Todo eso se lo contó Celia, quien desde hacía tiempo consideraba a Abril como su enemiga, vigilando cada uno de sus movimientos.
Abril inhaló profundamente, Filemón no estaba, no le había informado nada del anuncio, planeaba pedirle disculpas después de actuar, pero Celia le había ganado la partida.
"¿Estás bromeando, Srta. Gil? Es solo un negocio común, ¿acaso todos los que quieren contratar a León para un anuncio quieren ser la cuñada del Sr. Galindo?".
Sabina la miró fijamente: "Mi hermano cambia de mujeres como de camisas, solo está jugando contigo, no te tomes tan en serio lo que pasa con él".
"Srta. Gil, todo esto no tiene nada que ver conmigo, de verdad, por favor deja de involucrarme con él". Mientras hablaba, echó un vistazo a Filemón, su cara era inexpresiva, su rostro hermoso era como una máscara de hielo, frío y aterrador, con un aire siniestro acumulándose en sus ojos. Se estremeció y se apresuró a irse: "Lo siento, estoy en mi periodo y olvidé comprar toallas sanitarias, tengo que ir a la tienda". Usó esa excusa a propósito, y después de decirlo, salió corriendo.
Filemón, con sus cejas fruncidas, ocultaba su enojo. Sabina intentó agarrar su brazo, pero él la apartó: "Tengo una reunión pronto, ve a casa".
La desilusión en su corazón iba y venía como olas: "Filemón, hace días que no te veo, te extraño mucho".
"Pórtate bien". Filemón dejó caer dos palabras indiferentes y entró solo al ascensor.
Sabina, enfadada, pisoteó el suelo, apretó los dientes y decidió ir a la tienda para verificar la situación. Cuando entró, vio que Abril estaba pagando. Había comprado un jugo y un paquete de tampones.
Abril estaba preparada por si acaso. Para su sorpresa, Sabina había venido. Para mantener el secreto de su jefe, realmente se estaba esforzando mucho.
"La Srta. Gil también vino a comprar", la saludó y salió con sus compras.
Sabina estaba confundida. ¿Realmente estaba en su periodo? ¿Quizás ella estaba pensando demasiado y el bebé realmente se había perdido?
La mirada de Filemón se oscureció, cubierta por una nube negra: "¿Realmente crees que no sé tus intenciones?". Para él claramente estaba buscando otra opción, en caso de que no tuviera esperanzas con él, se lanzaría a los brazos de Lionel.
Abril apretó los labios, respiró hondo: "Dado que tienes ojos de águila y has visto a través de mí, no planeo ocultarlo, tengo mis propias intenciones".
Su franqueza sorprendió a Filemón. ¿Ya no iba a fingir, estaba lista para poner las cartas sobre la mesa?
Abril bajó un poco la voz: "Soy una persona común, sin familia de renombre, al principio también quería estudiar en el extranjero, pero no había dinero en casa, así que renuncié. Personas como yo, si quieren tener éxito, deben esforzarse mil veces, diez mil veces más que los demás, y agarrarse a cada oportunidad. Esta exposición de joyas es mi oportunidad, quiero que todo el mundo vea mi trabajo, ¡quiero que vean a mi persona, a la artista!".
Ella apretó los puños, reunió todo su valor y continuó: "¿No es cierto que, a pesar de saber que Celia robó mis diseños, la mantuviste en la empresa, todavía como la diseñadora jefa, solo porque es famosa y tiene estatus en el mundo de la joyería?".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Jefe, Mis Gemelos, Tu Problema!
Suban más de 20 capitulo diarios 🤭 por favor 🙏🏼...
Ne encantan suban muchos capítulos por favor 💘...
Más capítulos por favor...
Ojala suban mas cap, esta buenisima:)...