera. Lionel dejó la información a un lado: "De hecho, ya tengo a la candidata perfecta".

"¿Quién?", le preguntó Abril ansiosamente.

Lionel la miró y sonrió levemente: "Justo frente a mis ojos".

"¿Qué?", Abril se quedó perpleja, miró a su alrededor y no vio a nadie más.

"No me dirás que soy yo, ¿verdad? No podría".

"No puedes negar que eres la más hermosa a través de mi lente, ¿por qué no?". Los ojos marrones de Lionel brillaban bajo la luz del sol. Había visto a muchas mujeres, pero ella era la más especial, con un aura naturalmente elegante, pura y fresca. Un solo vistazo y uno se podía sentir completamente relajado.

Abril se retorcía las manos, indecisa: "Soy alérgica a muchos productos de maquillaje, no puedo usar maquillaje pesado".

"No necesitas un maquillaje pesado, uno ligero es suficiente". De hecho un maquillaje fuerte arruinaría su pureza.

¡Si pensara en él, tendría pesadillas!

"Espero que estés diciendo la verdad".

"Por supuesto, lo juro. Si miento, que me caiga un rayo al salir". Abril levantó la mano solemnemente. Apenas había terminado de hablar, cuando un trueno estalló fuera de la ventana, se asustó tanto que se cubrió las orejas y se agachó en el suelo.

¡No podía creer la coincidencia, no había mentido!

Viendo su reacción, Filemón no pudo evitar reír.

La risa profunda y resonante de Filemón dejó a Abril atónita. Era la primera vez que lo veía reír. ¡Siempre había pensado que él no sabía cómo hacerlo! Cuando reía, sus rasgos fríos se suavizaban, como si el sol estuviera brillando en un iceberg.

Ella no podía dejar de mirarlo, estaba impactada.