¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 103

No le contesto nada, me veo con Owen y sonreímos, sé que ella vio el intercambio de mirada y no me importa que llegue a la conclusión que quiera, somos dos adultos con una sed de sexo inagotable, me gusta cómo me siento.

– ¿Y cómo lo tomaron?

Regreso a la realidad cuando mi suegra hace la pregunta.

–Muy bien, están ansiosos de poder venir.

–Les hemos dicho, que en cuanto estén aquí lo haremos públicamente, ¿qué les parece?

–Perfecto, cariño, invitaremos a tus tíos y primos – la madre de Owen, me mira – quiero una lista de las personas a las que deseas invitar Livy, familiares y amigos.

–Claro que sí, la tendré lista el día de mañana.

– ¿Les parece bien el próximo fin de semana o tiene pensada una fecha en específico?

Ni siquiera teníamos planeado esto, me gustaría tener un margen grande de tiempo, pero estábamos nadando contra corriente, el tiempo ya lo teníamos encima.

– ¿Está bien el próximo fin? - me pregunta Owen.

Si por él fiera nos casábamos mañana mismo. Eso nos da un margen de toda una semana para organizar todo, que se me hace muy poco tiempo, pero está la otra cuestión, que Owen quiere que nos casemos lo antes posible. Por lo menos serian otras dos semanas, lo anunciaremos el día del compromiso, lo del embarazo será privado, solo nosotros y nuestros padres.

–Mis padres ya van a estar, pero no sé cuánto tiempo se puedan quedar.

–Los convencemos a que ya se queden a vivir con nosotros – suena tan fácil.

Cuando se enteren de que van a ser abuelos, mamá se va a querer quedar, pero papá tiene su trabajo en Denver, que fácilmente puede pedir un traslado o buscar empleo por acá. No los quiero forzar, ellos tienen su vida allá desde que nacieron.

–Yo me hago cargo de eso hermano – Jillie es la organizadora oficial de eventos.

–Entonces, todo estará listo para el próximo sábado – dice mi suegra – hacen una estupenda pareja, muchos buenos años les auguro.

Agradezco sus palabras, espero que esto dure para toda la vida, nos vamos casar y a tener los hijos que vengan, ya quiero tener a mi pequeño en brazos.

–Estoy hay que celebrarlo, Jeremy, vamos por el champan – el padre de Owen está más que animado.

Owen pasa su brazo por mi cintura.

Me acerca a él y me da un tierno beso en la cien.

–Pero estaba ocupada – se defiende.

–Te la hubieras robado.

Nos reímos de las ocurrencias de Jeremy, de haberlo sabido antes, me dejaba robar por Owen. Pasamos a la sala donde ya estaba servida la comida, ensalada cesar, escalopas de pollo a la ciruela y papás al gratín, de postre sería mousse de mandarina, todo estuvo delicioso, ni por asomo mi malestar de la mañana, de lo bien que me sentí y mi amado pudo disfrutar también de su comida, su mano viajaba cada tanto a mi muslo, el contacto físico era una prueba viviente de lo bien que nos llevábamos.

Olivia (Domingo)

Despertar no fue muy diferente del día de ayer, en cuanto puse el pie en el suelo, salí disparada como resorte. Eran las cinco y media de la mañana y el malestar pudo más que yo. Regrese a tientas y me volví a acostar. Owen ni se dio cuenta de mi travesía. Recuesto mi cabeza en su pecho, me abraza atrayéndome más hacia él y duermo como un bebé.

Su mano pasea por mi vientre, hemos despertado temprano, desayunado y nos regresamos a la cama, los programas televisivos se escuchan de fondo. Pero me concentro nuevamente en una marea de disgusto subir por mi garganta. Las galletas que están en la mesita de noche me sacan una sonrisa, las buenas noticias son que me las como sin rechistar, lo salado en el paladar, me da paz.

Han pasado cinco días, los mismos cinco días que no me han dejado las náuseas matutinas, después de que se me pase todo y vaya a deshacerme de lo que más pueda vuelvo a ser humana, mientras tengo que pasar día tras día por eso proceso. Mis padres están por llegar, los vamos a recoger al aeropuerto, les propondremos que vengan a casa de Owen, los quiero tener conmigo, ya él no me ha permitido regresar a casa, pues dice que estoy sola y si me llegar a pasar algo no se lo perdonaría nunca. Su mujer y su hijo tenían que estar a su lado. Se le ha despertado la posesividad.

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