¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 107

–Queridos amigos, estamos reunidos el día de hoy, para formalizar el compromiso de mi hijo Owen y su novia Olivia.

–Es un gran honor para nosotros que sean participe de este compromiso – en esta ocasión habla el padre de Olivia.

–Nos enorgullece presentarles a la futura pareja y que les auguren un buen porvenir.

Nos felicitan y seguimos con la reunión, la cena ha ido de maravilla, aunque en un punto de la misma, noté a Olivia un tanto nerviosa, la tomé de la mano y no me separé de ella, no sabía a qué le temía, su mamá estaba dichosa con la noticia del compromiso. Cuando todos los invitados han partido a sus respectivas casas, vamos a la sala para poder darles la buena noticia.

–Ahora nosotros tenemos que darle una nueva noticia a ustedes, por eso esperamos a que estuviéramos solos – todos se quedan callados – Olivia está embarazada.

Pongo mi mano en su vientre y espero la reacción de mis padres y la de los de Olivia, mi suegra se lleva la mano a la boca en respuesta a su asombro. Está punto de llorar, no sé si de la emoción o no le cayó bien la noticia. Mi suegro la abraza y reconforta, se quedan en su sitio por un momento y luego vienen hacia nosotros.

–Un bebé en la familia – susurra mi padre.

Ya se puede imaginar a un pequeñín corriendo por la sala y el jardín, haciendo travesuras, con la atención puesta sobre él de todos los presentes. Me da un fuerte abrazo, mi madre también. Todos se van acercando para felicitarnos.

–Lo sabía, estaba segura que muy pronto iba a ser abuela – mi madre rompe a llorar y Jillie la abraza.

Tantos recuerdos pasan en fracción de segundos, las imágenes las hago a un lado. Los padres de Olivia no salen de su asombro, es que no es para menos, apenas les estamos comunicando del compromiso y ya están a nada de ser abuelos, en aproximadamente ocho meses.

Les toca el turno a mis suegros para los abrazos y las felicitaciones, están felices y eso nos hace felices a los dos. Nada que temer, nada de que reclamar, todo va viento en popa.

–Felicidades, cuñado – me felicita Gabriel.

–Gracias, cuñado.

–Felicidades, hermano y cuñada – es la oportunidad de mi hermana, nos abraza a ambos.

– ¿Voy a ser tío? – Jeremy trae una cara de felicidad, muy parecida a la mía, se acerca y me da un a brazo afectuoso – vamos corriendo, eh, hermano.

–No hay que dejar libre a la paloma – digo esto tan bajo que solo él pueda escucharlo, se ríe a carcajadas.

Sabe de lo que estoy hablando, porque una vez que tienes a la indicada no la dejas ir, aunque lo del embarazo fue un plus, no estaba entre mis planes embarazarla tan rápido. Este bebé solo está acelerando el proceso. Porque mi idea de pedirle matrimonio ya estaba arraigada en mi mente y cuerpo.

– ¿Por qué no me dijiste hija?, no nos hubiésemos ido al crucero.

–Tenemos una semana de haberlo sabido, mamá – explica Olivia para todos – ustedes son las primeras personas que se enteran.

–Estoy tan feliz por ustedes – Helena nos abraza de nuevo – vamos a ser abuelos.

Dice aun con el asombro en su voz.

–Nuestro primer nieto o nieta – dice mi suegro – parece que fue ayer cuando empezaste a caminar y ya me vas a hacer abuelo.

–Ay papi.

–Mi princesa va a regalarme una parte de ella.

Las lágrimas ruedan por las mejillas de Olivia, lo sensible hace que por nada este hecha un mar de lágrimas. Haciendo que su mamá también llore.

–Lamento haberme portado como una loca hacen días.

–No hay de que lamentarse mamá, con que estén de acuerdo es más que suficiente.

– ¿De cuánto tiempo estás? – pregunta su padre.

–Tres semanas, papá.

Sé que se debe esperar a que pasen los tres primeros meses, a que pasen las doce primeras semanas, para estar bien seguros de que el embarazo no corra ningún riesgo de aborto. Pero tengo la plena seguridad de que mi granito de arroz se va a aferrar y pasara sin apuros las doce semanas, es mi guerrero y mi chica es fuerte y saludable.

–Sabemos que es muy pronto para anúncialo, pero no queríamos esperar tanto tiempo, también tenemos pensado casarnos dentro de dos semanas – hago una pausa y tomo la mano de Olivia.

Es que no dejamos de dar sorpresas, por mi parte me casaba en este momento. Inflo el pecho con orgullo, esta mujer vino a revolucionar mi mundo y no me quejo, voy volando sobre alas de ensueño, volando en busca de nuestra felicidad.

– ¿Tan pronto?

Mi madre se queja de lo acelerado de la boda y tiene razón en ello, pero para nosotros no es nada apresurado, no nos vamos a esperar los meses para casarnos, los preparativos, las jornadas largas de las pruebas y buscar los accesorios, quizás más adelante hagamos una boda a lo grande, por la iglesia, estamos seguros que muchos comprenderán. Estamos por dar un gran paso. Queremos afianzar

– ¿Papá, tu podrías ejercer de juez y casarnos?, no podría ser otro sino tú.

–Desde de luego que sí, hijos. Estoy para servirles, me imagino que ya tienes todos los documentos necesarios.

–Así es papá.

–Entonces en dos semanas los caso.

Dicho esto, estamos todos de acuerdo que se celebrará en el jardín con los mismos invitados de hoy, que los padres de Olivia, viajaran a Denver y regresaran dos días antes de la boda, los testigos serán Gabriel y Jillie, Jeremy se apuntó para ser padrino del bebé y por supuesto que aceptamos.

Mi pequeña Olivia o mi pequeño Owen, están siendo esperados con los brazos abiertos y los corazones rebosantes de amor, nuestro primer milagro..

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